Caryl Churchill. Far Away

Nick Hern Books. 2000. Londres.

 

Dramatis personae

Joan: Una chica joven, al principio es casi una niña que se cree todo lo que le cuenta su tía, luego unos años después conoce a Todd en la fábrica de sombreros donde empieza a trabajar. Varios años después de esta segunda escena, se presentará en casa de su tía, y aparece casada con Todd, menos ingenua y más fuerte.

Harper: La tía de Joan, vive con su marido en una casa con jardín. Al principio parece ocultar un grave secreto de niños y sangre, muchos años después en la casa, parece un general decidiendo las alianzas de una guerra.  

Todd: Un joven que conoce a Joan en una factoría de sombreros donde ambos trabajan. Empieza muy reivindicativo contra sus jefes, así como creativo y apasionado, por lo que congenia muy pronto con Joan. 

 

Trama

Nos encontramos con tres actos, a cada cual mas críptico. En la primera, nos situamos en la casa de Harper, de noche. Joan no puede dormir y su tía la intenta tranquilizar. Muy poco a poco Joan le va desvelando a su tía que ha visto por la ventana a su tío en el jardín golpeando a niños ensangrentados antes de subirlos a un camión. Su tía al principio intenta negarlo todo, pero luego le dice que ha visto cosas que no tenía que haber visto, y que no debe contarlas para no ponerles en peligro. Le cuenta que estaba ayudando a escapar a unos niños que habían sido heridos, y que si vio a su tío golpear a alguno es porque era un traidor. Le dice que forman parte de un movimiento para poner las cosas en orden.

Varios años después, Joan y Todd hablan sentados en un banco de trabajo en una fábrica de sombreros, durante 6 escenas, una por cada día de trabajo. En la primera se ve que es el primer día de Joan, y hablan de cosas variadas. Al día siguiente los sombreros con los que trabajan están mejor decorados, y Todd le habla de protestar por los contratos de trabajo que tienen. Al tercer día los sombreros se hacen más grandes, y siguen mencionando lo mal pagados que están. El cuarto día los sombreros son enormes y absurdos. Todd se plantea tomar medidas con el problema de los salarios. Al día siguiente, una fila de prisioneros de camino a ser ejecutados llevan cada uno un sombrero, a cada cual más extravagante. En la última escena, Joan y Todd comienzan a trabajar con los sombreros, y nos dan entender que Joan ha hecho esta semana los mejores sombreros, y que estos se queman con los prisioneros, lo cual les da pena. Todd dice que habló con el jefe y o le echa o le sube el sueldo. Joan dice que si se va, renunciará. Se les nota muy unidos.

Muchos años después, nos encontramos de nuevo en la casa de Harper, de día esta vez. Harper y Todd mantienen un desconcertante diálogo, mientras esperan a que Joan despierte, después de haber recorrido sola un largo camino por lugares en guerra hasta llegar a lugar seguro. Harper y Todd hablan de animales y otros colectivos (dentistas, programadores, canadienses) como si fueran a elegirlos para formar alianzas para luchar en una guerra. Harper parece recriminar a Todd que no sabe a quien elegir, y aunque Todd le muestra que tiene experiencia (la cicatriz), Harper le dice que se tiene que ir, y justo entonces sale Joan de la habitación y se echa en los brazos de Todd. Harper le dice a su sobrina que ha arriesgado la vida viniendo sólo para estar un día con su marido, y le dice  que después de dos años no sabe apenas nada de ella. Joan responde que claro que la habrán visto, pero nadie sabía porque se marchaba. Y durante un largo párrafo cuenta todos los horrores que vio y que tuvo que pasar hasta llegar hasta allí.

 

La obra se desarrolla en dos espacios diferentes: en la primera escena nos situamos en la casa de Harper, no se especifica en que parte exactamente. En la segunda nos situamos en una fábrica de sombreros, la pareja se sienta en un banco de trabajo. Y en la última escena volvemos a la casa de la tía de Joan, sin especificar tampoco en que parte.

 

El texto contiene también muy pocas acotaciones temporales. Tan sólo se nos dan al principio de los distintos actos. La primera es de noche. La segunda es años después, durante seis días seguidos (una escena por día). Y la última escena sucede muchos años después de la primera, y de día. Las rupturas temporales, con muchos años entre los actos, dejan demasiado a la imaginación del espectador.

 

El lenguaje es bastante sencillo, y parece que trufado de metáforas que no están al alcance de cualquier lector.

 

Opinión personal

Esta es, con mucho, la obra de teatro que menos he entendido de todas las que he tenido el placer de leer o ver representadas. Cuando comencé por el primer acto, albergué esperanzas de que me llevara a alguna parte, era más o menos lineal y legible. El segundo acto me empezó a alertar de que me estaba perdiendo el sentido del texto por alguna parte (la utilidad de los sombreros y los temas de conversación que nunca sabes que significan realmente). Pero lo peor fue llegar al tercer acto y comprobar que los diálogos tienen tantas posibilidades de ser absurdos como palabras hay en el diccionario. Tiendo a pensar que todo ese diálogo entre Harper y Todd es una manera de aislar y convertir en extraña y marciana la maquinaria de la guerra. Es posible que lo que intenta Caryl Churchill sea esto, que adoptemos una visión reducida y absurdamente familiar de lo que supone la guerra, como si en ella sólo intervinieran tres actores, con sus miedos, esperanzas, verdades y frustraciones. Es posible que esos extravagantes diálogos sólo sean una forma de poner en evidencia aun mas clara lo absurdo de la guerra. Es posible que la autora sólo quiera que se le preste atención, y que el espectador reflexione, sea cual sea la conclusión que saque. Es posible. Al fin y al cabo, todo es posible con un actor, un texto y un público dispuesto a escuchar.