1. Gametogénesis y origen de la línea germinal
"La gametogénesis es el proceso de meiosis y diferenciación celular que convierte a las células germinales en gametos masculinos y femeninos maduros."
Tanto en los varones como en las mujeres, previamente a la gametogénesis se produce la división mitótica de las células germinales en el interior de las gónadas. Posteriormente, en distintos momentos para el hombre que para la mujer tendrá lugar la maduración de dichas células convirtiéndolas en gametos masculinos y femeninos maduros.
En el caso de los varones, la gametogénesis comienza en la pubertad y no es interrumpida hasta la muerte. Por el contrario, en el caso de las mujeres, la diferenciación celular comienza hacia el quinto mes del desarrollo fetal, aunque finalmente queda interrumpida tras la primera fase de la meiosis y no se reanuda hasta la pubertad.
Los procesos de gametogénesis masculina y femenina son llamados espermatogénesis y oogénesis respectivamente.
a) Espermatogénesis
Célula germinal primordial ----- Espermatogonia ----- Espermatocito primario ----- Espermatocito secundario ----- Espermátida
Mitosis Síntesis DNA Meiosis I Meiosis II
ESPERMATOZOIDE
b) Oogénesis
Célula germinal primordial ----- Oogonia ----- Ovocito primario ----- Ovocito secundario + Corpúsculo polar ----- Ovocito maduro
Mitosis Síntesis DNA Meiosis I Meiosis II
ÓVULO
2- Primeros estadios del desarrollo: fecundación, mórula y blástula
En primer lugar, el desarrollo del ser humano comienza con la fecundación o unión de una célula germinal masculina con una célula germinal femenina. Esta unión se da en la porción más dilatada de la ampolla de las Trompas de Falopio y origina como resultado una célula totipotente denominada zigoto o huevo.
Tras la fecundación, la capa pelúcida que recubre el óvulo segrega miles de gránulos corticales cuya misión es impedir que pueda penetrar otro espermatozoide. Asimismo, el ovocito completa la segunda metafase meiótica produciendo otro corpúsculo polar.
El zigoto o huevo contiene los pronúcleos correspondientes al espermatozoide y al óvulo; ambos pronúcleos contienen la información genética necesaria para desarrollar al embrión.
24 horas después de producirse la fecundación, el zigoto experimenta sucesivas divisiones mitóticas o segmentaciones, originando numerosas células hijas denominadas blastómeros. Tales divisiones se realizan sucesivamente de forma asincrónica hasta alcanzar el estadio de 32 células donde el embrión adquiere el nombre de mórula.
Las células blastómeras son segregadas durante la segmentación diferenciándose una masa de células internas que recibe el nombre de embriobasto de una masa de células externas que reciben el nombre de trofoblasto. Posteriormente, la mórula comienza a absorber líquido acumulado en vacuolas intracitoplasmáticas de los blastómeros hasta que finalmente, debido a la presión hidrostática del líquido, se forma una gran cavidad llamada cavidad del blastocisto o blastocele. Es entonces cuando las células del embrioblasto se organizan formando una masa compacta en uno de los lados de la cavidad, mientras que las células del trofoblasto se organizan formando un delgado epitelio monoestratificado. A partir de aquí, el embrión pasa a denominarse bastocisto.
Alrededor del quinto día, el blastocisto se desprende de la zona pelúcida de modo que queda libre para establecer interacciones con el endometrio. Finalmente, hacia el sexto día el blastocisto se implanta en la pared uterina.
En ocasiones, el blastocisto puede implantarse en un lugar anormal del útero ocasionando un embarazo ectópico ya que los vasos sanguíneos formados en la localización anormal pueden romperse con el crecimiento del embrión y ocasionar incluso la muerte de la madre.