Lugares de interés
- Covalagua - Mirador Valcabado - Cueva de los Franceses -

Revilla de Pomar

    Aseguran que el viento y la lluvia juegan al escondite en Las Tuerces desde el día en que se conocieron, y que de tanto perseguirse han esculpido sin querer la montaña. Y cuentan que cuando se cansan de jugar buscan el remanso de Covalagua. Que por las noches duermen en la Cueva de los Franceses. Que cuando amanece, el viento se acerca al mirador de Valcabado para llamarla. Para preguntarle al valle por qué la lluvia se marchó otra vez al alba sin decir adiós.

    Es la belleza natural concentrada. Agrupada en este pequeño municipio de Revilla de Pomar. En efecto, en este entorno se aúnan algunos de los parajes más espectaculares de la provincia de Palencia.

Covalagua

    El espacio natural de Covalagua es uno de los parajes más bellos y emblemáticos de la Montaña Palentina, que pretende ser declarado Monumento Natural por la Junta de Castilla y León.

    Covalagua es una cavidad joven freática activa en formación de una sola galería donde nace el Río Ivia, el cuál da nombre al valle y a la comarca "la Valdivia", donde el agua circula lentamente sobre la toba que ha ido depositando el río, en forma de peldaños semicirculares, creando pequeñas cascadas entre uno y otro peldaño, hasta la balsa reguladora, rodeado de una reserva de corzos.

Cascada nevada del río Ivia en Covalagua

    Es una zona que constituye un paisaje de típico relieve mesozoico, caracterizado por elevaciones de paredes verticales, coronadas por una meseta más o menos llana, aisladas en una vasta región donde predomina la horizontalidad.

Mirador de Valcabado

    Partiendo de las Cuevas, y a una distancia de 1 Km., llegamos al Mirador de Valcabado, desde donde se puede divisar el Valle de Valderredible, perteneciente al municipio de Polientes (Cantabria). La altura a la que está situado es de 1.173 m.

    Justo debajo del Mirador se puede ver un impresionante bosque de hayas y robles. Debido a la verticalidad que tiene el sinclinal de la Lora en éste lugar, hay sitios con hasta 800 m. de altitud, y a la gran cantidad de corrientes de aire existentes, es un lugar idóneo para la práctica de deportes de riesgo como el parapente y ala delta.

Vistas desde el mirador

    En el balcón que se ha construido para poder contemplar este paisaje, hay un mojón (vértice geodésico) que nos indica el punto donde confluyen 3 provincias: Palencia, Burgos y Cantabria

    En toda la extensión del Páramo de la Lora, hay lo que los pastores llamaban "casetos"; son construcciones realizadas por los pastores, en forma de circulo o semi-circulo, amontonando piedras sin ningún tipo de cemento ni masa que las sujete, lo cual es harto difícil de realizar, sobre todo para gente que la mayoría de las veces no tenía ningún tipo de estudios. Estos "casetos" los construían para refugiarse de las tempestades e inclemencias del tiempo (lluvia, nieve y sobre todo, viento)

Caseto de los pastores
Cueva de los Franceses
Amanecer en la sombra

    No siempre se la llamó así, pues el nombre original con el que se la conocía era: " Gruta de la Lora”. Remontándonos en la historia, se sabe que el Páramo de la Lora, donde está situada la Cueva, fue escenario de una cruenta batalla en tiempos de la Guerra de la Independencia (1808), librada entre las tropas Napoleónicas y los Húsares Cántabros comandados por el liberal Perlier. El combate terminó con la victoria de las tropas españolas. Una vez acabada la batalla y ante la imposibilidad de ser enterrados los cuerpos de los franceses caídos en el rocoso páramo, se optó por arrojarlos por la sima, que daba entrada a la galería de la cueva.

    Para adentrarse en ella, hay que bajar por un túnel de 62 m. horadado en el suelo, que tiene 3 grandes puertas metálicas a diferente distancia para que hagan cámaras de aire, aislando la cueva del exterior; con ello, se consigue mantener la humedad propia de dicha cueva, al evitarse las corrientes de aire que la desecarían. Es uno de los mejores ejemplos de cueva cárstica, donde se han creado impresionantes mantos calcáreos, estalagmitas, estalactitas y enormes columnas.

Recorrido en la Cueva de los Franceses
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