Gemma Sanchis |
Noa de la Torre |
Sara Mut |
Verónica Martos |
Yolanda Cano |
Dirección: Christophe Barratier |
Guión: Christopher Barratier y Philippe Lopes-Curval, basado en "La cage aux rossignols", de Jean Dréville |
País: Francia y Suiza |
Año: 2004 |
Duración: 95 minutos |
Género: Drama |
Interpretación: Gérard Jugnot, François Berléand, Jean-Baptiste Maurier |
Pépinot trae algo consigo. Es el diario de Clément Mathieu, y, al parecer, fue escrito para Pierre. A partir de ese momento la película narra en un largo flashback el año que Mathieu, profesor de música frustrado, pasó trabajando como vigilante en el internado de menores francés. El ambiente de Fond de l’etang era represivo, pero el sistema de educación del director apenas lograba mantener la autoridad sobre los alumnos. El principio de “acción-reacción”, según el cual los chicos eran castigados duramente por sus comportamientos, era la máxima del centro. Y sin embargo, para Mathieu suponía algo contra lo que íntimamente deseaba rebelarse. En sus esfuerzos por acercarse a los alumnos, descubre que la música los atrae poderosamente y decide formar un coro. Para los jóvenes, el coro supondrá una forma de recuperar parte del entusiasmo perdido; para Mathieu, será la ocasión de hacer un gran descubrimiento –la voz de Pierre Morhange- y de sentir que, al fin y al cabo, su vocación musical había servido de algo.
Los chicos del coro retoma la fórmula del profesor bienintencionado que trata de llevar a sus alumnos por el buen camino, no a base de castigos e imposiciones, sino de estímulos inteligentes cargados, por otra parte, de paciencia. El eje central gira en torno a ese personaje adulto que proporciona una iniciación a la vida más que una simple transmisión de conocimientos. En efecto, la historia nos suena a ya contada, pero aún así, funciona. Los recuerdos de la infancia ofrecen una multitud de posibilidades a las producciones cinematográficas y en este caso dan lugar a una historia nostálgica que sin embargo no busca la lágrima fácil, sino que opta por el lado más amable y optimista de un ambiente complicado. Sin grandes alardes ni pretensiones, el film demuestra el éxito que sigue teniendo la sencillez en la gran pantalla.
Lejos de las influencias del cine de Hollywood -al menos en este aspecto- los chicos no acaban convirtiéndose en héroes ni en alumnos modelo, y aunque no se profundiza demasiado en la psicología de los personajes, hay que destacar que Gérard Jugnot encarna magistralmente el papel de Mathieu. Unida a una banda sonora excepcional, surge pues una historia que gustará a la gran mayoría del público, recomendable para quienes quieran salir del cine con la sensación de haber visto un film sencillo pero conmovedor.