El sol, el paisaje, el agua y la gastronomía hacen de Chelva un enclave singular. Y es que la serranía obsequia a sus visitantes con sabrosos platos típicos como las gachas, el pucherico espeso, el gazpacho chelvano y los embutidos de orza. Además, encima de la mesa nunca falta un pan crujiente y horneado a fuego de leña.
Los postres tienen en cuenta los gustos de todos. La repostería endulza el paladar del comensal con productos como los rollicos de aguardiente, la torta de almendras o unas sabrosas magdalenas llamadas ‘mariquitas’.
Y los ricos manjares salados nos sorprenden con una original mona de Pascua salada elaborada con masa de pan, embutidos y huevos duros. Asimismo, la tradición manda que la semana de las fiestas patronales los chelvanos meriendan unas deliciosas tortas de sardina o de jamón mientras disfrutan de la corrida en la plaza de toros. Otros productos típicos que no podemos olvidar son el aceite, la miel y los ajos.
La buena gastronomía acompañada del ambiente festivo sabe mucho mejor. Este es el motivo por el cual Chelva celebra infinidad de fiestas a lo largo de todo el año. El éxito de sus fiestas reside en la participación de todo el pueblo: niños, jóvenes y adultos.
FIESTAS PATRONALES:
Las fiestas patronales en honor a la Virgen del Remedio se celebran la última semana de agosto. La apertura de los festejos comienza el lunes por la tarde, cuando el pueblo se engalana y da la bienvenida a su patrona, la Virgen del Remedio. Los jóvenes de las villa portan a hombros a la Virgen desde su ermita en lo alto del Pico del Remedio hasta la Iglesia Arciprestal de la Virgen de los Ángeles, donde descansará durante siete días.
La tarde del viernes se vive el acto más esperado: la procesión de la Virgen por el pueblo. Un acto solemne y emotivo que culmina con el volteo de campanas y un castillo de fuegos artificiales mientras el himno conmemora la llegada de la Virgen a la plaza. La pólvora y la música tampoco pueden faltar en estos festejos. Los castillos de fuegos artificiales iluminan las noches de verano, y por las mañanas, las mascletás llenan de ruido el pueblo mientras la charanga recorre todas las calles con un ritmo alegre y vital.
El baile de disfraces, las verbenas, la pozalá, las competiciones deportivas, las exposiciones, los concursos, la exhibición de bailes populares y el teatro son muchas otras de las actividades que se realizan durante esta semana intensa de fiestas. El lunes de buena mañana, los chelvanos en romería acompañan a su patrona desde la iglesia hasta el santuario donde descansará hasta las próximas fiestas.
FIESTAS DE LOS QUINTOS:
La fiesta de Quintos tiene
su origen en la celebración que, años atrás, los
chicos que se iban al servicio militar realizaban para despedirse de sus
familiares y amigos. En la actualidad, el servicio militar obligatorio
ya no existe, pero en Chelva se continúa con esta tradición
año tras año porque está muy arraigada entre los
jóvenes de la población. Los Quintos realizan dos fiestas:
una en Semana Santa y la otra durante el mes de noviembre. Estas fiestas
se acompañan de un verbena en el frontón municipal donde
se reúnen todos los jóvenes de Chelva y de las localidades
vecinas. A los Quintos se les reconoce porque suelen ir vestidos con la
indumentaria militar recorriendo el pueblo subidos en un tractor u ofreciendo
un vaso de vino a los vecinos a cambio de la voluntad.
FIESTA DE SEMANA SANTA
La singularidad de la Semana Santa en Chelva radica en las aleluyas. Las aleluyas son papeles de colores bendecidos que se lanzan desde lo alto del campanario, y que según la tradición, traerán suerte a quienes los posean. La gente espera en la plaza y mira hacia el campanario un auténtico espectáculo de colores mientras las campanas voltean y voltean allá en lo alto. Después, hay que pegar las aleluyas detrás de una ventana o puerta formando una cruz. De esta manera se garantiza que la buena suerte no se olvidará de nosotros. Este festejo se produce el primer domingo de Pascua.
SEMANA DE LA JUVENTUD
Los protagonistas de la Semana de la Juventud son, sin duda, los jóvenes que durante esta festividad realizan actividades de todo tipo con el objetivo de disfrutar y pasárselo en grande. La Semana de la Juventud se celebra en julio y el principal acto es el concurso de paellas. En el concurso de paellas los grupos de amigos compiten por ver quién elabora la paella más grande y más deliciosa. Además de demostrar la destreza culinaria de cada grupo, los jóvenes se divierten y bromean unos con otros, esperando que su paella sea la mejor de la noche. Si te animas y quieres descubrir más cosas sobre esta fiesta, solo tienes que acercarte y conocerla de cerca.
FIESTA DE SAN ANTÓN
El día de San Antón es el 17 de enero, pero en Chelva se celebra el fin de semana más próximo a dicha festividad para que toda la gente pueda asistir y disfrutar de ella. En esta noche de invierno se olvida el frío de la serranía y las más de 100 hogueras que se reparten por todo el pueblo caldean el ambiente. Los vecinos organizan sus hogueras y aprovechan el momento para deshacerse de viejos trastos que el fuego de San Antón convertirá en cenizas. Un dato curioso es que la comitiva de fiestas entrega unos pollos a las mejores hogueras de ese año.
FIESTA DE LOS MAYOS
La fiesta de los Mayos se celebra la noche del 30 de abril. Este festejo es una clara representación del folclore popular que tiene sus raíces muy arraigadas en Chelva. La fiesta de los Mayos cobra vida por la noche, cuando la rondalla recorre las principales calles del pueblo interpretando y cantando dichos Mayos. Los Mayos son unos versos que, antiguamente, los chelvanos recitaban a sus enamoradas con la intención de ganarse su corazón y conquistarlas.