Diana Paricio Andrés |
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ESTIMULACIÓN PRENATAL.
Índice.
Página
2. Introducción: Definición de estimulación prenatal ........................................ 4
Para aumentar el bienestar de la gestante y el feto ..................................... 8
Este trabajo esta orientado hacia un interesante tema de actualidad, la estimulación prenatal. Definida como un conjunto de actividades que realizadas durante la gestación enriquecen al niño por nacer en su desarrollo físico, mental, emocional y social. Ello se logra a través de una comunicación afectuosa y constante entre el niño y sus padres desde el embarazo.
El feto desde finales de la segunda mitad del siglo XX se perfila como una criatura capaz de percepciones sensoriales diversas, con una variada actividad motriz, explorador del medio intrauterino, ... etc., frente a los obsoletos esquemas del no nacido insensible, apático e ignorante. Esta nueva concepción del feto ha sido gracias a los progresos tecnológicos de las ultimas décadas como la sonografía, lo fotografía intrauterina o los ensayos radioactivos, que han permitido realizar un seguimiento de la conducta del feto a lo largo de toda la gestación. Así mismo, se han creado numerosos programas destinados a la estimulación prenatal dirigida al feto, al bienestar de la gestante y al fortalecimiento de la cohesión familiar y el vínculo.
El tema principal de este documento es la estimulación prenatal,
por ello estimo conveniente empezar definiéndola, para más
tarde adentrarnos en todo su entorno.
La estimulación prenatal se puede definir como el conjunto de acciones
que proporcionarán al niño las experiencias que éste
necesita para potenciar las capacidades y habilidades infantiles, desde
la fecundación, para desarrollar al máximo su potencial bio-psico-social.
La estimulación prenatal está basada en el desarrollo y maduración
del sistema nervioso central (centro del control de las vivencias del niño
y del futuro adulto) y en particular del cerebro, el que está constituido
por millones de células llamadas neuronas, las que se interrelacionan
entre sí formando las sinapsis (unión de una neurona con
otra), a nivel de las cuales actúan los neurotransmisores eléctricos.
La función de las sinapsis es integrar cada una de las neuronas
a un sistema nervioso complejo que definirá el futuro del niño.
Se ha podido detectar las sinapsis a partir del décimo séptimo
día de la fecundación. Al quinto mes del embarazo la cantidad
total y definitiva de neuronas del cerebro está determinada y empieza
el proceso de mielinización de los axones y arborización
dendrítica. La mielinización es importante porque facilita
la transmisión nerviosa (Niñó por nacer,2004).
Por lo anterior es recomendable que la estimulación prenatal se
empiece a temprana edad gestacional, ya que al desarrollar adecuadamente
la mayor cantidad de sinapsis neuronales, se aumentaría la capacidad
de comunicaciones en la masa cerebral, llegando a ser mas efectivas en
su función y mas perfecta en su estructura. Luego pues la capacidad
mental y cerebral habrá aumentado tanto como se halla estimulado
y apoyado tempranamente la conformación y funcionamiento del sistema
nervioso central.
Los inicios de la estimulación prenatal.
A partir de la década de los 80, gracias a numerosas observaciones científicas llevadas a cabo en distintos campos, como la Medicina, la Psicología, la Biología, la Genética, o la Física moderna, se ha dado un nuevo paso en la comprensión de la vida, al estudiar la vida en el útero.
Del viejo paradigma
que consideraba al bebé antes de nacer como un ser incapaz, que
no se enteraba de nada, que era algo así como tonto, ciego y sordo,
se ha pasado con todos estos nuevos estudios a un nuevo paradigma, que
nos va demostrando las capacidades tan maravillosas del bebé en
el vientre materno.
Fig.1.Una mujer amamantando a su
hijo (Weintraub, P.,1990).
Así, se
sabe que a partir del tercer mes de gestación sus sentidos ya están
formados, y el feto percibe las informaciones a través de todos
sus sentidos; es capaz de reaccionar ante esas informaciones, y las memoriza.
Se sabe también que los bebés en el útero son seres
sociables y comunicativos, que sienten el amor o el rechazo de su madre,
que sienten placer y dolor, que el estrés de sus madres les repercute
- no sólo emocionalmente, sino que incluso interfiere en la formación
de sus órganos -, que tienen cierto grado de conciencia...(Qué
es la estimulación prenatal,1990).
A pesar de que
estamos tan sólo en los albores de estos descubrimientos, ya nos
van demostrando que durante el periodo prenatal el ser humano construye
las primeras bases de su salud, de su afectividad, de sus capacidades de
relación (de su capacidad de amar), de sus facultades cognitivas
(inteligencia), e incluso de su creatividad.
Es importante
distinguir la educación de la instrucción. La instrucción
es la transmisión de conocimientos y de habilidades, y utiliza métodos
de aprendizaje. Pero al bebé en el útero no hay que enseñarle
nada, intentarlo sería arbitrario y peligroso; sería una
intrusión en el proceso de formación y ejerceríamos
violencia sobre él/ella.
En cambio el
objetivo de la educación es desarrollar las potencialidades del
ser humano y su adaptación al mundo. Y la educación se opera
a través de tres procesos esenciales: la impregnación, la
imitación, Identificación y la experimentación.
En el
periodo prenatal la impregnación es máxima, es celular. El
niño/a en el útero se impregna de todo lo que vive su madre.
Si los padres
están informados de que su hijo se educa al mismo tiempo que se
forma, tienen la posibilidad de evitar que reciba ciertas violencias y
pueden darle las mejores condiciones para su desarrollo más óptimo,
según su propia dinámica y su proceso natural.
Fig.2 .Bebe a los pocos meses de
vida (Vasquez, E., 2002).
Antes del nacimiento, la estimulación prenatal tiene por finalidad
facilitar la comunicación y el aprendizaje del bebé por nacer
mediante la realización de actividades y la aplicación de
las diferentes técnicas organizadas (auditivas, visuales, motoras
y táctiles), potencializando así el desarrollo físico,
mental y sensorial del niño por nacer.
Para una adecuada aplicación esas técnicas de estimulación
prenatal es importante considerar el desarrollo embrio-fetal, fomentando
la participación de la familia y comunidad.
Las técnicas más importantes de estimulación prenatal
son las siguientes:
1.Técnica Táctil :
“Se realiza a partir de la sexta a décima semana de gestación,
mediante la utilización de diversos instrumentos (masajeadores,
texturas), aplicados a nivel del dorso fetal, a través del vientre
materno. Su aplicación a diferentes presiones genera vibraciones
que se transmiten a través del líquido amniótico y
son captados por los nervios periféricos de la piel del bebé.
Este estímulo es transmitido a la médula espinal y luego
al cerebro, produciendo así cambios físicos como es el movimiento
del bebé”(Abran paso al bebe, 1990).
2.Técnica Visual :
“Se realiza en forma más efectiva a partir del cuarto mes de gestación;
con la utilización de la luz artificial y natural. Los fotones de
luz que llegan al feto a través de la pared abdominal de la madre
estimulada la retina ocular, siguiendo la vía por el nervio óptico
hasta la corteza cerebral, lo cual le permitirá al bebé en
edad temprana una mejor discriminación visual, así como una
mejor orientación y dirección (Abran paso al bebe, 1990).
3.Técnica
Auditiva :
La audición
es uno de los sentidos que conecta al bebé con el mundo exterior
y a su vez es uno de los que más se pueden estimular, ya que el
aparto auditivo del bebé se desarrolla aproximadamente a las 14
semanas de gestación, siendo entonces cuando empieza a captar los
sonidos externos e internos.
El sonido opera como un neurotransmisor interactivo actuando directamente
sobre el sistema neurovegetativo* celular e hipófisiario del feto,
dejando impreso un registro a modo de huella. Por ejemplo las sensaciones
producidas por la música van a quedar grabadas en el futuro bebé,
que lo remitirá una vez nacido a ese estado placentero que vivió
durante su gestación.
4.Técnica Motora :
“Se realiza a partir de las 10 semanas de gestación; ya que por
esos momentos se forman los canales semicirculares relacionados con el
equilibrio. La estimulación se realiza por las diferentes posiciones
que toma la madre durante el embarazo en su vida normal o a través
de los ejercicios físicos apoyados por una respiración adecuada.
El feto dentro del útero se informa de su posición recepcionando
si la madre se encuentra de pie o en una posición que afecte su
equilibrio intraútero, logrando así desarrollar el centro
del equilibrio del niño poniéndolo en alerta (Abran paso
al bebe,1990).
Para aumentar el bienestar de la gestante y el feto.
En la actualidad, una gran mayoría de programas prenatales no se
limitan a estimular al feto sino que constituyen auténticos programas
de intervención. Son técnicas para aumentar el bienestar
de la gestante y el feto, como por ejemplo : técnicas de relajación,
ejercicios para el fortalecimiento de la autoestima y la confianza en sí
misma, consejos nutricionales, estimulación sensorial dirigida principalmente
a la gestante ... etc. Que tiene como objetivo crear en torno a la mujer
embarazada una atmósfera tranquila, atractiva y variada para eliminar
el estrés del entorno cotidiano, proporcionándole una gran
sensación de bienestar, y a través de él, conseguir
esa sensación placentera para el no nacido. Al igual que enriquecer
sus experiencias y ayudarla a disfrutar de ese periodo especial, además
de potenciar sus sentimientos de seguridad física y emocional (Lafuente,
M.J., 2005, pp. 184-185).
Participación del padre y la familia.
La
intención real de la estimulación es ayudar a formar un niño
que sea capaz de afrontar la vida en el futuro, con sentido común,
coherencia, inteligencia y buen humor. Para ello es fundamental el rol
que día a día desempeñan los padres, estableciendo
un vínculo sólido y duradero, en un ambiente agradable y
tranquilo, donde pueda moverse y sentirse feliz.
Así mismo, la participación del padre y la familia en la
estimulación prenatal permite proporcionar un ambiente seguro y
lograr comunicar el amor que sienten por sus hijos, es la clave para lograr
un crecimiento y aprendizaje óptimos. Es importante que los padres
reconozcan que cada bebé es un ser único, individual, que
tiene sus propios ritmos, y así aprendan a interactuar con él
en forma natural.
Fig.3. Un tipo de estimulación
es acariciar el vientre materno (Manrrique, B., 1990).
En definitiva, la presencia del padre es importante en cuanto a su influencia en el desarrollo emocional, intrauterino del bebe. Algo tan sencillo como acariciar el vientre de su compañera embarazada o hablarle al bebe que está en el útero, constituye un buen ejemplo de lo que puede hacer.
Lo más
importante es que con las técnicas de estimulación prenatal
se enseña a los padres como proveer un ambiente seguro y amoroso
que motive a los niños a aprender desde antes del nacimiento.
Estudios realizados
por investigadores como Thomas R. Verny y René Van de Carr, han
revelado que los bebés estimulados muestran al nacer mayor desarrollo
en el área visual, auditiva, lingüística y motora; en
general duermen mejor, están mas alertas, seguros de si mismos y
afables, en relación a aquellos que no han sido estimulados. También
muestran mayor capacidad de aprendizaje por el hecho mismo de estar en
alerta y se calman fácilmente al oír las voces y la música
que escuchaban mientras están en el vientre materno.
Los estudios
demostraron que las madres que estimularon a sus bebés se mostraron
más seguras y activas durante el nacimiento y experimentaron mayor
éxito durante el amamantamiento.
Los bebés
estimulados y sus familias mostraron lazos más intensos y una mayor
cohesión familiar. La estimulación prenatal provee una base
duradera para la comunicación amorosa y las relaciones padres-hijos
(Quiroz, R.,2000).
Según
Edwin Villacorta Vigo, médico pediatra del prestigioso Colegio Médico
del Perú, afirma que la estimulación prenatal aporta muchas
ventajas al bebe, entre las que destaca :
· Mejora la interacción
de los padres con el bebe en formación.
· Optimiza el desarrollo
de los sentidos base para su aprendizaje.
· Asegura la salud física
y mental del niño por nacer.
· Desarrolla el vínculo
afectivo niño-padres-familia.
· Desarrolla la comunicación,
lenguaje , vocabulario, coordinación visomotora, memoria, razonamiento
e inteligencia social, funciones básicas para iniciar y continuar
con éxito la educación formal.
Según Liliana López, quien se rige con las pautas de la Organización Mundial de Asociaciones de Educación Prenatal (OMAEP), cada uno de los estudios comprueba que el bebé por pequeño y frágil que parezca, siente y se da cuenta de todo lo que ocurre a su alrededor: percibe los estados anímicos de la madre, oye cuando le hablan y aunque sea en forma rudimentaria comienza a reconocer las voces y sonidos más familiares. Por este motivo, resulta fundamental comenzar a “educar” al futuro hijo desde el embarazo.
En definitiva, la especialista insiste en la necesidad de preferir aquellos estímulos que se dan en forma natural, antes que los producidos artificialmente con el fin único de provocar reacciones en el bebé, pues el exceso de actividades podría sobreestimularlo antes de su nacimiento.
Según María Josefa La fuente, los efectos más destacados de distintos programas de estimulación/intervención prenatal son, fundamentalmente, los siguientes :
1. La estimulación produce
cambios en la morfología y en el funcionamiento del celebro, porque
potencia la sinaptogénesis y la intervención de las áreas
cortical y subcortical.
2. Por el contrario, la privación sensorial produce una decadencia, a veces irreversible, en la morfología funcional del cerebro y que durante los estadios tempranos del desarrollo una estimulación escasa puede iniciar un déficit en la organización neural y un retraso en el desarrollo global.
3. Durante la gestación
el desarrollo de las estructuras nerviosas y particularmente del cerebro
es muy rápido, lo que conduce a un elevado grado de plasticidad.
4. A pesar de las afirmaciones precedentes,
no conviene tampoco lo sobreestimulación, porque el desarrollo cerebral
requiere tanto excitación como inhibición de las sendas neurales,
y la sobreestimulación neutraliza la inhibición.
En síntesis, aunque la estimulación en principio parece que pueda resultar beneficiosa para el desarrollo de las estructuras orgánicas sobre las que se asientan diversos aspectos de nuestro desarrollo ( motor, cognitivo, etc. ), y una estimulación deficitaria puede originar retrasos en esos mismos aspectos, deberemos tener en cuenta variables moduladoras como la frecuencia, la intensidad, la fecha de comienzo, los momentos más apropiados para su administración, e incluso el tipo de estimulación y su calidad, para que sea adecuada al nivel de desarrollo del no nacido y pueda ser asimilada por él sin sobresaturarle y sin alterar su bienestar.
Se ha podido comprobar que al aplicar ejercicios de programas sobre estimulación prenatal, al requerir un tiempo de dedicación y de focalización del pensamiento hacia el no nacido, conduce a favorecer ye intensificar de modo indiscutible la vinculación afectiva hacia el, siendo ésta la base más sólida para el desarrollo de unas buenas relaciones padres-hijos dentro de un clima de armonía familiar.
Por último
debe añadirse que la gestación es un momento propicio para
que profesionales como los obstetras, los asistentes sociales, las matronas
o los psicólogos, guíen a los futuros padres, ya que estos
suelen mostrarse mucho más receptivos a consejos y orientaciones,
que en momentos posteriores al nacimiento del niño (Lafuente, M.
J. ,2005, 176-184).
Desde el momento en que se ingresa en la clínica, la embarazada debe observar las normas hospitalarias. Confianza en su habitación, es posible que se encuentre con un interminable torrente de enfermeras, médicos internos e incluso residentes que continuamente la someten a exámenes y pruebas. Como los miembros del personal son expertos y ella no, la embarazada tiene la sensación de que los demás saben más que ella misma de su propio cuerpo. Es probable que gradualmente se le vayan delimitando los sentidos de individualidad, autoestima y autocontrol. Y por muy claramente que pueda expresar sus necesidades o sus inclinaciones, es probable que los bienintencionados profesionales médicos que la rodean insistan en que los deseos de la madre no vienen al caso y hagan prevalecer sus propias opiniones.
Esta situación provoca un grado de tensión que,obviamente, puede aumentar la angustia. Y un alto nivel de angustia puede dificultar el proceso de nacimiento al disminuir la eficacia de las contracciones e intensificar la tensión muscular. Más tensión muscular provoca más dolor, y más dolor genera más angustia.
El miedo y la tensión nos lleva a todos a refugiarnos en una pauta de “ ataque o fuga “. Un resultado de esta reacción fisiológica innata ante el estrés es el desvío de la sangre desde los órganos internos, como el útero, hacia los grandes músculos. El sistema está muy bien para alguien que tiene que escapar de un león, pero no es tan adecuado para alguien que está de parto, porque después de todo, si la sangre se aparta del útero, se apartará también de bebé.
A medida que el dolor y la ansiedad van en aumento, es probable que el personal del hospital, en su intento de ser útil, ofrezca calmantes a la parturienta. Esta medicación, a su vez, disminuirá el ritmo de las contracciones. Cuando las contracciones se hacen más lentas, ya son los propios médicos los que se angustian, y entonces pueden reaccionar con intervenciones tales como el fórceps, una inducción medicamentosa de las contracciones con citosina o incluso una cesárea.
Como se ve, es muy fácil que la moderna experiencia de dar a luz se vea despojada de todo carácter personal. Las gratificaciones disminuyen, y hacen aparición una multitud de problemas.
No es nuestra intención sugerir que evites la clínica y tengas a tu bebé en casa. Aunque eso podría ser lo mejor desde el punto de vista psicológico, los estudios demuestran que el nacimiento en casa no es tan seguro como el nacimiento en un centro hospitalario. Una buena solución intermedia es escoger una clínica de, maternidad con personal bien capacitado, y equipado para atender emergencias, u optar por un hospital que tenga una sala de partos cómoda, silenciosa y de clima hogareño. E incluso teniendo tu bebé en un entorno hospitalario más convencional, si lo planeas de forma adecuada puedes asegurarte un alumbramiento en un ambiente emocional afectuoso y positivo.
El primer paso es encontrar un equipo obstétrico que valore más el contacto que la tecnología, profesionales que estén de acuerdo en que no se usarán monitores para controlar el corazón del bebé ni fármacos ni episiotomías ni fórceps, a menos que estos recursos sean realmente necesarios y tú estés de de acuerdo con ellos. Antes de ingresar en la clínica, asegúrate de que tendrás la libertad de caminar y pasear durante el trabajo del parto y podrás dar a luz en la posición que quieras. Y asegúrate también que a tu marido y a cualquier otra persona de tu elección ( un amigo, una amiga o algún familiar ) se les permitirá estar junto a ti.
Durante el proceso de dilatación ( trabajo del parto ) y el parto, usa todas las técnicas de armonización uterina que quieras [ Dichas técnicas, entre otras, se encuentran en el libro “ El vínculo afectivo del niño que va a nacer ”, donde te explica un programa de nueves meses para tranquilizar, estimular y comunicarse con el bebé ] (Verny, T. y Weintraub, P. ,1992, pp.217-219).
El feto puede ver, oír, experimentar, degustar y, de manera primitiva, incluso, incluso aprender en el útero. Lo más importante es que puede sentir, no con la complejidad de un adulto, si bien, de todos modos, siente.
Consecuencia de este descubrimiento es el hecho de que lo que un niño siente y percibe comienza a modelar sus actitudes y las expectativas que tiene con respecto a sí mismo. Si finalmente se ve a sí mismo y por ello, actúa como una persona feliz o triste, agresiva o dócil, segura o cargada de ansiedad, depende parcialmente de los mensajes que recibe acerca de sí mismo mientras está en el útero.
La principal fuente de dichos mensajes formadores es la madre del niño. Esto no significa que toda preocupación, duda o ansiedad fugaces que una mujer experimenta repercutan sobre su hijo. Lo importante son los patrones de sentimiento profundos y constantes. La ansiedad crónica o una intensa ambivalencia con respecto a la maternidad pueden dejar una profunda marca en la personalidad de un niño no nacido. Por otra parte, emociones intensificadoras de la vida, como la alegría, el regocijo, y la expectación, pueden contribuir significativamente al desarrollo emocional de un niño sano ( Verny, T. y Kelly, J. , 1988, pp. 7 – 10).
Las nuevas investigaciones también comienzan a dedicarse mucho más a los sentimientos del padre. Hasta hace poco, no se tenía en cuenta sus emociones. Últimos estudios demuestran que lo que un hombre siente hacia su esposa o compañera y el niño no nacido es uno de los factores más importantes para determinar el éxito de un embarazo.
· Bibliografía básica:
Gómez
Artiga, A. et al., (2005), Intervención temprana: desarrollo óptimo
de 0 a 6 años, Madrid:
Pirámide.
Manrique, B.,
(1999), Abran paso al bebe, Amphion Communications, (En línea).
Disponible en:
http://www.abranpasoalbebe.com/estimulaciónprenatal.htm
.
Quiroz, R., (2000), Padres Ok, (En línea). Disponible en: http://www.padresok.com .
Verny, T. y Weintraub, P., (1992), El vinculo afectivo con el niño que va a nacer, Barcelona: Urano.
Verny, T. y Kelly, J., (1988), La vida secreta del niño antes de nacer, Barcelona: Urano.
Villacorta,
E., (2004), Bebe sano, Colegio Médico del Perú, (En línea).
Disponible en:
http://www.geocities.com/bebesano/neoestimu.html.
Villacorta,
E., (2004), Niño por nace”, Ministerio de Salud del Perú,
(En línea). Disponible en:
http://www.minsa.gob.pe/portalminsa/efemerides/ninopornacer/npn3.htm
.
· Bibliografía complementaria:
Cabouli, J. L.,
(2000), La vida antes de nacer, Buenos Aires: Continente.