Real Basílica de Ntra. Sra. de los desamparados

El templo que la devoción de los valencianos levantó en honor de su patrona se encuentra en el corazón histórico de Valencia, centro de la ciudad desde sus orígenes, donde en la época romana estuvo enclavado el foro con los principales edificios públicos.

En 1652 se inicia la construcción según el proyecto de Diego Martínez Ponce de Urrana, siendo dirigidas las obras por los arquitectos José Montero y José Artigues, hasta su conclusión en 1667.

El pasadizo sobre un arco del siglo XVII, que la une a la Catedral, señala la vinculación entre ambos edificios.

Lo más interesante desde el punto de vista artístico es la decoración de la cúpula por A. Palomino en 1701.

El edificio forma un gran bloque rectangular cubierto por una monumental cúpula de planta oval (ver) de dieciocho metros y medio de anchura en su eje mayor.

Las fachadas de la Basílica están rítmicamente secuenciadas por grandes pilastras de «orden gigante», colocadas en el siglo XVIII por el arquitecto Vicente Gascó.

El altar mayor está formado por pilares y columnas de mármol con capiteles dorados, sobre una mesa adornada con esculturas también marmóreas de San Vicente Ferrer y San Vicente Mártir.


Volver a índice de monumentos.