La primera edición de "Las Bodas de Isabel de Segura" fue inesperada, sorprendente, irrepetible.         La gente no daba crédito a lo que veía ese fin de semana del 13 al 16 de febrero. Hubo una boda en la Catedral, donde los contrayentes -Juan Bautista Segarra (Valencia) y Mari Carmen Mur (Tortajada, Teruel)- y sus "séquitos" iban ataviados con extraños trajes medievales. En plena plaza del Torico se bailaban vistosas danzas, había un mercadillo medieval, repleto de actividades y animación; Diego de Marcilla llegaba a caballo por la Andaquilla...

Apenas había unas docenas de trajes de época incluyendo los de la colección "Qalin Tirwal", serie diseñada por Raquel Esteban, que bajo su dirección fué elaborada por la Asociación de amas de casa de Báguena en un curso organizado por la Asociación de mujeres empresarias de Teruel. Nació el grupo de danza medieval "Albishara", y en un tiempo "récord" fue casi imposible organizar todo, con la ayuda de amigos, conocidos, familiares . Para la parte central del teatro se sumó uno de los grupos de la ciudad "Espantanublos" que en ese momento contaba con dos actores disponibles. El resto de papeles fueron interpretados el grupo de teatro del instituto Francés de Aranda        A pesar de estos escasos efectivos y gracias al buen tiempo, el resultado desbordó todas previsiones: la gente se echó en masa a la calle, y era emocionante ver a muchas personas llorando en la muerte y el entierro final. Un fin de semana de locura que dejó un buen sabor a todos los turolenses. Tal éxito fue, curiosamente, el enemigo de la fiesta.        Solo se enteraban de la representación los que estaban en primera fila, y todo el mundo quería coger un buen sitio. Los actores, a pie o a caballo, estaban tan mezclados con el público que se veían en apuros para actuar. Se dieron situaciones tan rocambolescas como la de una mujer que, tozudamente, impedía el paso -decía que quería "colarse"- ¡a la actriz que, ataviada de época, tenía que entrar en escena para hacer el papel de Isabel de Segura!