Muestran un alto grado de competitividad el hijo adolescente y el hermano de la madre. El adolescente es capaz de dejar de hablar con tal de conseguir que le dejen ir a la escuela aérea (considera que este comportamiento individualista puede llevarle a cumplir su objetivo). Su sueño se perturba en la escena que descubre que es daltónico. De este modo la película muestra que para lograr algo no basta la constancia, el empeño y tener las cualidades que el sistema social atribuye a los ganadores (competitividad, individualismo, etc.);  el azar juega un papel muy decisivo.

            En el caso del  hermano de la madre, se intentan manifestar las consecuencias que pueden derivar del aislamiento y la soledad que ocasiona la rivalidad y la búsqueda de éxito. Su fracaso sentimental y profesional por no ser considerado el mejor conocedor de Proust lo lleva a ser expulsado de la Universidad en la que trabaja e intentar suicidarse. Un ejemplo, de su carácter competitivo se encuentra en la desolación que siente al descubrir que su rival ha publicado un libro sobre Proust por el que ha recibido muchos halagos.