En el otro lado de la precariedad laboral encontramos a los grandes directivos, "peces gordos" que dominan la situación y controlan y organizan la vida de sus empleados. A pesar de que no valen las generalizaciones sí es verdad que los jefes trabajan con un material muy especial: las personas. Y, en muchas ocasiones, juegan con éstas como si de productos de fabricación se tratara. La "pela es la pela" y el mercado una carrera por unos mayores beneficios. Se hace lo posible porque los números cuadren, porque el dinero suba y los salarios bajen. La situación se empeora cuando en tus manos está el destino de un país, esta vez sí, de un gran número de personas que en cierto modo trabajan para él. No es de extrañar que en este mundo economizado en el que vivimos los cuentos sea ya sobre la libre competencia y se busquen fórmulas para ver cómo se puede empeorar o mejorar la situación...

¿Por cuál te decides en la historia?

Libre competencia:

Pruebas matemáticas: