FIESTAS Y TRADICIONES
Viva con nosotros las fiestas, en pocos sitios en el mundo se sentirán emociones tan inolvidables. Y es que el valenciano derrocha y vive el presente, es quizás uno de los pocos pueblos en donde se puede trabajar todo un año elaborando el más impresionante monumento artesanal para quemarlo en una noche.
Pero en cualquier caso esa explosión de colorido habla de un sentido arraigado del vivir el presente con la mayor alegría, un pueblo de levante, acostumbrado a improvisar, que festeja como si del último día de su vida se tratase.
Su fiesta más importante y aquella que sintetiza todo lo dicho y el festejar valenciano es Las Fallas de San José.
Durante 4 días y cuatro noches permanecen plantados en numerosas calles y plazas inmensos monumentos de cartón, burla plástica y escandalosa, proferida con tanto arte como desenfado. Esta es la manera de recibir el comienzo de la primavera, con explosión y fuego (que es lo que la palabra falla significa).
Dicen que el origen de las fiesta de Las Fallas se halla en los artesanos y, muy especialmente, en los carpinteros de Valencia.
Durante el invierno, para aprovechar las últimas jornadas de luz, se utilizaban unos candiles que se colgaban de un artefacto denominados "parots", muy parecido a un candelabro de varios brazos de troncos o tablas de madera.
Con la llegada del buen tiempo, la víspera de San José se quemaban estos aparatos a la puerta de las casas.
Con el tiempo al parot se le añadían prendas viejas y otros objetos para quemar, tomando la forma de un espantapájaro. Cada vez fue adquiriendo más rasgos humanos, representando a algún personaje popular del barrio.
Así surgió el "ninot" o muñeco, que comenzaría a aparecer acompañado de otras figuras.
El tono sátiro y burlesco de las fallas se complementó con la perfección de las mismas a nivel plástico, dando lugar a los artistas falleros. En esta ciudad plagada de músicos y de melómanos, las escalas musicales se mezclan con las composiciones que ofrecen la despertá o la mascletá.
Aromas de pólvora que se entremezclan con aires de buñuelos o de paella.
Los falleros, agrupados en los denominados "casales" vencen al sueño y esperan con devoción la ofrenda a la Virgen de los Desamparados.
Bajo ella, se extiende un enorme manto de flores multicolores que aumentan el colorido de la fiesta.
La víspera del 19 de marzo, con la cremá, Valencia se convierte en una auténtica bola de fuego. Verdaderas obras de arte en cartón-piedra arden de un extremo a otro de la ciudad. La ciudad del Turia se convierte, por unos días, en la ciudad del fuego.
El último día, el de San José, el 19 de Marzo los quemarán e impresionantes hogueras, reminiscencia de un rito ancestral y así la ciudad arderá por sus cuatro costados.
A ello se le une una gran lista de fiestas que durante una semana tendrán lugar en la ciudad, como desfiles típicos, donde destaca la belleza de los trajes folclóricos femeninos que son los más ricamente elaborados de España, bailes, comilonas, y todo un carnaval con corridas de toros y, como siempre, los extraordinarios fuegos de artificio.
La Feria de Julio, con fantásticos alardes de pirotecnia, batallas de flores y competiciones deportivas e importantes corridas de toros, sobre todo la del 25 de Julio, que convoca a los más insignes toreros del momento.
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Otras fiestas populares de interés son:
El 9 de Octubre, día de la Comunidad Valenciana, se conmemora la toma de la ciudad de manos árabes por Jaime I. Celebrando la "Fiesta de la Mocaorá", en la que cada señorita recibirá de su novio o pretendiente un pañuelo de seda (mocador) envolviendo los típicos dulces de mazapán en forma de frutas y los llamados piuletes y tronadors.