Henrik Ibsen. Hedda Gabler
La Pavana/Teatres de la Generalitat
Dirección: Rafael Calatayud. Versión: Rodolf Sirera.
Reparto:
Amparo Ferrer Báguena (Hedda
Gabler). Mamen García (Julia Tesman). Carlos Vicente (George Tesman). Resu
Belmonte (Elvsted). Carles Sanjaime (Ludvorg). Manel Barceló (Juez Brack).
Ayudante de dirección: Empar Canet Espacio escénico: Rafael
Calatayud
Proyecto de escenografía: Tono Herrero i Aureli Doménech
Diseño de iluminación: Rafael Calatayud & José Martín Márquez
Vestuario:Rocío Cabedo. Proyecto gráfico: Reileck
Realización audiovisual:
Adolfo Muñoz Coreografia: Manel Barceló
Entrenamiento actoral: Isabel Rocatti
Carpintería: Fet d’Encàrrec. Pintura: Nacho Mozos
Sastrería: Vicenta Marco, Felipe Alamillos, Tere, Emi, Maru
Peluquería: Inma Fuentes. Jefe Técnico: José Martín Márquez
Técnico Audiovisuales: Josep Maravilla. Maquinista/Regidor: Álvaro
Gómez
Transportes:Transjoma. Material Técnico: Same
6 de octubre de 2004. Teatro Rialto. Valencia.
Dramatis personae
Hedda Gabler: Hedda es la hija del famoso general Gabler, y cuando era pequeña se acostumbró a los lujos de la vida de la clase alta. Su nombre de casada es Hedda Tesman, al empezar la obra vuelve de su luna de miel con su marido, Jorge Tesman, un escritor con buenas perspectivas, pero que no satisface el nivel que exige Hedda. Es una inteligente, impredecible y mentirosa mujer que no duda en manipular a sus amigos y a su marido a su antojo. Altiva, fría y elegante en su forma de vestir, de hablar y de moverse. Amenazante y agresiva con todos.
Julia Tesman: Llamada Tía Julia en la obra, es la tía de Jorge Tesman y equivale casi al papel de su madre. Intenta caer bien a la exigente Hedda, pero las diferencias de clase lo impiden. Julia vive con la Tía Rina, también tía de Jorge, que está muy enferma. Desea que su sobrino tenga un niño con Hedda. Discreta, tímida y amable en sus formas y en su vestuario. Transmite una ternura palpable.
George Tesman: Es un intelectual y cordial escritor que intenta desesperadamente complacer a su joven esposa, y a veces no advierte como ella le manipula. De hecho, parece muy poco avispado para su edad, por eso cuando irrita a Hedda el público tiende a simpatizar con ella. Tesman espera conseguir un importante puesto de profesor de historia, y al principio de la obra parece que su mayor rival, Ludvorg, no truncará sus aspiraciones. Sobrio y estirado en su tono de voz, y en su vestuario, pero amable y educado en sus forma de desenvolverse.
Elvsted: Es una dócil pero en el fondo apasionada mujer, que vivía con su marido y sus niños, y con Ludvorg como tutor de estos. Elvsted estuvo muy cerca de Ludvorg como secretaria personal, ayudandole a escribir su obra maestra y a superar algunas dificultades personales. Cuando deja a su marido y vuelve a la ciudad, busca la ayuda de los Tesman, por el miedo que tiene de que Ludvorg vuelva a beber. Fue compañera de clase de Hedda, y recuerda haber sido atormentada por ella. Frágil y mucho más sencilla que Hedda en la ropa, en el tono de voz y en su forma de moverse por el ring.
Ludvorg: Genial escritor, y el mayor competidor de Jorge Tesman. Tras una serie de escándalos con la bebida, vuelve a la escena pública para presentar un libro de historia de gran éxito, y tiene un nuevo manuscrito aún mejor. Elvsted colaboró estrechamente con él en ambos libros. Tuvo una intensa relación con Hedda en el pasado. Con una ropa, un estilo y unos movimientos mucho mas libres y creativos que los de los demás personajes, para resaltar su genialidad. A veces demasiado agitado.
Juez Brack: Brack es un juez amigo de Jorge y de Hedda, y visita su casa con frecuencia. Tiene muchos contactos y siempre es el primero en informar a Jorge sobre el progreso en sus aspiraciones profesionales. Disfruta metiendose en los asuntos de los demás, y es un tipo cínico y mundano. Ropa elegante, adulta, sobria, y seguridad en el tono y en los movimientos.
La obra se desarrolla en un sólo espacio, el salón de la casa de los Tesman, dominado por un ring en donde se desarrollan los diálogos y la acción, dejando la escasa escenografía que lo rodea (sillas) para acciones secundarias, en otras habitaciones de la casa. Dicho ring representa una reafirmación del carácter de Hedda, encerrada en su mundo helado de pistolas y agresividad. Todo el que se enfrenta a Hedda en el ring pierde, y ella solo baja para la escena final, para morir. Una majestuosa lámpara de araña de cristal corona el escenario, simbolizando ese nivel que exige Hedda en todo. Al fondo una pantalla dispuesta para mkostrar imágenes de un proyector, en concreto tres distintas: normalmente un cielo nublado, el fuego que representa la consumición del libro y de el sueño de Ludvorg, y la misma Hedda muerta en el suelo tras el suicidio.
La iluminación pretende destacar la acción del ring, con una buena iluminación en esta zona que se va oscureciendo hacia los lados del escenario, hacia las sillas que forman parte de la escenografía secundaria. En general con una iluminación sencilla se consigue casi el ambiente del cine negro, aunque con algunos efectos interesantes (la luz de la mañana).
Se utiliza un vestuario elegante, realista, pero más bien histórico, de la época en la que Ibsen sitúa la obra.
El atrezzo es limitado pero significativo, con el manuscrito de Ludvorg, y la pistola de Hedda como elementos principales. También el sombrero de Tía Julia al principio como elemento para mostrar el desprecio de Hedda. También la ausencia de calzado en los pies de Hedda, para resaltar su profunda sensibilidad, son de algun modo parte del atrezzo. Los únicos muebles serán esas sillas rodeando el ring.
El ambiente en la sala fue de atención y respeto por la obra y los actores, y el público mostró su satisfacción con lo que habían presenciado en las últimas dos horas con un sonoro aplauso.
Opinión personal
La obra que nos presenta esta compañía se basa, como el texto de Ibsen, en el fuerte carácter de la protagonista que da nombre a la función: Hedda Gabler. Creo que cualquier valoración personal de esta obra ha de tener en cuenta la impresión que causa en uno dicho personaje. Y en esta valoración es donde entra la conveniencia o no del ring como espacio esencial de la escenografía, quitando habitaciones del texto original y por tanto movilidad a los personajes, pero dando nuevos y riquísimos matices simbólicos al gran personaje de Hedda. Al margen de este personaje, y analizando el texto de Ibsen, podemos constatar pocos cambios e el diálogo de la obra, solo suprimiendo el personaje de la criada Berta, y explicitando más pronto el embarazo de Hedda, así como la atracción de Brack. Poco puedo o debo argumentar en contra de esta obra, muy intensa a mi juicio (tanto que a veces las actuaciones me parecieron un poco forzadas o exageradas), con pasiones mas extremas de las que me desprendió el texto. Al ser una obra marcadamente realista no obstante, quizá las casi dos horas de la misma parecen un tanto excesivas. Con todo, mi experiencia fue gratificante, y todo cuanto obtuve de ella.