El conquistador

 

Capricornio puede llegar a enamorar. Le encanta conquistar y, en la mayoría de las ocasiones, lo consigue. Pero no lo hará a través de sus besos. Su racionalidad le impide que en este arte se convierta en objeto de culto de sus parejas.

Es cuando tiene pareja estable cuando Capricornio se relaja y los besos pasan a un segundo plano. Sin embargo, si mantienes con él una relación esporádica, intentará demostrar su pasión. Al principio, engancha. Luego, decae.

Si no te conformas y quieres que tu Capricornio siga como el primer día, hazle sentir algo nuevo, porque es lo cotidiano lo que le desgana. Ya sabes que con una experiencia fuerte, se descontrolará. Será entonces, cuando tu disfrutes realmente del beso de un Capricornio.