CATEDRAL DE NOTRE DAME
La Catedral Notre-Dame de París es una de las catedrales francesas más antiguas de estilo gótico. Dedicada a María, Madre de Jesucristo (de ahí el nombre Notre-Dame: Nuestra Señora ), se sitúa en la plaza Parvis, en la pequeña Isla de la Cité y está rodeada por las aguas del río Sena.
La catedral surge íntimamente ligada a la idea del esplendor gótico, a efecto claro de las necesidades y aspiraciones de la sociedad de la época, a un nuevo enfoque de la catedral como edificio de contacto y ascenso espiritual. La arquitectura gótica es un instrumento poderoso en el seno de una sociedad que ve, en el inicio del siglo XI, transformarse la vida urbana a un ritmo acelerado. La ciudad resurge con una extrema importancia en el campo político, en el campo económico (espejo de las crecientes relaciones comerciales), ascendiendo también, por su lado, la burguesía adinerada y la influencia del clero urbano. El resultado de esto es una sustitución también de las necesidades de construcción religiosa fuera de las ciudades, en las comunidades monárquicas rurales, por el nuevo símbolo de la prosperidad citadina, la catedral gótica. Y como repuesta a la búsqueda de una nueva dignidad creciente en el seno de Francia, surge la Catedral de Notre-Dame de París.
Proceso de construcción:
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Durante el reinado de Luis VII, y bajo su apoyo, este proyecto es bendecido financieramente por todas las clases sociales con interés en la creación del símbolo de su nuevo poder. Así, y teniendo en cuenta la grandeza del proyecto, el programa siguió velozmente y sin interrupciones que pudieran ocurrir por falta de medios económicos (algo común, en la época, en construcciones de gran envergadura). La construcción se inicia en 1163 reflejando algunos trazos conductores de la Catedral de Saint Denis , subsistiendo aún dudas en cuanto a la identidad de quien habría "colocado" la primera piedra, el Obispo Maurice de Sully o el Papa Alejandro III. A lo largo del proceso (la construcción, incluyendo modificaciones, duró hasta mediados del siglo XIV) fueron varios los arquitectos que participaron en el proyecto, esclareciendo este factor las diferencias estilísticas presentes en el edificio. En 1182 el coro ya prestaba servicios religiosos y, durante la transición entre los siglos, está la nave terminada. Al inicio del siglo XIII arrancan las obras de la fachada oeste con sus dos torres, extendiéndose a mediados del mismo siglo. Los brazos del transepto (de orientación norte-sur) son trabajados de 1250 a 1267 con supervisión de Jean de Chelles y Pierre de Montreuil. Simultáneamente se levantan otras catedrales a su alrededor en un estilo más avanzado que el gótico; la Catedral de Chartres, la Catedral de Reims y la Catedral de Amiens. |
Con el florecer de la época romántica, la catedral se ve con otros ojos y la filosofía se vuelca hacia el pasado, enalteciendo y mistificando en una aura poética y etérea la historia de otras épocas y su expresión artística. Bajo esta nueva luz del pensamiento se inicia un programa de restauración de la catedral en 1844, liderado por los arquitectos Eugène Viollet-le-Duc y Jean-Baptiste-Antoine Lassus, que se extendió por veintitrés años. En 1871, con el corto ascenso de la Comuna de París, la catedral se vuelve nuevamente telón de fondo a las turbulencias sociales, durante las cuales se cree haber sido casi incendiada. En 1965, como consecuencia de excavaciones para la construcción de un parking subterráneo en la plaza de la catedral, fueron descubiertas catacumbas que revelaron ruinas romanas, de la catedral merovingia del siglo VI y de habitaciones medievales. Ya más próximo a la actualidad, en 1991, fue iniciado otro proyecto de restauración y mantenimiento de la catedral que, aunque fue previsto para que durase diez años, se prolonga hasta la actualidad. |
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