Coliseo al atardecer

El itinerario puede comenzar en el Circo Massimo. Lo que se puede ver actualmente no es ni la sombra de lo que fue. Es una explanada de tierra rodeada de césped. Desde aquí, superada la Piazza di Porta Capena y subiendo por la Via de San Gregorio, se llega al corazón de la Roma antigua.

Estamos ante el Arco de Constantino y el Coliseo, el que fue durante siglos el símbolo del poder de un imperio. Al atardecer, cuando cierran las puertas, es uno de los mejores momentos para disfrutar de la vista.

Junto al Coliseo, la Via dei Fori Imperiali, a un lado de la calle se encuentra el Foro Romano, la mejor prueba del espíritu de la ciudad en aquella época. Se pueden ver restos de templos y sorprenderse con el grado de precisión escultórico de la magnífica Columna Trajana

Rodeando la Piazza Venezia y bajando en dirección al río, se pasa junto al Teatro di Marcello, obra en la que se basaron para la construcción del Coliseo y alzado delante de las columnas de Apolo.