La corrida

Una corrida en Pamplona es algo bastante diferente de lo que puede ser en otras plazas, sencillamente porque es más que una corrida.

 

Pamplona es diferente

Para empezar, la Feria del Toro la organiza la Casa de Misericordia (la popular Meca) y los beneficios de las corridas se destinan al cuidado de los ancianos. Siendo así desde luego sienta mucho mejor pagar la entrada. Después está el ambiente especial de Sanfermin (fuera de sanfermin no se hacen corridas en Pamplona, aunque no creas que faltan buenos aficionados que siguen los toros todo el año, sobre todo alrededor del Club Taurino).

En gran parte (sol) es una continuacion del ambiente de la calle: un escenario más para cumplir con los actos básicos de la cosa: comer y beber mucho más de la cuenta, hacer el indio a más y mejor y pasárselo bien. La corrida, a las 6.30 de la tarde es para muchos el comienzo del día.

Sol y sombra

Las plazas de toros, y más aún la de Pamplona encierran dos mundos muy distintos que no se suelen llevar muy bien: los tendidos de sombra y los de sol.

Sombra (tendidos 1, 2, 3 y los 4 y 9 de "sol y sombra") como su nombre indica es la parte de la plaza donde no pega el sol durante la corrida. El público es tranquilo y las entradas son más caras. Si lo que te interesa es principalmente ver toros, vete a sombra. Desde aquí podrás disfrutar del espectáculo tranquilamente sin tener que pelearte con medio tendido para que te dejen ver algo. Es el sitio del aficionado a los toros. Acuérdate de llegar puntual (antes de las 6,30): no se puede entrar mientras se está lidiando, así que si ha empezado no te dejarán entrar hasta que acabe el toro. Es recomendable hacerse con una almohadilla para sentarse. Las alquilan en varias casetas situadas dentro de la plaza.

En sol (tendidos 6 y 7, andanada del 11 al 13), en cambio, están las peñas, resudadas bajo la chicharrina. Aquí se hace de todo, además de ver toros (de todo menos ver toros, dicen algunos): es la gran bacanal de la corrida en sol. Incluso a quien no tenga especial afición a los toros, o tenga objeciones morales contra este espectáculo, le compensará ver una corrida en Pamplona, precisamente por todo lo que no es corrida, que es mucho.