HISTORIA DE LA FIESTA
DE LAS BODAS DE ISABEL DE SEGURA
AÑO2003
Cada vez más fiesta

        Las líneas maestras que marcan el desarrollo de Las Bodas de Isabel quedaron definidas desde la primera edición, pero eso no quiere decir que sean unas fiestas que repiten el mismo guión año tras año. Igual que el nuevo modelo que presenta un fabricante de automóviles tiene que superar en todos los aspectos a la versión anterior – ser más bonito, más amplio, más cómodo, más potente- y dotado de las últimas tecnologías-, las séptimas Bodas dejaron pequeñas las del 2002.

        Los grupos organizados confirmaron su crecimiento imparable, el número de espectáculos aumentó notablemente, la representación teatral del drama de los Amantes resultó espectacular, el ambiente general que respiraban las viejas calles de Teruel parecía salir del Túnel del Tiempo. Todo fue a más, en cantidad y calidad.
        El tiempo fue propicio, entre los visitantes cada vez más no vienen por vez primera, las fiestas fueron acogidas por más interés y el resultado dejó satisfecho a todo el mundo; solo hubo que lamentar que una mujer resultó herida por asta de toro durante los multitudinarios festejos.


       El mercado medieval amplió sus dimensiones para llegar a cubrir gran parte del casco histórico; los propios comerciantes contaban que ningún sitio habían conocido uno de tales dimensiones, ni tampoco con un porcentaje de público tan elevado vestido a la usanza medieval.


Tras la boda

       Comerciantes y particulares se esmeraron más en preparar un escenario acorde a la época de Isabel y Juan Diego, una de las novedades fueron las exhibiciones de cetrería y la presencia de asnos y dromedarios, ¡Teruel realmente era una ciudad del siglo XIII!.
       Más es el término que define la pasada edición de Las Bodas de Isabel de Segura. Más participativas, más grandes, más emotivas, más de todos, más fiesta. Y el próximo febrero de 2004 tendremos que decir lo mismo, Más.



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