Historia

 

 

Las carreras de Gran Premio tienen sus raíces en las carreras automovilísticas organizadas que empezaron en Francia en 1894. Rápidamente evolucionaron desde simples carreras entre dos ciudades hasta carreras de resistencia tanto para coches como para pilotos. La innovación y las técnicas de conducción permitieron alcanzar pronto velocidades que excedían los 100 km/h. Sin embargo, a causa de que las carreras se desarrollaban en espacios abiertos, había frecuentes accidentes con víctimas tanto entre los conductores como entre los espectadores.

Más tarde, las carreras fueron realizadas principalmente en largos circuitos cerrados en caminos públicos, en lugar de circuitos privados. Así se prepararon el circuito de Le Mans del Gran Premio de 1906, el circuito de Targa Florio (150 km en las calles de Sicilia), el circuito alemán de Kaiserpreis (121 km en las montañas Taunus), y el circuito francés Dieppe (77 km), utilizado en un Gran Premio de 1907. Como excepción, los circuitos privados fueron el óvalo inglés de Brooklands, completado en 1907, y el circuito de Indianápolis, usado por primera vez en 1909 con la primera carrera de las 500 millas de Indianápolis y el italiano Autodromo Nazionale Monza, abierto en 1922.

En 1922, Italia fue el segundo país en albergar una carrera automovilística usando el nombre de Gran Premio, desarrollándose éste en Monza. En 1924 fue seguida por Bélgica y España, y más tarde se extendió el uso a otros países. En sentido estricto, todavía no era un campeonato formal, pero había una especie de colección de reglas para las diferentes carreras. Justo antes de la Primera Guerra Mundial aparecieron una fórmula de reglas con algunos aspectos básicos como el tamaño de los motores y el peso de los automóviles, pero que no fue adoptado universalmente.

En 1924, sin embargo, muchos clubes del motor se unieron para formar la Asociación Internacional de Clubes de Automóviles Reconocidos, ("Association Internationale des Automobile Clubs Reconnus", AIACR), cuya Comisión Internacional Deportiva (Commission Sportive Internationale, CSI) fue autorizada para regular los Grandes Premios y otras competiciones internacionales. Desde los orígenes de los Grandes Premios, las competiciones habían sido controladas conforme a un estricto conjunto de reglas (fórmula) básicas sobre aspectos como el tamaño del motor y el peso del vehículo. Estas regulaciones fueron prácticamente abandonadas en 1928, cuando se desarrolló la conocida como "Fórmula Libre", cuando los organizadores de las carreras decidieron controlar sus eventos prácticamente sin ninguna limitación. De 1927 a 1934, el número de carreras consideradas con el rango de Gran Premio creció, pasando de cinco eventos en 1927, a nueve eventos en 1929, y a dieciocho en 1934, el máximo alcanzado antes de la Segunda Guerra Mundial.

Historia de la Fórmula 1

Creación de la Fórmula 1

En 1946, inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, sólo hubo cuatro carreras con rango de Grand Prix. Las reglas para el Campeonato Mundial de Grand Prix ya habían sido establecidas antes de la Segunda Guerra Mundial, pero llevó varios años más de espera su concreción, hasta que en 1947 la antigua AIACR se reorganizó, pasándose a llamar la Federación Internacional de Automovilismo, conocida por la sigla "FIA". Con casa central en París, al final de la temporada de 1949 anunció que para 1950 unirían varios Grandes Premios nacionales para crear la Fórmula 1 con un Campeonato Mundial para pilotos, aunque por motivos económicos, en los años de 1952 y 1953 todavía se compitió con coches de Fórmula 2. Se estableció un sistema de puntuación y reconocieron un total de siete carreras como aptas para el Campeonato del Mundo. La primera carrera del Campeonato Mundial se llevó a cabo el 13 de mayo en el circuito de Silverstone, en el Reino Unido.

En 1950, como respuesta al Campeonato del mundo de motociclismo iniciado en 1949, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) organizó el primer Campeonato Mundial de Pilotos oficial. La organización del campeonato, que incorporaba los cinco Grandes Premios más importantes de Europa, fue una mera formalización de lo que ya se corría en años previos.

El regreso de las carreras (1950-1958)

El primer Gran Premio se realizó en 1950 en el circuito de Silverstone y fue ganado por el italiano Giuseppe Farina, quien ganó el campeonato de 1950 tras vencer a su compañero de equipo, el argentino Juan Manuel Fangio. Sin embargo, Fangio ganó el título en 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957. Su racha fue interrumpida tras una lesión por el bicampeón de Ferrari Alberto Ascari. Aunque el británico Stirling Moss pudo competir con regularidad, nunca fue capaz de ganar el Campeonato Mundial, y ahora está ampliamente considerado como el conductor más grande que nunca ha ganado el título.[4] [5]

El periodo estuvo dominado por los equipos dirigidos por fabricantes de automóviles —Alfa Romeo, Ferrari, Maserati y Mercedes Benz— todos los cuales habían competido antes de la guerra. En las primeras temporadas se llegaron a utilizar coches previos a la Segunda Guerra Mundial como el Alfa Romeo 159. Tenían motor frontal, de 1,5 litros de cilindrada sobrealimentados o de 4,5 litros de aspiración natural y neumáticos con dibujo. Los campeonatos mundiales de 1952 y 1953 se realizaron con la normativa de la Fórmula 2, con coches más pequeños y menos potentes, debido al escaso número de coches disponibles de Fórmula 1.[6] Cuando se restableció el Campeonato Mundial de Fórmula 1, los motores estaban limitados a 2,5 litros; en 1954, Mercedes-Benz presentó el avanzado W196, que incluía innovaciones como distribución desmodrómica e inyección de combustible, así como una carrocería estilizada. Mercedes ganó el campeonato de conductores dos años consecutivos (1954 y 1955), antes de retirarse de todas las competiciones automovilísticas, tras el desastre de Le Mans en 1955.[7]

Los garajistas (1959-1980)

El primer gran desarrollo tecnológico se produjo cuando la Cooper Car Company reintrodujo coches con motor central (después de los pioneros Auto Union de Ferdinand Porsche en los años 1930), que evolucionaron desde los diseños de la empresa en la Fórmula 3. El australiano Jack Brabham, campeón del mundo en 1959, 1960 y 1966, pronto demostró la superioridad del nuevo diseño. En 1961, todos los competidores regulares habían cambiado a coches con motor central.[8]

El primer británico campeón del mundo fue Mike Hawthorn, que condujo un Ferrari al título en 1958. Sin embargo, cuando Colin Chapman entró a la Fórmula 1 como diseñador de chasis y más tarde como fundador del Lotus Team, del fabricante Lotus Cars, los británicos tuvieron muchas más victorias en la siguiente década. Entre Jim Clark, Jackie Stewart, John Surtees, Jack Brabham, Graham Hill y Denny Hulme, conductores de equipos británicos y de la Mancomunidad Británica de Naciones, ganaron doce campeonatos mundiales entre 1962 y 1973.

En 1962, Lotus presentó un coche con un chasis monocasco de aluminio en lugar del tradicional chasis tubular. Este resultó ser el mayor avance tecnológico desde la introducción de los coches con motor central. En 1968, Lotus incluyó el logotipo de Imperial Tobacco en sus automóviles, introduciendo el patrocinio de marcas de tabaco en este deporte.[9]

La aerodinámica adquirió lentamente importancia en el diseño de los coches a partir de la aparición perfiles aerodinámicos a finales de los años 1960. A finales de los años 1970, Lotus presentó una carrocería con efecto suelo, que generaba una enorme fuerza de sustentación negativa y permitía circular a mayores velocidades en las curvas (aunque el concepto ya había sido utilizado en el Chaparral 2J de Jim Hall, en 1970). Tan grandes eran las fuerzas aerodinámicas que presionaban los coches a la pista, hasta 5 g, que fue necesario aumentar la rigidez de los muelles de la suspensión, para que influyeran menos en la altura del chasis respecto al suelo, dejando a la suspensión casi rígida. Este aumento de rigidez de la suspensión hacía depender casi en exclusiva de los neumáticos para amortiguar al chasis y al piloto respecto a las irregularidades de la superficie del circuito.[10]

Las grandes empresas (1981-2000)

A partir de la década de 1970, Bernie Ecclestone reorganizó la gestión de los derechos comerciales de la Fórmula Uno. Ecclestone es ampliamente reconocido por la transformación del deporte en negocios de miles de millones de dólares.

 

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