MIS POEMAS FAVORITOS
 

 
 
 

POEMAS DE BÉCQUER:

No digáis que agotado su tesoro,
De asuntos falta enmudeció la lira;
Podrá no haber poetas, pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
Palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
Las fuentes de la vida,
Y en el mar o en el cielo haya un abismo
Que al cálculo resista,
Mientras la humanidad siempre avanzando
No sepa a do camina,
Mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
Sin que los labios rían;
Mientras se llore, sin que el llanto acuda
A nublar la pupila;
Mientras el corazón y la cabeza
Batallando prosigan,
Mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
Los ojos que los miran,
Mientras responda el labio suspirando
Al labio que suspira,
Mientras sentirse puedan en un beso
Dos almas confundidas,
Mientras exista una mujer hermosa
¡habrá poesía!
Te vi un punto, y flotando ante mis ojos
La imagen de tus ojos se quedó,
Como la mancha oscura orlada en fuego
Que flota y ciega si se mira al sol.

A dondequiera que la vista clavo
Torno a ver tus pupilas llamear,
Mas no te encuentro a ti, que es tu mirada,
Unos ojos, los tuyos; nada más.

De mi alcoba en el ángulo los miro
Desasidos fantásticos lucir.
Cuando duermo los siento que se ciernen
De par en par abiertos sobre mí.

Yo sé que hay fuegos fatuos que en la noche
Llevan al caminante a perecer;
Yo me siento arrastrado por tus ojos,
Pero a sonde me arrastran no lo sé.

Asomaba a sus ojos una lágrima
Y a mi labio una frase de perdón.
Habló el orgullo y se enjugó su llanto
Y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino; ella por otro
Pero al pensar en nuestro mutuo amor,
Yo digo aún: ¿por qué no callé aquel día?
Y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?

Nuestra pasión fue un trágico sainete
En cuya absurda fábula
Lo cómico y lo grave confundidos
Risas y llanto arrancan.

Pero fue lo peor de aquella historia
Que la fin de la jornada
A ella le tocaron lágrimas y risas
Y a mí, sólo las lágrimas.

Es cuestión de palabras, y no obstante
Ni tú ni yo jamás
Después de lo pasado convendremos
En quién la culpa está.

¡Lástima que el Amor un diccionario
no tenga donde hallar
cuándo el orgullo es simplemente orgullo
y cuándo es dignidad.

¡Que es estúpida! ¡Bah! Mientras callando
guarde oscuro el enigma,
siempre valdrá lo que yo creo que calla
más que lo que cualquiera otro me diga.

¿A que me lo decís? Lo sé; es mudable,
es altanera y vana y caprichosa:
antes que el sentimiento de su alma,
brotará el agua de la estéril roca.

Sé que en su corazón, nido de sierpes,
No hay una fibra que el amor responda;
Que es una estatua inanimada...;pero...
¡es tan hermosa!

Y ayer...un año apenas,
Pasado como un soplo,
¡con qué exquisita gracia,
con qué admirable aplomo!
Me dijo al presentarnos
Un amigo oficioso:

Cuando me lo contaron sentí el frío
De una hoja de acero en las entrañas,
Me apoyé contra el muro, y un instante
La conciencia perdí de donde estaba.

Cayó sobre mi espíritu la noche
En ira y en piedad se anegó el alma
¡y entonces comprendí por qué se llora
y entonces comprendí por qué se mata!

Pasó la nube de dolor...con pena
Logré balbucear breves palabras...
¿quién me dio la noticia?...un fiel amigo...
Me hacía un gran favor...le di las gracias.
Dejé la luz a un lado, y en el borde
De la revuelta cama me senté,
Mudo, sombrío, la pupila inmóvil
Clavada en la pared.

¿Qué tiempo estuve así? No sé; al dejarme
la embriaguez horrible de[l] dolor,
expiraba la luz y en mis balcones
reía el sol.

Ni sé tampoco en tan terribles horas
En qué pensaba o qué pasó por mí;
Sólo recuerdo que lloré y maldije
Y que en aquella noche envejecí.

Como se arranca el hierro de una herida
Su amor de las entrañas me arranqué,
¡aunque sentí al hacerlo que la vida
me arrancaba con él!

Del altar que le alcé en el alma mía
La voluntad su imagen arrojó,
Y la luz de la fe que en ella ardía
Ante el ara desierta se apagó.

Aun para combatir mi firme empeño
Viene a mi mente su visión tenaz...
¡Cuándo podré dormir con ese sueño
en que acaba el soñar!
Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
Hoy llega al fondo de mi alma el sol;
Hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...
¡hoy creo en Dios!
De lo poco de vida que me resta,
Diera con gusto los mejores años
Por saber lo que a otros
De mí has hablado.

Y esta vida mortal..., y de la eterna
Lo que me toque, si me toca algo,
Por saber lo que a solas
De mía has pensado.
Volverán las oscuras golondrinas
En tu balcón sus nidos a colgar,
Y otra vez con el ala a sus cristales
Jugando llamarán.
Pero aquéllas que el vuelo refrenaban,
Tu hermosura y mi dicha al contemplar;
Aquellas que aprendieron nuestros nombres,
Ésas...¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
De tu jardín las tapias a escalar,
Y otra vez a la tarde, aún más hermosas,
Sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío,
Cuyas gotas mirábamos temblar
Y caer, como lágrimas del día...
Ésas...¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
Las palabras ardientes a sonar;
Tu corazón de su profundo sueño
Tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
Como se adora a un dios ante un altar,
Como yo te he querido..., desengáñate:
¡así no te querrán!
 

POEMAS DE ANTONIO MACHADO.

En el ambiente de la tarde flota
Ese aroma de ausencia,
Que dice al alma luminosa: nunca,
Y al corazón: espera

Ese amor que quiere ser
Acaso pronto será;
Pero, ¿cuándo ha de volver
Lo que acaba de pasar?

Hoy dista mucho de ayer.
¡Ayer es Nunca jamás!

(CAMPO)
La tarde está muriendo
Como un hogar humilde que se apaga

Allá, sobre los montes,
Quedan algunas brasas.

Y ese árbol roto en el camino blanco
Hace llorar de lástima.

¡Dos ramas en el tronco herido, y una
hoja marchita y negra en cada rama!

¿Lloras?...Entre lo álamos de oro,
lejos, la sombra del amor te aguarda.

POEMAS DE NERUDA.

Para mi corazón basta tu pecho,
Para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
Lo que estaba dormido sobre tu alma.

Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las caracolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.

He dicho que cantabas en el viento
Como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.

Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
Pájaros que dormían en tu alma.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir por ejemplo:”La noche está estrellada,
Y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”.

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como el pasto al rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos
 
 

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve en mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
Y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
   SONETO.
Quiénes se amaron como nosotros? Busquemos
Las antiguas cenizas del corazón quemado
Y allí que caigan uno por uno nuestros besos
Hasta que resucite la flor deshabitada.

Amemos el amor que consumió su fruto
Y descendió a la tierra con rostro poderío:
Tú y yo somos la luz que continúa,
Su inquebrantable espiga delicada.

Al amor sepultado por tanto tiempo frío,
Por nieve y primavera, por olvido y otoño,
Acerquemos la luz de una nueva manzana,

De la frescura abierta por una nueva herida,
Como el amor antiguo que camina en silencio
Por una eternidad de bocas enterradas.
 

POEMAS DE L.CERNUDA.

LAMENTO Y ESPERANZA.
Soñábamos algunos cuando niños, caídos
En una vasta hora de ocio solitario
Bajo la lámpara, ante las estampas de un libro,
Con la revolución. Y vimos su fúlgida
Plegar como una mies los cuerpos poderosos.

Jóvenes luego, el sueño quedó lejos
De un mundo donde desorden e injusticia,
Hinchendo oscuramente las ávidas ciudades,
Se alzaban hasta el aire absorto de los campos.
Y en la revolución pensábamos: un mar
Cuya ira azul tragase tanta fría miseria.

El hombre es una nube de la que el sueño es el viento.
¿quién podrá al pensamiento separalo del sueño?
Sabedlo bien vosotros, los que envidiéis mañana
En la cama este soplo de muerte que nos lleva
Pisando entre ruinas un fango con rocío de sangre.

Un continente de mercaderes y de histriones,
Al acecho de este loco país, esta esperando
Que vencido se hunda, solo ante su destino,
Para arrancar jirones de su esplendor antiguo.
Le alienta únicamente su propia gran historia dolorida.

Si con dolor el alma se ha templado, es invencible;
Pero, como el amor, debe el dolor ser mudo:
No lo digáis, sufridlo en esperanza. Así  este pueblo iluso
Agonizará antes, presa ya de la muerte.
Y vedle luego abierto, rosa eterna de los mares.
Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allá donde termine este afán que exige a su dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

POEMA DE W.H.AUDEN.

Stop all the clocks, cut off the telephone,
Prevent the dog from barking with a juicy bone
Silence the pianos and with muffled drum
Bring out the coffin, let the mourners come.

Let aeroplanes circle moaning overhead
Scribbling on the sky the message He Is Dead,
Put crêpe bows round the white necks of the public
Doves,
Let the traffic policemen wear black cotton gloves.

He was my North, my South, my East and my West,
My morning week and my Sunday rest,
My moon, my midnight, my talk, my song;
I thought that love would last for ever: I  was wrong.

The stars are not wanted now: put out every one;
Pack-up the moon and dismantle the sun;
Pour away the ocean and sweep up the wood;
For nothing now can ever come to any good.

POEMAS DE LORCA.

Se ha llenado de luces
Mi corazón de seda,
De campanas perdidas,
De lirios y de abejas.
Y yo me iré muy lejos,
Más allá de esas sierras,
Más allá de los mares,
Cerca de las estrellas,
Para pedirle a Cristo
Señor que me devuelva
Mi alma antigua de niño,
Madura de leyendas,
Con el gorro de plumas
Y el sable de madera.
LLAGAS DE AMOR.
Esta luz, este fuego que devora.
Este paisaje gris que me rodea.
Este dolor por una sola idea.
Esta angustia de cielo, mundo y hora.

Este llanto de sangre que decora
Lira sin pulso ya, lúbrica tea.
Este peso del mar que me golpea.
Este alacrán que por mi pecho mora.

Son guirnalda de amor, cama de herido,
Donde sin sueño, sueño tu presencia
Entre las ruinas de mi pecho hundido.

Y aunque busco la cumbre de prudencia,
Me da tu corazón valle tendido
Con cicuta y pasión de amarga ciencia.
[...] Llena, pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.[...]
         DEL AMOR DESESPERADO (LORCA)
La noche no quiere venir
Para que tú no vengas,
Ni yo pueda ir.

Pero yo iré,
Aunque un sol de alacranes me coma la sien.

Pero tú vendrás
Con la lengua quemada por la lluvia de sal.

El día no quiere venir
Para que tú no vengas,
Ni yo pueda ir.

Pero yo iré
Entregando a los sapos mi mordido clavel.

Pero tú vendrás
Por las turbias cloacas de la oscuridad.

Ni la noche ni el día quieren venir
Para que por ti muera
Y tu mueras por mí.

M.VILLARROYA

Tras de mí
Un tiempo tan lejano,
Tan lejano,
Que a veces se me antoja inventado
¿realmente soy una consecuencia lógica de mí?
No,
Más bien soy agua,
Y conmigo
Mi pasado es acuático;
Que si es circular,
Que si es cuadrado
O esférico
No importa,
Continúo siendo agua,
Y sumergidos, dentro mío,
Se mueven
Cuerpos hinchados
De rostros irreconocibles
Por el voraz beso de los peces(niños, jóvenes
Y viejos).
¿y si fuera ígneo?
Disfrutaría abrasándolo todo.
Recordando cadáveres tiesos,
Con la boca abierta,
Negrecidos,
Apestando a barbacoa.
Canto pretérito muerto.
Llanto, estrépito muerto.
En fin,
Sea cual sea el medio que adopte
Me aparezco en forma de cataclismo retroactivo.
¿CAUSANTES...?
voy a confesarte algo:
  -He olvidado amar (susurro)
¡ existe algo más trágico que esto!
No importa, no importa...
No era por suscitar compasiones,
En serio, olvídame,
Y sigue girando entorno a mí,
Centrífuga,
Hasta que te pierda de vista,
Como a los demás.
¿de verdad algún día creeré que he existido ahora?

ROSALIA DE CASTRO( A LAS ORILLAS DEL SAR)

[...] Bajemos, pues, que el camino
antiguo nos saldrá al paso,
aunque triste, escabroso y desierto,
y cual nosotros cambiado,
lleno aún de las blancas fantasmas
que en otro tiempo adoramos. [...]
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[...] ¡Jamás! ¿es verdad que todo
para siempre acabó ya?
No, no puede acabar lo que es eterno,
Ni puede tener fin la inmensidad.
Tú te fuiste por siempre; mas mi alma
Te espera aún con amoroso afán,
Y vendrás o iré yo, bien de mi vida,
Allí donde nos hemos de encontrar.

Algo ha quedado tuyo en mis entrañas
Que no morirá jamás,
Y que Dios, porque es justo y porque es bueno,
A desunir ya nunca volverá.

En el cielo, en la tierra, en lo insondable
Yo te hallaré y me hallarás.
No, no puede acabar lo que es eterno,
Ni puede tener fin la inmensidad.
[...] No importa que los sueños sean mentira,
ya que al cabo es verdad
que es venturoso el que soñando muere,
infeliz el que vive sin soñar. [...]
Volved, ¡oh noches de invierno frío,
Nuestas viejas amantes de otros días!
Tornad con vuestros hielos y crudezas
A refrescar la sangre enardecida
Por el estío insoportable y triste...
¡triste...lleno de pámpanos y espigas!

Frío y calor, otoño o primavera,
¿dónde..., dónde se encuentra la alegría?
Hermosas son las estaciones todas
Para el mortal que en sí guarda la dicha;
Mas para el alma desolada y huérfana
No hay estación risueña ni propicia [...]
Ya duermen en su tumba las pasiones
El sueño de la nada;
¿es, pues, locura del doliente espíritu,
o gusano que llevo en mis entrañas?
Yo sólo se que es un placer que duele,
Que es un dolor que atormentado halaga,
Llama que de la vida se alimenta,
Mas sin la cual la vida se apagara.
Ya siente que te extingues en tu seno,
Llama vital, que dabas
Luz a tu espíritu, a su cuerpo fuerzas,
Juventud a su alma.

Ya tu calor no templará su sangre,
Por el invierno helada,
Ni harás latir su corazón, ya falto
De aliento y esperanza.

Mudo, ciego, insensible,
Sin goces ni tormentos,
Será cual astro que apagado y solo,
Perdido va por la extensión del cielo.
Cuando todos los velos se han descorrido,
Y ya no hay nada oculto para los ojos,
Ni ninguna hermosura nos causa antojos,
Ni recordar sabemos que hemos querido,
Aún en lo más profundo del pecho helado,
Como entre las cenizas la chispa ardiente,
Con sus puras sonrisas de adolescente,
Vive oculto el fantasma del bien soñando.
En los ecos del órgano o en el rumor del viento,
En el fulgor de un astro o en la gota de lluvia,
Te adivinaba en todo y en todo te buscaba,
Sin encontrarte nunca.
Quizás después te ha hallado, te ha hallado y te ha perdido
Otra vez, de la vida en la batalla ruda,
Ya que sigue buscándote y te adivina en todo,
Sin encontrarte nunca.

Pero sabe que existes y no eres vano sueño,
Hermosura sin nombre, pero perfecta y única;
Por eso vive triste, porque te busca siembre
Sin encontrarte nunca.

II
Yo no sé lo que busco eternamente
En la tierra, en el aire y en el cielo;
Yo no sé lo que busco, pero es algo
Que perdí no sé cuando y que no encuentro,
Aun cuando sueñe que invisible habita
En todo cuanto toco y veo.

Felicidad, no he de volver a hallarte
En la tierra, en el aire, en el cielo,
¡aun cuando sé que existes
y no eres vano sueño!
Al oír las canciones
Que en otro tiempo oía,
Del fondo en donde duermen mis pasiones
El sueño de la nada,
Pienso que se alza irónica y sombría
La imagen ya enterrada
De mis blancas y hermosas ilusiones,
Para decirme:-¡Necia!, lo que es ido
¡no vuelve!; lo pasado se ha perdido
como en la noche va a perderse el día,
ni hay para la vejez resurrecciones...

¡Por Dios, no me cantéis esas canciones
Que en otro tiempo oía!
 

Jugaste con mi cariño
Después de todo, te amé
Te comportaste como un niño
Y eso nunca lo pensé.
Yo creí haber amado a un hombre
Y a ti mi amor entregué.
Pero lo tuyo fue tan fuerte,
Tan nublado, tan traidor.
Me dijiste que era fría
¡qué sabrás tú de calor!
Si tan sólo eres un niño
Que juega con el amor
Tú no sabes lo que es cariño
Ni lo hermoso que es querer
Aprende que soy una niña, y
Que te amé como una mujer.
 

Conozco a una chica que llora por tu amor,
Que quiere oírte y no te oye,
Que quiere verte y no se atreve,
Que busca tu amor y no lo encuentra,
Ni siquiera la comprendes.
Ella llora por tus besos
Que tú nunca le darás,
Sueña con tus abrazos,
Que nunca conseguirá.
Sueña contigo con gran pasión,
Pero también llora con amargo dolor.
Si de verdad no la quieres, alejalá para siempre de ti,
Pero si no es así...¡por favor, hazla feliz!
Yo la conozco muy bien, nadie la conoce mejor,
y...¿sabes por qué lo sé?
¡¡porque esa chica soy yo!!

CHAVI (CAMPING LOS NARANJOS)

¿Cómo decir tu nombre?
¿cómo? si no lo sé,
sólo sé que algún día
a tu lado yo estaré,
que te miraré a los ojos
y muy fuerte gritaré que eras tú al que había querido
y al que siempre yo querré.
No tengo prisa en conocerte,
Pues sé que me esperarás,
Porque quieras o no quieras,
El destino escrito está.
Y éste como de costumbre
Una sorpresa te dará,
Podrá gustarte o no gustarte,
Pero te sorprenderá.
Conocerás a una persona
Que será muy especial
Y encontrarás en su alegría
Tu propia felicidad
¿Cómo es posible algo así?
Te podrás preguntar,
Pero hasta que no te ocurra, entenderlo no podrás
¿Cómo decir tu nombre?
Algún día lo sabré,
Sabré que eras el hombre al que siempre yo esperé.
 
 

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.

Pedí a mi corazón una sonrisa
Entre el perfume quieto del jardín
Como ha llorado tanto, no se acuerda
Que hay que sonreír.
Y me dijo mi alma ¿ Por qué quieres
esta noche alegrar tu corazón?
¿No es más dulce que el mundo de la
dicha el mundo del dolor?
¿Te has olvidado ya de los luceros,
esas lágrimas puras del azul,
perfumadas con flores que secan
tu eterna juventud?
Miré a lo lejos, dentro de mi vida
Y comprendí tan plácida verdad;
Y le dije a mis labios ¿qué es más dulce
Sonreír o llorar?
Venía una tristeza de recuerdos
En el aire tranquilo del jardín
Recuerdos de alboradas de diciembre
Y tardes de abril.
Y mis ojos abiertos a la nada,
Se inundaron de niebla y humedad
Intenté sonreír, sentí ternura
Y acabé por llorar.
NOCTURNOS

Yo no volveré. Y la noche
Tibia, serena y callada,
Dormirá el mundo, a los rayos
De su luna solitaria.

Mi cuerpo no estará allí,
Y por la abierta ventana
Entrará una brisa fresca
Preguntando por mi alma.

No sé si habrá quien me aguarde
De mi noble ausencia larga,
O quien bese mi recuerdo
Entre caricias y lágrimas.

Pero habrá estrellas y flores,
Y suspiros y esperanzas,
Y amor en las avenidas,
A la sombra de las ramas.

Y sonará ese piano
Como en esta noche plácida,
Y no tendrá quien lo escuche,
Pensativo, en mi ventana.
OCTUBRE
[...]
Pensé arrancarme el corazón, y echarlo,
Pleno de su sentir alto y profundo,
Al ancho surco del terruño tierno;

A ver si con romperlo y con sembrarlo,
La primavera le mostraba al mundo
El árbol puro del amor eterno.
Soledad

En ti estás todo, mar, y sin embargo,
¡qué sin ti estás, qué solo,
qué lejos, siempre, de ti mismo!

Abierto en mil heridas, cada instante,
Cual mi frente,
Tus olas van, como mis pensamientos,
Y vienen, van y vienen,
Besándose, apartándose,
En un eterno conocerse,
Mar, y desconocerse.

Eres tú, y no lo sabes,
tu corazón te late, y no lo siente...
¡qué plenitud de soledad, mar solo!
*************************************************************
 

Vino primera pura,
Vestida de inocencia;
Y la amé como un niño.

Luego se fue vistiendo
De no sé qué ropajes;
Y la fui odiando, sin saberlo.

Llegó a ser una reina,
Fastuosa de tesoros...
¡qué iracunda de yel y sin sentido!

...mas se fue desbnudando.
Y yo le sonreía.

Se quedó con la túnica
De su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.

Y se quitó la túnica,
Y apareció desnuda toda...
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!
 
 
 
 

SAN JUAN DE LA CRUZ.
[...] ¿Por qué, has llagado
aqueste corazón, no le sanaste?
Y pues me le has robado,
¿por qué así le dejaste,
y no tomas el robo que robaste?

Apaga mis enojos,
Pues que ninguno basta a deshacellos,
Y véante mis ojos,
Pues eres lumbre dellos,
Y sólo para ti quiero tenellos.

Descubre tu presencia,
Y máteme tu vista y hermosura;
Mira que la dolencia
De amor, que no se cura
Sino con la presencia y la figura[...]

LOPE DE VEGA.
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
Áspero, tierno, liberal, esquivo,
Alentado, mortal,difunto,vivo,
Leal,traidor,cobarde y animoso

No hallar fuera del bien centro y reposo,
Mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
Enojado, valiente, fugitivo,
Satisfecho, ofendido, receloso;

Huir el rostro al claro desengaño,
Beber veneno por licor süave,
Olvidar el provecho, amar el daño;

Creer que un cielo en un infierno cabe,
Dar la vida y el alma a un desengaño:
Esto es amor: quien lo probó lo sabe.

FRANCISCO DE QUEVEDO.
PRESO EN LOS LABERINTOS DEL AMOR NO PUEDE YA LOGRAR VENTURA.

Tras arder siempre, nunca consumirse,
Y tras siempre llorar, nunca acosarme;
Tras tanto caminar, nunca cansarme,
Y tras siempre vivir, jamás morirme;

Después de tanto mal, no arrepentirme;
Tras tanto engaño, no desengañarme;
Después de tantas penas, no alegrarme,
Y tras tanto dolor; nunca reírme;

En tanto laberintos, no perderme,
Ni haber tras tanto olvido recordado,
¿qué fin alegre puede prometerme?

Antes muerto estaré que escarmentado;
Ya no pienso tratar de defenderme,
Sino de ser de veras desdichado.

RUBÉN DARÍO.
LO FATAL

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
Y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
Pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
Ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no ser nada, y ser sin rumbo cierto,
Y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
Y sufrir por la vida y por la sombra y por

Lo que no conocemos y apenas sospechamos,
Y la carne que tienta con sus frescos racimos,
Y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de donde venimos!...
ABROJOS

Que lloras? Lo comprendo.
Todo incluido está.
Pero no quiero verte,
Alma mía llorar.
Nuestro amor, siempre, siempre...
Nuestras bodas...jamás.
¿quién es ese bandido
que se vino a robar
tu corona florida
y tu velo nupcial?
Mas no, no me lo digas,
No lo quiero escuchar.
Tu nombre es Inocencia
Y el de él es Satanás.
Un abismo a tus plantas,
Una mano procaz
Que te empuja; tu ruedas,
Y mientras tanto, va
El ángel de la guarda
Triste y solo a llorar.
Pero ¿por qué derramas
Tantas lágrimas?...¡ah!
Sí, todo lo comprendo...
No, no me digas más.

POEMAS DE V.ALEIXANDRE.

COMO LA MAR, LOS BESOS
No importan los emblemas
Ni las vanas palabras que son un soplo sólo.
Importa el eco de lo que oí y escucho.
Tu voz, que muerta vive, como yo que al pasar
Aquí aún te hablo.

Eras más consistente,
Más duradera, no porque te besase,
Ni porque en ti asiera firme a la existencia.
Sino porque como la mar
Después que arena invade temerosa se ahonda.
En verdes o en espumas la mar, feliz, se aleja.
Como ella fue y volvió tú nunca vuelves [...]
[...] Pero si el dolor de vivir como espumas fungibles
se funda en la experiencia de morir día a día,
no basta una palabra para honrar su memoria,
que la muerte en relámpagos como luz nos asedia.[...]
PERO NACIDO.
Quien miró y quien no vio.
Quien amó a solas.
La juventud latiendo entre las manos.
Como una ofrenda para un árbol muerto.
Para un Dios muerto, o más,
Para un dios insepulto.
Quien padeció y gozó, quien miró a solas.
Quien vio y no comprendió.

Porque quien vio y miró, no nació. Y vive.
 

POEMAS DE RAFAEL ALBERTI.
SONETO
Te digo adiós, amor, y no estoy triste.
Gracias, mi amor, por lo que ya me has dado,
Un solo beso lento y prolongado
Que se truncó en dolor cuando partiste.

No supiste entender, no comprendiste
Que era un amor final, desesperado,
Ni intentaste arrancarme de tu lado
Cuando con duro corazón me heriste.

Lloré tanto aquel días que no quiero
Pensar que el mismo sufrimiento espero
Cada vez que en tu vida reaparece

Ese amor que al negarlo te ilumina.
Tu luz es él cuando mi luz decrece,
Tu solo amor cuando mi amor declina.

POEMAS DE PABLO NERUDA.
PUEDO ESCRIBIR LOS VERSOS...
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir por ejemplo: ”La noche está estrellada,
Y tiritan, azules, los astros a lo lejos.”

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles
Nosotros, los de entonces, ya no somos  los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor y tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
Y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
SONETOS DE Shakespeare.

SONNET 138.

When my love swears that she is made of trurh,
I do believe her, though I know she lies,
That she might think me some untutored youth
Unlearned in the world’s false subtleties.
Thus vainly thinking that she thinks me young,
Although she knows my days are past the best,
Simply I credit her false-speaking tongue.
On both sides thus is simple truth suppressed.
But wherefore say she not she is unjust?
And wherefore say not I that I am old?
Oh, love’s best habit is in seeming trust,
And age in love loves not have years told.
Therefore I lie with her and she with me,
And in our faults by lies we flattered be.
 

POEMAS DE OCTAVIO PAZ.

  PIEDRA DE SOL.

[... ] Voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada,
tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre de sus misterios paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal, rocas y pájaros
bajo la ley de mediodía absorto,

vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño en esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños,

tu falda de maíz ondula y canta,
tu falda de cristal, tu falda de agua,
tus labios, tus cabellos, tus miradas,
toda la noche llueves, todo el día
abres mi pecho con tus dedos de agua,
cierras mi ojos con tu boca de agua,
sobre mis huesos llueves, en mi pecho
hundes raíces de agua un árbol líquido,

voy por tu talle como por un río,
voy por tu cuerpo como por un bosque,
como por un sendero en la montaña
que en el abismo brusco se termina,
voy por tus pensamientos afilados
y a la salida de tu blanca frente
mi sombra despeña se destroza,
recojo mis fragmentos uno a uno
y prosigo sin cuerpo, busco a tientas,

corredores sin fin de la memoria,
puertas abiertas a un salón vacío
donde se pudren todos los veranos,
las joyas de la sed arden al fondo,
rostro desvanecido al recordarlo,
mano que se deshace si la toco,
cabelleras de arañas en tumulto
sobre sonrisas de hace muchos años,

a la salida de mi frente busco,
busco sin encontrar, busco un instante,
un rostro de relámpago y tormenta
corriendo entre los árboles nocturnos,
rostro de lluvia en un jardín a obscuras,
agua tenaz que fluye a mi costado,

busco sin encontrar, escribo a solas,
no hay nadie, cae el día, cae el año,
caigo con el instante, caigo a fondo,
invisible camino sobre espejos
que repiten mi imagen destrozada,
piso días, instantes caminados,
piso los pensamientos de mi sombra,
piso mi sombra en busca de un instante...[...]
  NUEVO ROSTRO

La noche borra noches en tu rostro,
Derrama aceites en tus secos párpados,
Quema en tu frente el pensamiento
Y atrás del pensamiento la memoria.

Entre las sombras que te anegan
Otro rostro amanece.
Y siento que a mi lado
No eres tú la que duerme,
Sino la niña aquella que fuiste
Y que esperaba sólo que durmieras
Para volver y conocerme.

  TUS OJOS

Tus ojos son la patria del relámpago y de la lágrima,
Silencio que habla,
Tempestades sin viento, mar sin olas,
Pájaros presos, doradas fieras adormecidas,
Topacios impíos como la verdad,
Otoño en un claro del bosque en donde la luz canta en el hombro
De un árbol y son pájaros todas las hojas,
Playa que en la mañana encuentra constelada de ojos,
Cesta de frutos de fuego,
Mentira que alimenta,
Espejos de este mundo, puertas del más allá,
Pulsación tranquila del mar a mediodía,
Absoluto que parpadea,
Páramo.
 

ANTÓN DE MONTORO.

  AMOR QUE YO VI.

Amor que yo vi
Por mi pesar
Quiero olvidar.

Mi coraçón se fue a perder
Amando a quien no pudo aver.
Si lo perdí
Por mi mal buscar,
¿dó lo iré fallar?

Por se perder cuitas le dan,
Et puso a mí en tal afán,
Que bivo así
Sin le cobrar
Por le contentar.

Allí do piensa bevir
Faze a mí solo morir.
Mas pues allí
Piensa durar,
Dévolo dexar.

   JORGE MANRIQUE

  CANCIONES

No tardes, Muerte, que muero;
Ven, porque viva contigo;
Quiéreme, pues te quiero,
Que con tu venida espero
No tener guerra conmigo.

Remedio de alegre vida
No lo hay por ningún medio,
Porque mi grave herida
Es de tal parte venida
Qu’eres tú sola remedio.

Ven aquí, pues, ya que muero;
Búscame, pues que te sigo;
Quiéreme, pues que te quiero,
E con tu venida espero
No tener vida conmigo.
 
 
 

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