Esta zona de belleza natural arrebatadora debe ser uno de los últimos rincones del paraíso en la tierra. Un puñado de casas de exquisito gusto arquitéctonico coronan las elevaciones que rodean la playa. Está salpicada en su inicio de pinos que proporcionan una sombra beneficiosa y finalmente se inclina buscando las aguas cristalinas del Mediterráneo. Dispone de un buen aparcamiento y embarcadero.
El Restaurante Tropicana (ver debajo) ofrece posibilidad de llevar bebidas al barco - ¡a todo capricho!
Actividades: patines
Tamaño: 225 metros longitud, 15 metros anchura
Solo se llega en coche ( ¡y yate privado!), siga las señales desde Ibiza y el aeropuerto.
Restaurante Tropicana |
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