Obra: The Real Thing, Tom Stoppard, ed. Faber and Faber, Londres, 1982

 

         Carlos Rubio Alcalá- Grupo B

 

            En The Real Thing se produce un juego metateatral organizado en torno a dos ejes principales: la profesión de escritor como algo reservado a unos pocos elegidos o algo que cualquiera puede hacer; y la vida matrimonial, la infidelidad y el sexo. En ella, Henry es un escritor de teatro casado con Charlotte, a quien es infiel con Annie. Su matrimonio se rompe, pero rehace su vida con Annie, quien le convence para que adapte para el teatro los escritos de Brodie, un soldado en la cárcel de forma supuestamente injusta. A partir de ahí, su vida se mueve entre el amor y desamor por Annie, su vínculo con Charlotte, con quien tiene una hija, su desprecio hacia lo que escribe Brodie, y su incapacidad para escribir una nueva obra de teatro que lo lance a la fama y el prestigio de una vez por todas.

            Henry es el personaje principal. Se ha señalado a menudo que es el personaje más autobiográfico de Stoppard, y probablemente lo sea: los dos son dramaturgos, los dos son amantes de los juegos de palabras y de utilizar el lenguaje de forma de forma inteligente. Charlotte es una mujer algo fría, que no desea perder a su marido pero no parece demasiado afectada cuando esto ocurre. Annie, por el contrario, es más pasional: puede aparecer como alguien adorable (“Sorry, sorry, sorry. I’ll be good. I’ll sit and learn my script”, p.38), o muy colérica (“Oh shut up! I can’t bear you agreeing with me just to keep me quiet. I’d rather have your sarcasm”, p.50). Hay otros personajes menores, como Max, Debbie o Brodie. Lo más importante acerca de todos los personajes en esta obra es que se comportan de forma muy humana: sus enfados y alegrías son normales, no viéndose poseídos por violentos arrebatos de héroe trágico, ni siendo meros productos intelectuales como en la mayoría de las obras de Stoppard.

            El escenario cambia con frecuencia, pero los elementos que forman la escenografía son sencillos, por lo que no resultaría difícil cambiarlos entre dos escenas, para formar dos casas diferentes o el grupo de asientos del vagón de un tren. El autor no da indicaciones precisas acerca del tiempo en la obra, pero no resulta difícil deducir que éste pasa: nos encontramos con parejas nuevas formadas entre escena y escena, con escenarios a medio montar representando mudanzas…

            La obra está dividida en dos actos, pero la división realmente importante es en escenas: doce en total. Como hemos indicado, hay en esta obra escenas que representan escenas de otra obra, que escribe Henry, “House of Cards”. La división en escenas permite al autor combinar realidad y ficción de una forma que confunde al espectador y que agrada mucho al escritor, como vemos en otras obras suyas.

            Los personajes, al hacerse más humanos, también utilizan un registro más coloquial que en otras obras de Stoppard, por lo que el lenguaje es a menudo más accesible que en , por ejemplo, Rosencrantz and Guildenstern are Dead.

            The Real Thing está considerada como una de las mejores obras de su autor, si no la mejor de todas. Esto se explica, además de por la mayor calidez de sus personajes y diálogos, por lo inteligente de su estructura, en la que teatro y metateatro se mezclan en medio de grandes conflictos humanos que son a la vez completamente verosímiles.