Origen
El Colegio
Paideia fue fundado en un particular contexto sociopolítico de la
historia del país: abrió sus puertas en marzo de 1988, cuando el respeto
a la Constitución Nacional y la confianza en las instituciones
democráticas se recuperaba luego del trágico período de la dictadura
militar.
Por esos años
se desarrolló una actualización curricular que favoreció la emergencia
de nuevos proyectos pedagógicos. Así, en la Declaración de Principios de
la nueva institución queda expresada la convicción de que "la escuela
debe ser un lugar donde estudiar signifique estimular el pensamiento
crítico, favorecer el ejercicio de la creatividad y el desarrollo de la
capacidad expresiva".
De ahí la
elección del nombre, ya que
paideia
es una palabra que se remonta a los orígenes de la cultura griega, época
en la que designaba un modelo de formación integral de los jóvenes,
guiado por objetivos de excelencia, y en la que la educación no era
considerada una propiedad individual, sino que pertenecía, por su misma
esencia, a la comunidad de la que formaba parte.
Modificaciones innovadoras para un proyecto diferente
Para cumplir
sus objetivos, el Colegio Paideia amplió la extensión de la jornada
hasta las 14:00 y completó el currículum tradicional del bachillerato
con asignaturas y contenidos innovadores.
Así, se
implementó el programa de Lectura Silenciosa Sostenida, actividad diaria
de lectura libre que se desarrolla en la biblioteca, y se incorporaron
los talleres de Ciencia, Escritura, Computación, Plástica, Teatro y
Filosofía, para aportar formas alternativas de relación con el
conocimiento.
Con el mismo
espíritu innovador se creó el Taller de Técnicas de Estudio, donde los
alumnos ejercitan las distintas técnicas del trabajo intelectual. En
consonancia, utilizan bibliografía específica en lugar de los habituales
manuales de estudio, como modo de tener conocimiento directo de los
textos fundamentales de cada disciplina.
La escritura
es considerada una herramienta primordial de todas las áreas. Por lo
tanto, se ejercita durante los cinco años de la escolaridad: en 1º
y 2º
años se trabaja con la escritura expresiva; en 3º año, con los
diferentes discursos periodísticos; en 4º año, con las Metodologías del
Trabajo Científico; finalmente, cada alumno de 5º año es
dirigido por un docente-tutor en la escritura de una Tesina, cuyas
hipótesis y resultados debe defender ante un tribunal de profesores del
área elegida. La aprobación de este trabajo es requisito para la
culminación de los estudios y la obtención del título.
La enseñanza
del idioma inglés se realiza con una carga horaria de seis horas
semanales en pequeños grupos. Así se garantiza un estudio intensivo del
idioma y una atención personal de cada alumno. Dos veces al año se
realizan simulacros de los distintos exámenes internacionales. En 1990,
el Colegio incorporó su Ciclo Superior al plan Bachillerato Nacional
Bilingüe Modalizado en Ciencias y Letras.
Desde 1994,
el Departamento de Ciencias Exactas y Naturales implementa la Evaluación
Integradora –de 1º a 3º año– y el Proyecto Integrador –en el ciclo
superior–, instancias de aprendizaje y evaluación que reúnen contenidos
de todas las asignaturas del área científica.
En 1996, el
Departamento de Educación Física creó el proyecto Trabajo con el
Entorno: campamentos, viajes de estudio y actividades comunitarias donde
los alumnos estrechan vínculos con las diversas realidades sociales,
económicas y geográficas del país.
Estas
actualizaciones fortalecieron el Proyecto y aumentó el número de
familias que lo eligieron. Así, en 1999 se construyó un nuevo
laboratorio de ciencias y un nuevo edificio de cuatro pisos con una
amplia sala de informática y un salón de usos múltiples.
La
convivencia en la escuela
En 1999 se
organizó una Jornada de Convivencia de la que participó toda la
comunidad del Colegio. Como resultado se redactó el Reglamento de
Convivencia –que establece los derechos y las obligaciones de alumnos,
docentes, directivos– y se creó el Consejo de Convivencia, formado por
alumnos, docentes y un directivo, cuyas principales funciones son
organizar y desarrollar actividades comunitarias, tratar situaciones
conflictivas y asesorar al Rector en la eventual aplicación de
sanciones.
La elección
del colegio
y los
Encuentros de Integración
La elección
de un colegio secundario es una decisión de trascendencia, ya que
implica no sólo optar por la mejor institución educativa para la
formación intelectual, sino también por la que garantice la continuidad
de un conjunto de valores éticos primordiales.
Por eso, la
elección es más acertada cuando las familias conocen mejor los proyectos
y la realidad de las instituciones educativas. En Paideia se les propone
una entrevista informativa inicial con la Directora General y luego una
visita a los distintos espacios de la institución. De este modo, conocen
las modalidades del dictado de las clases según la especificidad de cada
asignatura.
Una vez
acordada su incorporación al proyecto educativo, los alumnos participan
de los Encuentros de Integración con quienes serán sus futuros
compañeros. Sus objetivos son acercar a los alumnos a la dinámica de los
estudios secundarios a través de clases modelo de cada materia y
cimentar las relaciones de pertenencia con el grupo escolar y los
vínculos con docentes y directivos de la institución.
Preparación
para los estudios superiores
En función de
que la universidad y los estudios terciarios son el horizonte habitual
de los egresados, la bibliografía y los programas del Ciclo Superior –4º
y 5º años– se encuentran orientados y actualizados para introducirlos en
las exigencias de los estudios superiores.
Esta decisión
institucional, materializada gracias al trabajo diario de un notable
plantel de profesores que también cumple funciones de docencia e
investigación universitaria, ha dado óptimos resultados: la sociedad
argentina cuenta con médicos, biólogos, abogados, sociólogos,
economistas, historiadores, antropólogos, psicólogos, escritores,
cineastas, traductores y docentes que comenzaron su formación en las
aulas del Colegio Paideia. |