AUTOR: Harold Pinter
   TÍTULO: The Dumb Waiter
   PRIMERA PUBLICACIÓN: por Eyre Methuen en 1960.
   PRIMERA REPRESENTACIÓN: 21 de enero de 1960 en el Hampstead Theatre Club.
   REPARTO:

  1. Ben: va vestido con camisa, pantalones y tirantes. Es el mayor de los dos o por lo menos tiene más experiencia en su trabajo que Gus.
  2. Gus: su vestuario es como el de Ben, pantalones, camisa y tirantes. Hace muchas preguntas a Ben aunque no llevan a ningún lugar, casi todas son preguntas tontas.

   RESUMEN: dos asesinos esperan en un sótano la llegada de su próxima víctima, durante la espera los dos personajes no mantienen ninguna conversación importante. De repente aparece por una pared un montaplatos enviado del piso de arriba donde se haya un restaurante. Cada vez que el montaplatos baja con un pedido, Ben y Gus hacen lo posible para ayudar a los del restaurante, pero no tienen nada para darles.


   ESPACIO/TIEMPO: la obra transcurre en un sótano. En el sótano hay dos camas y entre ellas una ventanilla. A la izquierda hay una puerta que da a la cocina y al lavabo. A la derecha hay otra puerta que da al pasillo.


   RECURSOS LITERARIOS: lenguaje coloquial y fácil de entender.


   OTROS ASPECTOS: los costes de producción son mínimos ya que tanto los objetos en la puesta en escena ni los personajes son numerosos. Los aspectos climáticos exteriores no son importantes ya que a ellos no les incumbe porque hasta que no llegue la persona a la que esperan no van salir de la habitación. No se especifican las circunstancias socio-políticas. Posiblemente su trabajo es por encargo, es decir, alguien cuando necesita sus servicios los llama por eso tienen que estar a disposición durante todo el día.


   OPINIÓN PERSONAL: creo que en la obra se refleja el estado de dos personas que no tienen más que su trabajo. No deben tener ni amigos, simplemente se tienen a ellos mismos y su oficio, que lo único que pueden conseguir de ello son enemigos. La obra también es ilógica porque al encontrar el montaplatos con las notas donde les piden unos platos y unos ingredientes, ellos en vez de decirle desde el principio a quien lo envía que no tienen nada porque no son los cocineros, ellos empiezan a poner todas las sobras que tienen y lo hacen como si estuvieran obligados a ello.