Ichigo Kurosaki es un estudiante de instituto de 15 años,
que tiene una peculiaridad: es capaz de ver, oír y hablar con
fantasmas. Pero no sabe hasta dónde puede abarcar la
clasificación de espíritus, ni lo que conlleva el saberlo.
Un buen día, una extraña chica de pequeña estatura que
viste ropas negras de samurai entra en su cuarto. Se
llama Rukia Kuchiki, y es una Shinigami (lit. Dios de la
Muerte). Ante la incredulidad de Ichigo, le explica que su trabajo
es mandar a las almas buenas o plus a un lugar llamado la Sociedad
de Almas, y eliminar a las almas malignas o hollows. Precisamente,
un hollow y la misma Rukia serán lo que desencadene el que la vida de
Ichigo cambie por completo… y la de la gente que le rodea.