La cocina jamaicana puede presumir de poseer productos autóctonos que no existen en la despensa de ningún otro país. Entre sus sabrosas materias primas se encuentran el "ackee", una fruta que tras cocinarse adquiere el aspecto y sabor de un plato de huevos revueltos, o el "callaloo", una verdura muy similar a la espinaca.
Si el turista desea disfrutar de una genuina comida de la isla, conviene que se deje aconsejar por los jamaicanos, ya que ellos seguramente le recomendarán comenzar con una sopa típica elaborada con "callaloo", una mezcla de diferentes tipos de carne asada, y "quibombó", un fruto similar al chile que se emplea para espesar los guisos, ya que aporta a los platos una textura similar a la de la gelatina. Esta sopa recibe el nombre de "pepperpot", y es probable que tanto su textura como su intenso sabor sorprendan gratamente al turista.
En Jamaica, los platos elaborados con pescado y verduras gozan de un gran protagonismo, sobretodo al hablar del popular "sumario", plato en el que tanto diferentes tipos de pescado como de verduras, se cocinan con leche de coco, pimientos y escalonia, un pequeño bulbo con un gusto intermedio entre la cebolla y el ajo. Una receta con una mezcla de sabores que resulta todo un espectáculo. Para acompañar a estos suculentos platos, nada como el "bammy", un famoso pan redondo elaborado con yuca, tubérculo también conocido con el nombre de mandioca.