GRANDIOSIDAD Y BELLEZA ENTRE LA VANGUARDIA ARQUITECTÓNICA

 

No deja de resultar paradójico que la ciudad más antigua de las antípodas australianas, construída hace poco más de 220 años, sea en la actualidad uno de los paradigmas de la vanguardia urbanística. No podiamos hablar de otro lugar, más que de Sidney. Se encuentra al sudeste de Australia, a orillas de la amplia bahía de Jakson y rodeada de numerosos parques naturales que impregnan a los aires contemporáneos y urbanos de la ciudad de pinceladas de pureza y frescor, tan poco habituales en las grandes ciudades.

         No podiamos empezar de otra forma que no fuera hablando sobre el edificio emblema que identifica esta ciudad: la Ópera House, más conocida como la Ópera de Sydney. Edificado en las orillas de la bahía, en 1973 en forma de velas con brillantes azulejos de blanco nuclear, se alza como uno de los edificios más famosos en el mundo entero, especialmente desde los Juegos Olímpicos de 2000, en él celebrados; además de consolidarse como uno de lo paradigmas de la arquitectura contemporánea más vanguardista. Junto a la Ópera House, encontramos otra de las imágenes por antonomasia de todas las postales de la ciudad, el Harbour Bridge (el puente del puerto), perfilado en 1932 con un solo arco, el más grande del mundo. A sus alrededores, se puede disfrutar de más de 50 playas –destacamos Bondy y Manly- que condicionan la cultura de la ciudad, en la que el surf y las barbacoas en la costa son una manera habitual de socialización.

         Sydney es uno de esos destinos urbanos que fascinan y seducen al visitante. La razón puede ser desconocida al principio, pero pronto se racionaliza y comprende. Puede ser, probablemente, la suma del encanto que emana de su puerto natural, con el agua por doquier, su modernidad arquitectónica, sus medios de transporte marítimos, terrestres y aéreos, como el suspendido monorraíl que circunda la mayor parte del centro, su ambiente multiétnico, la frescura, tolerancia y naturalidad de sus habitantes o los contrastes implícitos en todo su ser.

Todos estos atributos son fruto den continuo ir y venir de pueblos a lo largo de toda su historia, que con el paso de los años se han convertido en ciudadanos de un mundo plurinacional y multicultural, en perfecta consonancia, superando las barreras culturales. Es curioso hallar una dimensión humana en todos sus recovecos, tratándose de una ciudad tan  poblada, moderna, mecanizada y grandiosa. Desde 1788, año en que la ciudad fue fundada por el colono británico Thomas Townshend, Lord Sydney; Sidney estuvo inmiscuída en las costumbres británicas, legado del que todavía se pueden encontrar resquicios, como el barrio de Paddingtong, emplazado a tres kilómetros al este del centro de la ciudad, en que podemos disfrutar de preciosos caserones de corte victoriano e interesantes mercadillos al más puro estilo londinense, y el Centiennal Parck, ese gran pulmón de clorofila que brota en pleno centro de la ciudad. Los aires europeos se extrapolan a otros ámbitos, como el  disitrito The Rocks, el más antiguo de la ciudad, plagado de edificios históricos cuidadosamente restaurados, además de albergar el Museo de Arte Contemporáneo. Se trata de un barrio de gran actividad lúdica, debido a la cantidad de restaurantes, galerías de arte, pubs y tiendas que acoge entre sus calles.

Sin embago, el influjo asiático también ha dejado su impronta en esta ciudad, especialmente en Newtown, un barrio alternativo y multiétnico en el que nos podemos sumergir en los ambientes indúes, árabes, vietnamitas, thailandenses, indonesios o griegos... Pero, sin duda, la comunidad predominante en la ciudad es la china, cuyo Barrio Chino ha dejado de ser resindencial, para mutar en un gran centro cultural y comercial, cuyo dinamismo frenético llega a ser arrollador, especialmente los fines de semana, cuando el mercado Paddy’s alcanza un aforo inusitado.

Los australianos aborígenes no han sido absorbidos, todavía podemos hallar lugares que nos remontan a su época de esplendor. Este lugar es Paramata, zona por la que fluye el dulce río que recibe la misma denominación, que navega hasta fundirse en la bahía con las aguas saladas del oceano Pacífico. Parramatta, hoy un núcleo moderno, se asienta sobre un terreno de tierras fértiles que antes de la llegada de los europeos había sido habitado por la etnia aborigen de los Burramatta, de las que fueron alejados por colonos que quisieron cultivar esas tierras. Hoy sigue habiendo un testimonio de la naturaleza en el parque urbano donde permanecen restos de los aborígenes, y están enclavados dos de los edificios más antiguos construidos por los colonizadores: The Governors Dairy (la Granja del Gobernador), construida entre 1798 y 1806, y la Old Government House (la antigua sede del gobierno), construida entre 1799 y 1818 por los gobernadores Hunter y Macquarie. También se alza la granja más antigua de Australia, la llamada Experiment Farm.
La construcción del puente de Sidney y del Opera House fueron dos hitos que sacaron a la ciudad australiana de Sidney del anonimato entre los no británicos y la situaron en la mente de los viajeros de todo el mundo. Pero antes de esas obras de ingeniería y arquitectura, la ciudad había albergado la construcción de edificios llenos de personalidad. Uno de ellos, que emana un aroma singular en un entorno de rasgos bizantinos, es el edificio que en su día albergó el mercado de productos frescos. Construido en 1893 y remodelado en los años 30, conservando gran parte de su estilo a caballo entre el decimonónico y el de inicios del siglo XX, es ahora un centro comercial y entre ambos usos tuvo el de sala de conciertos y el de biblioteca municipal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Más información:

Consulado General de España en Sidney. Level 24, St Martin’s Tower 31, Market Street. Sidney NSW 2000. tel: 00 61 2 92 61 24 33 y 00 61 2 92 61 24 43. El consulado permanece abierto de lunes a viernes, de 9 a 14 horas; y los miércoles, hasta las 16 horas.
En Internet: www.australia.com y www.cityofsydney.nsw.gov.au

Cómo llegar

No hay vuelos directos entre España y Sidney. Compañías como Air France (www.airfrance.com), British Airways (www.britishairways.com) o Lufthansa (www.lufthansa.com) conectan Madrid o Barcelona con la ciudad australiana, pero efectuando como mínimo una escala en un aeropuerto intermedio, así como una escala técnica o una segunda escala comercial. Los precios de un viaje entre España y Sidney varían bastante según las fechas. En general, se pueden encontrar billetes entre 1.500 y 1.800 a en clase turista. El aeropuerto de Sidney está a ocho kilómetros del centro urbano. El Airport Link (www. airportlink.com.au) enlaza entre las terminales aeroportuarias y el centro urbano, donde tiene su inicio y/o parada final en la plataforma 23 de la Central Station. Hay numerosas combinaciones de tarifas, en función del número de días y del número de personas que viajan juntas. Es el modo más rápido y cómodo de conexión con el centro, con servicio de trenes cada 10 minutos. El trayecto tarda unos 13 minutos. Es aconsejable consultar las líneas en la web (www.airportlink.com.au/ticketing.html), así como los horarios y frecuencias de paso (www.cityrail.com.au/timetable). También es posible desplazarse en autobús a través de la línea Airport Express, con carrocerías pintadas en amarillo y verde. Enlaza las terminales con el centro urbano de la ciudad y King Cross. Opera desde las 5 hasta las 23 horas y los billetes se pagan directamente al conductor. Las tarifas cuestan entre 7 A$ (un solo trayecto) y los 12 A$ (billete de ida y vuelta).

Documentación

Es preciso solicitar un visado. Para viajes de ocio o para visitar a familiares –no por motivos laborales–, el visado habitual es el llamado Tourist Visa Subclase 676. Es un visado temporal que permite estancias turísticas de tres o seis meses –excepcionalmente de doce– y con validez también para estancias de estudios inferiores a tres meses. Más información en www.spain.embassy.gov.au y en la Embajada de Australia en España, Sección de Visados e Inmigración (Plaza Descubridor Diego de Ordás, 3. 28003 Madrid. % 91 353 66 90. De lunes a viernes, de 10 a 12 horas).

Moneda

La moneda oficial es el dólar australiano (A$). 1 € equivale 1,64 A$.

Cuándo ir

Cualquier época del año es buena para visitar esta ciudad, que debido a su clima de características mediterráneas posee cuatro estaciones diferenciadas, sin extremos acusados de temperatura, salvo en días puntuales. Debe tenerse presente que al estar en el hemisferio sur, las estaciones climatológicas están opuestas a las del meridional y su verano corresponde al invierno del hemisferio norte, mientras que su primavera es nuestro otoño.

Cómo moverse

Aunque hay un servicio de taxis eficiente y honesto, el transporte público colectivo es una buena opción, en especial para quienes hayan optado por comprar una tarjeta turística, lo que puede hacerse en la propia terminal de llegadas del aeropuerto o a través de Internet. El transporte público de Sidney es bueno y eficiente, por no decir excelente. Hay una flota de casi dos mil autobuses modernos y sin barreras de accesibilidad (www.sydneybuses.info) así como transbordadores y ferrocarriles. Es conveniente comprar un pase combinado especial para turistas con uso ilimitado durante un periodo de estancia determinado (www.sydneypass.info), o bien los pases multiviaje de los habitantes (Commuter Ticket o Travelpass) para usos con transbordo, cuyas características y tarifas se pueden encontrar en la web www.sydneybuses.info/tickets/travelpass.php. El turista puede tomar dos autobuses especialmente concebidos para llegar a casi todas las partes relevantes. Son el Sydney Explorer, que permite recorrer 27 de los lugares más conocidos de Sidney, y el Bondi Explorer, que circula hacia la famosa playa de Bondi por los barrios orientales en un circuito de 30 kilómetros, con 19 paradas, entre ellas en las playas de Tamarama, Bronte y Coogee. El billete combinado de un día para ambas rutas es de 39 A$ (adulto), 19 (niños) y 97 A$ (billete familiar).

Diferencia horaria

Sidney tiene 11 horas de diferencia con respecto al GMT del meridiano londinense. Su hora oficial es la del huso Eastern Standart Time (EST). Electricidad Conviene llevar adaptadores especiales a Australia, donde los enchufes están concebidos sobre la base de tres clavijas. En los cuartos de baño de los hoteles suele haber enchufes universales.

Dónde dormir

Novotel Sidney On Darling Harbour. 100 Murray Street. Pyrmont. Tel: 00 61 2 99 34 00 00. 250 A$, la noche. Un cinco estrellas con vistas a Darling.
The York Apartments. 5 Cork York Street. Tel: 00 61 2 92 10 50 00 y en www.theyorkapartments.com.au. Es uno de los bloques de apartamentos hoteleros completamente equipados y con servicios hoteleros que, pese a tener precios elevados, ofrece una excelente relación calidad-precio. Sus tarifas para 2007 van desde 295 A$ por noche en un apartamento estudio a 585 A$ por noche en un apartamento de dos habitaciones de lo más lujoso. Entre ambos extremos, hay apartamentos de una habitación a razón de 335 A$ por noche, y un abanico de dos habitaciones (normal), a 445 A$, y dos habitaciones con suite, a 530 A$.
Shangri-La Sidney Hotel (antes Ana Sidney). 176 Cumberland Street. The Rocks. Tel: 00 61 2 92 50 60 00 y en www.shangri-la.com/sydney. Es uno de los establecimientos más representativos de la ciudad. Está ubicado en pleno barrio histórico de los Rocks, y el impresionante rascacielos contrasta con las centenarias casitas de una sola planta vecinas al mismo. Tiene 563 habitaciones y sus tarifas rondan los 350 A$.
Otros hoteles de la ciudad son:
Radisson Plaza Hotel Sidney. 27 O’Connell Street. Tiene unas tarifas medias aproximadas de 350 A$ por habitación. Más caro y lujoso es el The Observatory Hotel (89-113 Kent Street), cuyas 100 habitaciones muy exclusivas se sitúan por encima de los 500 A$. Y aún más, el Park Hyatt Sidney (7 Hickson Road), en la antigua zona de The Rocks, que sólo es asequible a quien esté en condiciones y dispuesto a pagar más de 750 A$ por noche. Con un nivel de lujo equivalente a un cinco estrellas, el Marriott Sidney Harbour (30 Pitt Street), con 500 habitaciones que cuestan unos 350 A$ por noche. Otro de los hoteles con marca conocida y calidad avalada por ella es el Hilton Sidney (488 George Street), con precios alrededor de los 300 A$. Calidad estándar pero con buenas tarifas es lo que ofrece el Four Points by Sheraton Darling Harbour (161 Sussex Street), ya que pueden encontrarse habitaciones por debajo de los 250 A$, lo que no está nada mal en un hotel de nivel cuatro estrellas. Más asequible, el Holiday Inn Darling Harbour (68 Harbour Street) es un tres estrellas por debajo de 200 A$. El Y Hotel City South, (179 Cleveland Street. Chippendale –antes Noah Lodge–), en la periferia, tiene habitaciones sobre 130 A$.

Dónde comer

En la zona portuaria de Darling Harbour hay una variada oferta gastronómica, con numerosos restaurantes y puestos de comida rápida.
Nick’s Seafood. The Promenade, Cockle Bay Wharf. Tel: 00 61 2 92 64 12 12 y www.nicks-seafood.com.au. Con su chef Stephen Davies al timón, está considerado como uno de los mejores restaurantes de toda Australia por la reconocida calidad de sus pescados y mariscos Recomendable pedir la parrillada de mariscos para dos personas.
I’m Angus. Steakhouse Restaurant. The Promenade, Cockle Bay Wharf. Tel: 00 61 2 92 64 58 22. Restaurante ubicado en la misma zona turística que rodea la bahía. Resulta especialmente aconsejable para los amantes de los platos de carne cocinados a la parrilla, muy acorde con el estilo de la ciudad. Destaca por la excelente calidad de la materia prima de sus productos y por su magnífica bodega, con los mejores vinos del país.
Captain Cook Cruises. Una opción diferente e interesante es saborear un almuerzo o un café en uno de los cruceros en la bahía que opera la empresa naviera Captain Cook Cruises. Su duración oscila entre la hora y media y las dos horas y media (www.captaincook.com.au). Ofrece diferentes precios y menús, desde 59 A$ a 159 A$.
A modo de ejemplo, entre los más económicos cabe mencionar el Seafood Buffet Lunch, almuerzo bufé (de 12.30 a 14 horas), durante el crucero a bordo de la nave MV Sydney 2000, con recorrido comentado por la bahía y con un amplio abanico de platos entre los que escoger. Precio: 59 A$ (adultos) y 30 A$ (niños menores de 14 años). Para quienes añoran la dieta mediterránea, hay infinidad de restaurantes de estilo italiano, como: Passello Restaurant. Shop 145 Harbourside. Darling Harbour. Tel: 00 61 2 92 81 36 99. Pasta fresca y pizzas, para comer de manera rápida, informal y económica. Casa Di Nico Italian Restaurant. The Promenade, King Street Wharf. Tel: 00 61 2 92 79 41 15. Gran variedad de platos de pasta, ensaladas y pizzas, combinados con los habituales ingredientes. También se sirven ostras. Precio medio: 15 A$.

Compras

El opal es, desde hace medio siglo, uno de los recuerdos que más compran algunos turistas. Hay varias tiendas especializadas. Los objetos de piel son abundantes y baratos. Los más cinéfilos pueden encontrar sombreros o cinturones adornados con dientes de cocodrilo que les ayudarán a vestirse como el héroe de las películas Cocodrilo Dundee. Hay que prestar un poco de atención a la diferencia de las tallas, si se desea comprar ropa o zapatos. Las tallas en ropa de mujer son iguales a las del Reino Unido. No obstante, en calzado son iguales a las de Estados Unidos, que difieren de las británicas. Las tallas de ropa para hombres son únicas, distintas de cualquier otro país, excepto Nueva Zelanda, si se trata de trajes; mientras que en camisas son las mismas que en España. Y en zapatos para hombre las tallas no coinciden con las de otro país que no sea Nueva Zelanda. Una web de utilidad para conocer datos sobre compras y que incluye consejos de interés para los visitantes es www.tripadvisor.com. Lo horarios comerciales habituales son de 9 a 17 horas, de lunes a viernes. Los sábados solamente abren algunos centros comerciales.