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Hable con ella
Dirección y guión: Pedro Almodóvar
País: España
Año: 2001
Duración: 112 minutos
Género: Drama
Interpretación: Javier Cámara, Leonor Watling, Darío Grandinetti, Rosario Flores
 
En un escenario cubierto de sillas y mesas de madera, dos mujeres, con los ojos cerrados y los brazos extendidos, deambulan sin sentido al compás de “The Fairy Queen”. Marco y Benigno se han sentado juntos por casualidad, todavía no se conocen. Miran emocionados la representación de Pina Bausch, Café Müller, y la tensión del espectáculo hace que a Marco se le escape una lágrima. Pronto los unirá una intensa amistad, surgida de la misma desgracia pero vista y sentida por cada uno de forma muy diferente. Su próximo encuentro se produce en la clínica privada en la que Benigno trabaja como enfermero cuidando a Alicia, una mujer en coma de la que está secretamente enamorado. La novia de Marco, Lydia, ha sufrido un accidente en una corrida de toros y también ha quedado en coma. Mientras el tiempo permanece suspendido entre las paredes de la clínica, el film explora con continuos flashbacks la vida de los cuatro personajes y nos acerca tanto a ellos, especialmente a Benigno, que consigue borrar la frontera entre lo bueno y lo malo y nos empuja a tratar de comprender y justificar comportamientos muy reprobables.

Considerado el film más maduro de Almodóvar, Hable con ella cuenta la historia de dos hombres que llenan sus vidas con el silencio inevitable de dos mujeres. El director se adentra más que nunca en lo profundo del alma humana y crea una obra sensible y emotiva sobre unos personajes que, al igual que les sucede a las bailarinas del comienzo de la película, no consiguen orientar sus pasos. El título del metraje es una máxima; busca resaltar el valor predominante en cualquier relación de pareja, la comunicación, que también es necesaria en este caso para que actúe como fuerza que permita a las enfermas volver a la vida. Así, Benigno dedica su vida a Alicia y la trata con delicadeza y ternura, cosas que nunca recibió de ella porque apenas lo conoció. Pero Marco ni siquiera se atreve a mirar o tocar a Lydia, y la culpa que siente es cada vez más grande.

Destacan la caracterización y la fuerza de los personajes, aunque el papel de Rosario y su historia con Dario Grandinetti se resienten al lado de la de los otros dos protagonistas. Junto a su gran interpretación, el papel que da más juego es sin duda el de Javier Cámara, una especie del Norman Bates de Hitchcock pero mucho más inocente. Es en este sentido que el film adquiere un tono un tanto surrealista y vemos que en la resolución Almodóvar se deja llevar por su tendencia hacia lo sórdido. “El amante menguante”, el corto de cine mudo intercalado en la narración, actúa como metáfora y como punto de inflexión del argumento, pues a partir de ahí Benigno reacciona de un modo que marca el resto de la película. Alicia despierta sin conciencia de lo que sucede a su alrededor, pero lo que a ella la salva, a Benigno lo condena.