CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE DROGAS

 

Las drogas pueden clasificarse básicamente en función de tres criterios:

 Criterios sanitarios Éstas, se agrupan en dos categorías básicas: drogas duras (heroína, cocaína, drogas de diseño, anfetaminas) y drogas blandas (alcohol, tabaco, cannabis, fármacos…). Criterios de legalidad: por su parte, la agrupación de las drogas según su consumo sea sancionado o no por las autoridades del orden, se utiliza la división de las sustancias adictivas en drogas legales (alcohol, tabaco, cafeína…) y en drogas ilegales (resto de drogas).

Y por último  la que se basa en criterios medio-fisológicos efectos sobre el Sistema Nervioso Central.

 

Actualmente, la principal clasificación se hace de acuerdo a los efectos que las drogas tienen en el sistema nervioso central.

 

Las drogas según sus efectos en el Sistema Nervioso Central (SNS):

 

  1. Depresores del SNC

 

    1. Alcohol: no es un estimulante, es un sedante del Sistema Nervioso. Tampoco es un afrodisíaco, ya que deteriora el desempeño sexual. Sus efectos depended de la cantidad y la frecuencia de la ingestión. El consumo excesivo produce daños en el SN o en el hígado, interfiere en la percepción y disminuye la autoconciencia.
    2. Fármaco-sedantes (Barbitúricos): son sedantes que tienden a relajar o dormir. Tienen un efecto similar al del alcohol y, en dosis altas pueden causar confusión mental o síntomas sicóticos (te vuelven loco). La sobredosis puede causar la muerte.
    3. Fármaco-tranquilizantes (Ansiolíticos): sirven para combatir la ansiedad o aliviar el nerviosismo o el estrés. Aunque su poder adictivo es escaso, con dosis elevadas puede generar dependencia física. El tranquilizante más conocido es el Valium.
    4. Opiáceos: el opio calma el dolor. Los derivados del opio más importantes son la heroína y la morfina. Producen tolerancia (cuando el cuerpo se acostumbra se necesita una dosis más alta para que produzca el mismo efecto), dependencia física (se produce cuando la carencia de ese producto hace daño al organismo) y psíquica. La morfina produce euforia (bienestar), somnolencia y alivia el dolor. Los fármacos más utilizados para combatir la adicción a los opiáceos son: la metadona (tiene los mismos efectos que la heroína, pero más suaves y controlables. El síndrome de abstinencia es más soportable), y la naltrexona (contrarresta los efectos de la heroína. Se suministra cuando alguien sufre una sobredosis, no para aliviar el síndrome de abstinencia).

 

  1. Estimulantes del SNC

 

    1. Anfetaminas: sus usos médicos son el tratamiento de la narcolepsia y la sobredosis de fármaco-sedantes. Aceleran el uso de los recursos corporales, aumentan el rendimiento, mejoran el nivel de alerta y combaten la fatiga. A corto plazo, permiten un esfuerzo continuado sin descanso ni sueño. Su consumo prolongado produce tolerancia, y en dosis elevadas produce insomnio, pérdida de peso y deterioro de las condiciones físicas y  mentales. Con dosis altas se puede generar dependencia física. A veces produce paranoia.
    2. Cocaína: incrementa las actividades en las vías del cerebro. Provoca euforia, seguridad y bienestar. Cuando terminan sus efectos, el sujeto puede sufrir trastornos del sueño, ansiedad o depresión.

 

  1. Alucinógenos o psicodélicos:

 

Son aquellos que producen alucinaciones o percepciones que se van más allá de la realidad. Su uso va muy relacionado con el culto religioso y la magia de diferentes pueblos del mundo que los ingieren para obtener visiones y sensaciones mentales extraordinarias, como, por ejemplo, entrar en contacto con su divinidad o encontrar a sus familiares muertos. Los médicos-hechiceros de estas comunidades (chamanes) aprovechan sus propiedades para obtener poderes especiales con los que curar los enfermos, encontrar a familiares, etc.

 

Otra clasificación que destacaremos será, Las drogas según lo que prometen:

 

  1. Fármacos de paz: son tranquilizantes o anestésicos. Producen síndrome de abstinencia. Pueden ser la morfina, la codeína o la heroína.
  2. Fármacos de energía: son estimulantes que dan energía como es la cocaína, el crack o la cafeína. No son adictivas. Pueden dañar algunas partes del organismo.
  3. Fármacos visionarios: no son adictivos, presentan baja toxicidad y presentan peligros extraorgánicos. Pueden ser el éxtasis o el LSD.