Su recorrido atraviesa los mismos escenarios naturales donde Cervantes situó las andanzas de un jinete enamorado y de su fiel escudero, convirtiendo el luminoso, ancho y profundo paisaje manchego en reflejo del mundo, y las aventuras y desventuras de sus héroes en el resumen de cuantos delirios, ambiciones e ideales inalcanzables inquietan todavía el corazón de todos y cada uno de los hombres. Esta ruta, que aspira a ser catalogada como Patrimonio de la Humanidad por sus valores culturales y medioambientales, invita a conocer la región elegida por Cervantes como cuna del “ingenioso hidalgo” y ofrece al viajero la posibilidad de recorrer unos parajes que desde hace 400 años forman parte de nuestra memoria.