Ulises:Telémaco |
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Majestuoso y rechoncho Buck Mulligan surgió de la escalera llevando un tazón lleno de espuma sobre el que descansaban uno sobre otro, en forma de cruz, un espejo y una cuchilla de afeitar. Su batín amarillo desatado se sostenía suavemente tras él con la dulce brisa matinal. Levantó el tazón, y entonó. - Introito ad altare Dei. Sin moverse, se asomó hacia abajo a la oscuridad de la sinuosa escalera y gritó con ordinariez. -Sube, Kinch. Sube temeroso jesuita. Con solemnidad se adelantó y subió a la tronera1. Giró la cabeza y bendijo gravemente tres veces la torre, los alrededores y las montañas que se despertaban. Entonces, al ver a Stephen Dedalus, se inclinó hacia él y persignó el aire con rápidas cruces, carraspeando y sacudiendo la cabeza. Stephen Dedalus, molesto y adormilado, apoyó sus brazos sobre la parte superior de las escaleras y miró con frialdad a la cara temblorosa y que carraspeaba2 y le bendecía, de largura equina, y al cabello claro sin tonsurar y jaspeado de un color roble pálido. Buck Mulligan entornó los ojos por un instante bajo el espejo, y luego cubrió el tazón con elegancia. - De vuelta a los barracones. -Dijo él con dureza. Añadió en un tono de sermón: - Porque esto, o amado hermano, es el auténtico cuerpo de Cristina: cuerpo y alma y sangre y heridas. Música lenta, por favor. Cerrad los ojos, caballeros. Un momento. Existe un problema con estos glóbulos blancos3. Silencio todos. Miró de soslayo y emitió soltó un largo y lento silbido de reclamo, luego paró durante un momento escuchando embelesado, sus uniformes dientes blancos que brillaban aquí y allá con puntos de oro. Crisóstomo. Dos fuertes silbidos estridentes respondieron en medio de la calma. - Gracias amigo, gritó él bruscamente 4. Ya es suficiente. Corta la corriente ¿quieres? Saltó de la tronera y miró seriamente a su espectador, mientras se recogía los bajos sueltos de la bata alrededor de sus piernas. La regordeta y ojerosa cara y el hosco óvalo de su papada le hacían parecer un prelado, mecenas de la edad media. Una agradable sonrisa amaneció silenciosamente en sus labios. -Esto es una parodia, dijo él alegremente. Tu absurdo nombre, un antiguo griego. Señaló con el dedo, con burla cordial y volvió al parapeto, riéndose para si mismo. Stephen Dedalus se acercó, se acercó, le siguió hasta la mitad fatigadamente y se sentó en el borde de la tronera, observándole inmóvil mientras apoyaba el espejo sobre el parapeto, mojaba la brocha dentro del tazón y se enjabonaba las mejillas y el cuello. La voz alegre de Buck Mulligan siguió. - Mi nombre también es absurdo: Malachi Mulligan, dos dáctilos. Pero tiene un toque helénico, ¿no crees? Juguetón y risueño como la liebre5. Tenemos que ir a Atenas. ¿Vendrás si consigo que la vieja afloje veinte libras? Dejó la brocha a un lado, y riéndose con gusto gritó: -¿Vendrá? El ingenuo Jesuita. Se calló y comenzó a afeitarse con cuidado. - Dime Mulligan - dijo Stephen con suavidad. -¿Si querido? -¿Cuánto más va a quedarse Haines en la torre? Buck Mulligan mostró su mejilla afeitada por encima del hombro derecho. -¡Por Dios! ¿No es atroz? -Dijo francamente- Un sajón solemne. Piensa que no eres un caballero. Dios, estos malditos ingleses que revientan de dinero e indigestión. Porque viene de Oxford. Ya sabes, Dedalus, tú sí que tienes modales de Oxford. No te puede echar. ¡OH! El nombre que te he puesto es el mejor: Kinch, la hoja de navaja. Se afeitó con cuidado la barbilla. - Se pasó la noche delirando sobre una pantera negra. -dijo Stephen- ¿Dónde tiene la funda con su escopeta? -Un triste lunático. -dijo Mulligan- ¿Tenías miedo? - Lo tenía. -dijo Stephen con energía y creciente temor- Ahí de noche, con un hombre que apenas conozco delirando y gimoteando sobre matar a una pantera negra. Tú has salvado a hombres de morir ahogados pero yo no soy un héroe. Si él se queda aquí, yo me voy. Buck Mulligan frunció el ceño a la espuma que quedaba sobre la navaja. Se bajó de un salto de su pedestal y comenzó a buscar en los bolsillos de sus pantalones a toda prisa. - Mierda - dijo él con brusquedad. Volvió a la tronera y metiéndole la mano en el bolsillo superior, dijo. -Déjanos tu limpiamos para secar la cuchilla. Stephen tuvo que aguantar que sacara con dos dedos y sostuviera en el aire un pañuelo sucio y arrugado. Buck Mulligan limpió la navaja con esmero. Luego, mirando otra vez el pañuelo, dijo: - El pañuelo del bardo. Un nuevo color artístico para nuestros poetas irlandeses: el verde moco. Casi se puede degustar ¿verdad? Se subió de nuevo al parapeto y miró hacia la bahía de Dublín, con su cabello color roble claro ondeando levemente. -Dios -dijo con suavidad - ¿No es el mar como lo describe Algy: una dulce madre gris? El mar verde moco. El mar aprietaescrotos Epi oinopa ponton. Ah Dedalus, los griegos. Tengo que enseñarte. Debes leerlos en el idioma original. ¡Thalatta Thalatta! Es nuestra gran y dulce madre. Ven y mírala.
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Notas de Traducción:1. Tronera uno es la traducción literal de “gunrest”, pero tiene al menos dos ventajas: la primera, es que es una referencia casi inmediata a la arquitectura defensiva militar de una torre (al contrario que cureña que es más obscura) La segunda es que según la sexta acepción del Diccionario de la RAE también se refiere a una persona de vida disipada y libertina, lo que –si gunrest funciona como símbolo sexual en el texto- parece coincidir con el personaje de Buck Mulligan. 2. La traducción literal de "Briskly" sería enérgicamente pero brúscamente tiene los sonidos "r" y "b" del item original. 3. he preferido traducir el gerundio como una oración de relativo, ya que es más natural en la TL, si bien también puede ser correcto.
4.Es posible que se refiere ala cantidad de glóbulos blancos en sangre (signo de enfermedad) Tenemos que tener en cuenta que Buck Mulligan es estudiante de medicina, y por tanto no es inverosímil .¿ O se refiere a la espuma blanca? ¿Cs posible que se refiera a los glóbulos de grasa que pueden aparecer en la piel? 5. Buck es la liebre macho, y también el ciervo. Omito la especificación de “liebre macho” para no cargar la traducción de más palabras que las necesarias. Para tener más referencias sobre liebres –símbolo de la fecundidad en la mitología celta y romana.- aquí: “Mad as a March Hare” |
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