En 1444 se comenzó la fábrica del portal. Para su construcción se siguieron dos modelos. Por un lado las Puertas de Serranos, levantadas el siglo anterior por Pere Balaguer, y por otro el monumental ingreso del Castel Nuovo de Nápoles, obra de Guillem Sagrera.
Las muescas en el enlucido liso de los muros, que se aprecian a simple vista, se deben al ataque de las tropas francesas, en 1808.
Fue propiedad del ejército hasta su devolución en 1932 a la Ciudad, tras ser declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931.
El edificio tiene tres cuerpos: una parte central y las dos torres, que en su interior son de planta rectangular. El interior de las Torres incluye una planta baja y dos pisos que están abiertos a la ciudad con grandes arcadas ojivales.
El arco de la puerta es de medio punto, compuesto por grandes dovelas de piedra, adornado en el exterior con las armas reales y de la Ciudad.
Hoy en día son fácilmente visitables, y en ocasiones han sido utilizadas para importantes exposiciones, constituyendo además uno de los hitos emblemáticos más característicos de la Ciudad de Valencia.
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