HIPERTEXTO


    Se trata del formato en el que está escrita la obra que va a analizarse. El hipertexto se compone del texto y unos nexos intercalados en el mismo (links) que conectan directamente con otros textos al ser activados, añadiendo así más información acerca de la obra. Se forma así una red que permite saltar continuamente de unos textos a otros según se van escogiendo nuevos caminos de búsqueda.
 
    Esta nueva forma de literatura ofrece nuevas posibilidades para el lector que puede acceder a cualquier tipo de información acerca de la obra, incluyendo biografías del autor y los protagonistas, datos sobre la trama y aclaraciones que pudieran dar lugar a confusión.  Se llevan así hasta el extremo las ideas del genial autor Humberto Eco acerca de una lectura más activa. Ahora el lector lo es tanto que parece tomar el control del texto, una función que tradicionalmente ha correspondido a su autor. La introducción de este nuevo formato supone unos avances en el campo de la literatura y su divulgación sólo comparables a los que en su momento proporcionó la invención de la imprenta, al ser el hipertexto, al igual que los libros, un medio de difusión cultural. Se ofrecen datos como crítica, obras relacionadas o elementos multimedia. Es el lector el que decide qué camino le interesa explorar en cada momento.

    Toda esta serie de ventajas implican además una consecuencia también pretendida por los autores que escriben sus obras en este novedoso formato: La ruptura de la linealidad. Con anterioridad al surgimiento del hipertexto, autores como Bierce, Cortázar y Joyce habían tratado de conseguirlo, como una forma de imitar la realidad de un modo más natural, pues ésta no es lineal. Al presentar al lector un abanico de opciones tan amplio, se obliga a éste a elegir entre ellos, a establecer relaciones constantemente entre los textos, de manera que, aunque las secuencias que componen la obra sean lineales, su lectura no lo es, ya que se interrumpe el ritmo, y los caminos no están definidos completamente. Los diferentes links que conducen a la continuación de la trama, o a datos adicionales a ésta, suponen digresiones climáticas que rompen la linealidad.

    Existen dos formas de elaborar un hipertexto: Una es la ficción constructiva y la otra, explorativa. La primera de éstas tiene una finalidad lúdica. La autoría de la obra resultante es compartida entre los numerosos partícipes de ella, a través de un chat on-line donde un moderador controla la interacción de las historias que se proponen. Es importante recalcar que no se controla la narración sino la interacción. Supone un estímulo creativo y tiene su antecedente en los juegos de rol de principios de los 70.
La ficción explorativa, a la que pertenece el hipertexto analizado en este estudio, consiste en que el autor propone varias opciones posibles al lector, que se construye su propia historia libremente, aunque los caminos a seguir ya han sido planificados por el autor de antemano, y por tanto, éste no pierde nunca el control de la narración, como sucedía con la ficción constructiva.

    Sin embargo, la literatura hipertextual normalmente una crítica: La sensación de pérdida que experimenta el lector ante tantos camino a elegir, porque se tiene esa especie de curiosidad por explorarlos todos, y de estar siguiendo trayectos erróneos, a pesar de que no exista uno en concreto que pueda ser calificado de correcto .