SUSANA: la responsable de que esta historia exista. Es guapa, inteligente, simpática,... simplemente encantadora. Es la novia de Ximo, y prima de uno de mis mejores amigos: José Enrique. Fue ella, y no otra, la que me pidió a mí y a Germán que le escribiéramos un e-mail con contenido erótico a su amiga Piluca. Ahí es nada, ya le vale.

XIMO: el novio de Susana. Un grandísimo cabr... digo... un gran tipo, aunque un poco cabroncete. Me presentó a Piluca diciendo: "Piluca, Rabomán; Rabomán, Piluca"... Lo mato... es broma, aunque lo de cabroncete sí va en serio. Es una gran persona, y me cae muy bien. Cuando se va de fiesta bebe mucho, y no precisamente agua... Esto le molesta algunas veces a Susana, puesto que cuando "mama" tanto, hace y dice muchas tonterías. Forman para mí la pareja perfecta, compenetrándose a la perfección. Le apasionan los videojuegos y el fútbol, siendo un gran portero de futbito.

RAÚL: es una de las más bellas personas que he conocido jamás, aunque para llegar a decir esto tienes que conocerlo en profundidad como yo lo conozco. Es junto a mi gran amigo Pablo mi mejor amigo. Es licenciado en Medicina, y algún día será un gran médico, porque como le dijo un día nuestro tutor de octavo (Serafín) él llegará a donde él quiera. Desde el punto de vista humano está lleno de virtudes, aunque creo que no es consciente de ello, pues no se valora como tendría que hacerlo. Él y yo tenemos tantas y tantas cosas en común que me resultaría imposible resumirlas en breves líneas. El día que conocí a Piluca se marchó después de cenar, pues no le apetecía salir por la noche. Me dejó sólo ante el peligro (léase Piluca y Emi), pero no me importa, pues has de saber respetar a las personas, y si aquel día no le apetecía irse de fiesta, ¿por qué obligarlo?

GERMÁN: me lo presentó José Enrique hace un año y medio aproximadamente, y desde entonces se ha convertido en uno de mis mejores amigos. Es también una bellísima persona, y aunque no pudo estar con nosotros el día que conocí "a las golfas" de Piluca y Emi, ha estado siempre pendiente de esta historia, pues él es uno con los que me voy siempre de fiesta y un gran amigo que siempre estará a tu lado.

PILUCA: apenas puedo hablar de ella, pues sólo la conozco de 2 días. A ella iba destinado mi e-mail, pues así lo quiso Susana. Antes de conocerla, Ximo, Manolo y Raúl ya me habían hablado de ella, pues ya la conocían (aunque en el caso de Manolo y Raúl fuese sólo por un día). Me destacaban sobretodo de ella que era muy vasta a veces, aunque Raúl y Susana lo desmentían. La impresión mía de lo poco que la conozco es que es una bella persona que de vez en cuando te suelta algo fuerte, pero siempre de cachondeo, pues es una gran cachonda.

EMI: lleva escrito en la frente "sóc perillosa", y no es para menos, pues tiene más peligro que el rey del porno escribiendo una carta romántica. Es de Alfafar, aunque en un principio pensaba que era de Sedaví, lugar donde la conocí. Cuando nos marchábamos todos en el coche de Susana recuerdo que me dijo en voz alta en mitad de la calle: "Rabomán, clava-li-la a Piluca". No puedo decir mucho más de ella, pues la conozco menos que a Piluca. Pero si tuviera que describirla con una sola palabra ésta sería: CACHONDA, con mayúsculas.

Y finalmente por supuesto yo, el protagonista principal de esta historia. Un amante de la verdad y de la justicia que desde que tenía 15 años ansía sentar las bases para la comprensión de todo el universo a través de la búsqueda de una teoría unitaria del universo que sustituya a los 2 pilares básicos de la física moderna: la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica. Ahí es nada. Otros grandes hombres han perseguido con ahínco la misma meta sin alcanzar éxito, entre ellos Einstein. Quizás por ello soy consciente de que tal vez jamás vea cumplido éste, mi sueño, pero mientras mi mente siga proporcionándome innovadoras e ingeniosas ideas, como lo ha seguido haciendo hasta ahora, seguiré buscando desentrañar los misterios del universo.

Pero no soy yo quien interesa en esta historia, sino Rabomán, el personaje central de esta historia. Qué voy a decir de él que no sepáis. Simplemente Rabomán es... eso: RABOMÁN, el impresionante hombre Rabo. Él es todo rabo, y su metro ochenta y cuatro de altura lo es también de Rabo, pues es eso lo que le mide en posición erecta. ¿¡Cómo!? ¿Que no os lo creéis? Pues mirad sino esta foto para comprobarlo: