LA VILLA
De origen musulmán, aunque posee algún yacimiento arqueológico romano, Navajas estuvo poblada hasta 1609 por moriscos. Tras la expulsión de éstos, fue repoblada al año siguiente por cristianos procedentes de otros pueblos de la Comarca del Alto Palancia. En 1636, Navajas accede a la condición de municipio y, el mismo año, el justicia Roque Pastor planta un majestuoso olmo que podemos encontrar en la plaza del centro de la población. La villa es donada en 1238 al obispado de Segorbe, estando después dominada por numerosos nobles de los que el último fue el de Dos Aguas.
El casco urbano presenta dos partes muy diferenciadas: la zona residencial y el casco antiguo. La zona residencial se extiende desde la entrada del municipio hasta el final de la calle Valencia, donde podemos observar las majestuosas villas con cuidados jardines que datan de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Navajas ha sido, y sigue siendo, un lugar de veraneo, por lo que la zona residencial se ha ido ampliando con el paso de los años, hasta las afueras de la población. En la actualidad, la zona residencial está ocupada por numerosos “chalets” que se han construido en los últimos años y algunos, muy llamativos por su modernismo.
El casco antiguo, representa el centro urbano de la villa, en el que podemos encontrar calles estrechas y empinadas de trazado morisco. La calle Mayor, es la calle principal de Navajas, en la que se encuentran los establecimientos comerciales y, a medida que descendemos por ella nos encontramos de frente con la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción que data del siglo XVIII. En cuyo interior alberga la reliquia de la Virgen de la Luz (patrona del municipio), un crucifijo de marfil de gran valor y dos esculturas (la Virgen de los Dolores y el Cristo Yaciente) obra del escultor Manolo Rodríguez.
Muy cerca de la iglesia, encontramos la Plaza del Olmo lugar de encuentro y reunión para sus habitantes, y que es llamada así por el enorme olmo que hay plantado en el centro. En la misma plaza, se halla la antigua casona del Ayuntamiento (S.XVIII), que próximamente será habilitada como museo del conocido escultor “navajero”, y que hemos citado anteriormente, Manolo Rodríguez. Otras de sus obras en Navajas: un relieve en la fuente de la Plaza del Olmo y una escultura de una pareja de novios, que representa la leyenda del “Salto de la Novia”, y que se encuentra en la calle que lleva su nombre.
Ya en las afueras de la población, en la montaña del Altomira, encontramos una torre circular árabe del siglo XI, que en la actualidad se encuentra dentro de un recinto privado. A pocos metros de la torre, pasa la antigua “Vía Minera”, antiguos trazados ferroviarios por donde se transportaba mineral de hierro, desde las minas de Ojos Negros (Teruel) hasta los altos hornos del Puerto de Sagunto. Hoy en día, es conocida como la “Vía Verde de Ojos Negros” de 70 km. de longitud que constituye un instrumento ideal para promover el ocio y el deporte al aire libre, además sirve de itinerario peatonal entre los habitantes de las zonas comarcales que atraviesa. A su paso por Navajas, hay que destacar la antigua Cantera donde se recogían piedras, que junto con el hierro y el carbón, se obtenía el acero.
También el Pantano o Embalse del Regajo, a 3km. de Navajas, y que sirve de lugar de acampada y recreo para muchos turistas, donde pueden practicar deportes como: natación, piragüismo... Desde la zona del Altomira, lugar donde además está situado el Camping “Altomira” de 1ª categoría, se divisan espléndidos paisajes de las sierras de Espadán, Calderona y el valle del Palancia.
Navajas se encuentra bordeada por el río Palancia, y a su paso por la población podemos hallar diversas fuentes que destacan la importancia del agua: el Baño, San Rafael, la Gilda, la Bañola, del Cañar, del Lugar, de la Peña, del Hierro o los 13 caños, de la Luz, Mosén Miguel y del Curso, muchas de ellas con propiedades mineromedicinales. A todas estas fuentes, se une también el manantial de la Esperanza, del que se abastecen los pueblos de Segorbe, Altura y Navajas.
Pero el recurso más conocido y por el que más se apuesta desde los organismo oficiales (Ayuntamiento, Diputación Provincial,...), es el “Salto de la Novia”. Es el atractivo turístico que se presenta en ferias de turismo como Fitur y la Feria de Valencia. Un paraje natural, a orillas del río Palancia, rodeado de montañas rocosas y vegetación típica de la zona pinos, chopos, carrascas, alcornoques, matorrales, baladre...), donde la erosión y el agua han construido una gran pared de piedra que deja entrever “figuras” que hacen volar la imaginación del que las recrea. Un lugar de descanso y recreo para los turistas, ya que cuenta con una zona ajardinada y de baño. Desde allí, se puede contemplar la espectacular cascada del Brazal, de 60m. de altura, y a cuyos pies se encuentra el antedicho “Salto de la Novia”, lugar de una hermosa leyenda.
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