Espacios Naturales

       La provincia de Albacete cuenta con un gran número de enclaves de gran belleza paisajística e interés natural, algunos de los cuales gozan de algún tipo de protección medioambiental. Se destacan aquí, por su singularidad, el Calar del Río Mundo, las Lagunas de Ruidera y el Valle del Cabriel.


       Parque Natural de las lagunas de Ruidera

Lagunas de Ruidera         Por su parte, el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera constituye un excepcional rosario de quince lagunas con nombre propio, que se escalonan a lo largo de varios kilómetros, y contrastan con el árido del paisaje manchego de su entorno. Todas ellas están comunicadas entre si, tanto superficial como subterráneamente, con las aguas del acuífero del “Campo de Montiel”, siendo el afloramiento de esos caudales el que alimenta las lagunas. En las estaciones más lluviosas, otoño y primavera, las lagunas muestran toda su belleza, dando vida a un gran número de cascadas, por lo que resulta especialmente aconsejable recorrer el parque natural en estos momentos del año. En la configuración del paisaje tienen un papel muy importante las represas naturales que retienen el agua de las lagunas y originan espectaculares saltos de agua en las épocas de más caudal.

        Todo el valle que aloja este complejo lacustre está rodeado de bosques de encinas, salpicados de sabinas albares (especie protegida) de madera dura y aromática, muy apreciada. Ambas son especies de gran resistencia, adaptadas a las difíciles condiciones climatológicas del campo de Montiel. Alternan con estos bosques áreas de matorral, Muy diferente es la vegetación de las orillas encharcadas de las lagunas, en las que reside una gran parte de su valor ecológico. Allí se encuentran, sobre todo en las lagunas más bajas, densas masas de carrizos, eneas o espadañas, juncos y masiegas, que sirven de cobijo a un gran número de aves acuáticas.


       Los valles de los ríos Júcar y Gabriel

       En nuestra provincia los valles de los ríos Júcar y Cabriel forman profundos cañones de paredes escarpadas, que interrumpen la monotonía de la llanura manchega, y dejan interesantes bosques de ribera, formados por fresnos, sauces, chopos y tarayes. En el caso del Cabriel, hay que sumar la calidad de las aguas del río, de un intenso color verde azulado, y la presencia de una variada fauna, tanto terrestre como acuática.


       El nacimiento del río Mundo

        Uno de los más visitados, por su espectacularidad, es el nacimiento del río Mundo en el conocido paraje de Los Chorros, declarado “Parque Natural del Calar del Río Mundo y de la Sima”. En un encajado valle, cuyas laderas están pobladas de densos pinares, salpicados de encinas y quejigos, se levanta un vertiginoso farallón en el que se encuentra el acceso a la cueva donde nace el río. Esta forma parte de un conjunto de galerías subterráneas de más de diez kilómetros de longitud, que todavía no han sido explorados en su totalidad. En ocasiones, con motivo de fuertes precipitaciones o el deshielo de la nieve acumulada en el calar del Mundo, futuro parque natural, se produce el fenómeno conocido como “el reventón”, que consiste en un brusco y espectacular aumento del caudal de la cascada que da origen al río.