Placeres mediterráneos de la isla de Chipre


Placeres mediterráneos


   Un país con tanto sol no puede sino tener hermosas playas para refrescarse. Las regiones más populares entre los temporadistas son Agia Napa, Lemesos (Limassol) y Páfos, ésta última incluída además en el catálogo de la UNESCO como Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad, no en vano en sus costas emergió Afrodita (Venus), la diosa de la belleza y el amor. Páfos era el centro de su adoración y por ende hay muchos templos antiguos en su honor. Al divisar la paralía (playa en griego) destaca el brillo de las arenas doradas, que en contraste con el sol y el profundo azul que caracteriza las costas mediterráneas, no se puede sino pensar que se está en tierras divinas. En verano el sol cae después de las nueve de la noche, por lo que los bañistas se ven por doquier hasta la madrugada, eso sí está prohibido montar carpas por ahí.

Comida Tradiciónal del país

   Lo ideal es irse a donde la diversión dura hasta el amanecer, como en Agia Napa, famosa por sus clubes nocturnos. Aunque hay discotecas y bares con música moderna, los sitios perfectos para conocer la vida nocturna autóctona son las tabernas, en donde todas las noches hay música tradicional en vivo y bailarines nativos espontáneos que ejecutan las danzas típicas y dejan a los turistas con ganas de unírseles a pesar de que no es tan fácil como parece. Cuando la gente se relaja y vuelve a sus mesas, recibe la visita de un señor con cara alegre que anda con una botellita congelada en sus manos para ofrecer un líquido transparente a quien quiera probar. Hay que aceptar. El señor se lo servirá en unos vasitos de vidrio pequeños y uno entenderá por qué está tan fría la bebida apenas se la tome y la garganta quede encendida por un buen rato. El nombre del poderoso líquido: Zivania, según ellos es una especie de whisky chipriota hecho con los sobrantes de las uvas fermentadas y con 51° de alcohol. Otro licor parecido pero menos fuerte aparentemente es el Ouzo (netamente griego), que también se toma en vasitos pequeños, como para querer repetir.

Horno tradiciónal

   A la hora de comer la oferta es muy variada, y no puede ser de otra manera considerando que la gastronomía de Chipre es una mezcla entre griegos, turcos, armenios, libaneses, sirios, italianos y franceses. Eso sí, hay que sentarse a la mesa bien dispuestos porque los platos llegan uno tras otro. Primero la ensalada típica griega: con aceitunas negras, queso feta, tomate, cebolla, orégano, mucho aceite de oliva y sal; luego llegan los dips o aderezos como el tahíni (pasta de sésamo), la skordaliá (ajo mezclado con pan rallado, queso feta, aceite, limón y pimienta) y el talatouri (tahíni con limón, sal y ajo) que se pueden comer con pan o como salsas para las comidas que vendrán. Ya entrando en los platos fuertes predominan los productos del mar. Aparece el pescado asado en parrillas de leña y aderezado con limón o el oktapódi krasato, que es pulpo cocinado con vino. Vendrán después croquetas de cangrejo, langostinos, calamares, pastelitos de hojaldre con queso (bourekia), pourgouri (trigo cascado) y si caben: los postres, que son generalmente rollos de hojaldre rellenos de almendras y otros frutos secos exquisitos empapados en sirop.

Horno tradiciónal

Horno tradiciónal

Horno tradiciónal

   Los vinos nunca faltan en la mesa. Chipre tiene 4000 años de tradición vinícola. El más conocido comercialmente es el Comandaría, rojo y muy dulce, que data del año 1191. Entre los vinos blancos destacan el Amathus, el Arsinoe y el Kolossi. Llevarse una botella de vino chipriota es, sin duda, un buen souvenir, como también los son los quesos: Halloumi, Kefalotiri o Kaskavadi (ideal para sandwiches) y el Anari (similar al queso ricota). Los objetos típicos de la isla: manteles bordados a mano, platería, pulseras, cerámica, cestas hechas con caña, tejidos de seda y lana, etc., no sólo se consiguen en los centros de las ciudades sino también en Cyprus Handicraft Service, una cadena de tiendas de artesanías con sucursales en Nicosia, Limassol y Lárnaca. Indudablemente, vale la pena conocer un lugar tan exótico como Chipre, mezcla de diferentes culturas, característica que ha contribuido a que sea un destino diferente y excitante para el viajero.

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