Index

La película narra la vida de la pintora mejicana Frida Kahlo desde la adolescencia hasta su muerte por neumonía en julio de 1954. Sin dejar de lado la lucha de esta mujer contra el dolor físico que sus circunstancias personales le inflingían, el film se centra especialmente en el aspecto sentimental, en el torbellino amoroso de la relación entre Frida y su marido, el también pintor Diego Rivera. El espectador que no conozca la historia personal de la protagonista saldrá del cine impresionando por esta mujer apasionada de personalidad exuberante. La simpatía que despierta la figura de Kahlo en el espectador es consecuencia de la visión, probablemente idealizada, que ofrece la biografía oficial de la pintora en la que se basa la película.
Las casi dos horas de cinta comienzan con tragedia. Frida sufre a los dieciocho años un terrible accidente de autobús que despedaza su pie derecho, su columna vertebral, costillas, pelvis y clavícula. Esta temprana desgracia marcará irremediablemente su vida y su obra. En su biografía Frida escribirá una frase enigmática que la propia película recoge: “He sufrido dos graves accidentes en mi vida: uno con un tranvía, el otro es Diego [su marido]”.
Cuando Frida se encontraba irremediablemente postrada en cama a consecuencia del accidente, se dedicó a pintar. Una vez recuperada de la convalecencia, Frida decide mostrarle sus cuadros al reconocido pintor mejicano Diego Rivera. A partir de aquí empieza una tortuosa y apasionante historia de amor que centra el argumento del resto de la película. La pareja, él 21 años mayor que ella, se casan algunos años después.
Durante esta época el talento artístico de Frida queda sepultado por los halagos hacia su marido, pero ella sigue pintando. El film narra el episodio en el que Diego se niega a quitar a Lenin del mural que está pintado en Nueva York por encargo del magnate Nelson Rockefeller. La infidelidad de Diego con la hermana de Frida, la separación, el idilio de Frida con el entonces asilado político León Troski y la reconciliación final son todos temas amorosos que encarrilan la base argumental del film.
Salma Hayek protagoniza y produce su personal visión de Frida Kahlo acompañada por actores secundarios de lujo: Alfred Moli-na, Geoffrey Rush, Ashley Judd, Antonio Banderas y Edward Norton respaldan la película con algo más que la fama de sus nombres. La dirección a cargo de Julie Taymor (‘Titus’) fue una elección personal de Hayek, que estuvo dispuesta a rodar la cinta en inglés para que la realizadora británica participara en este proyecto, candidato a seis Óscars, incluido el de mejor actriz principal.
Algunas críticas, sobre todo mejicanas, atacan a la película por pasar de puntillas sobre temas como el compromiso político de Frida, su lesbianismo o su supuesto suicidio. Pero el film refleja a la perfección lo unidas que están su obra pictórica y su vida a través de escenas que nos ofrecen los momentos estéticos más brillantes de la película. Son escenas en los que los cuadros cobran vida o la vida se asemeja a los cuadros. Se habla de como Frida Kahlo logró fusionar lo personal, lo artístico y lo político de una manera orgánica. Que la película logre plasmar la forma de su arte como una prolongación de sus torbellinos emocionales, con belleza plástica y un ritmo narrativo adecuado, es un logro a tener en cuenta a la hora de recomendar esta película.