En tu itinerario se cruza de repente el canto de las sirenas. Un canto prodigiosamente atractivo que hace que los hombres al escucharlo tengan el deseo irreprimible de lanzarse al mar en busca de estos seres. Para evitarlo, les tapas los oídos con cera a la tripulación y haces que te amarren al mástil para no caer en su hechizo. Pero el mar te depara más desgracias. En tu camino se cruzan Escila y Caribdis, dos criaturas marinas que juegan con la vida de los marineros. Conseguís huir de los monstruos, aunque algunos de tus hombres pierden la vida intentándolo.
Escila, imagen de Wikipedia Commons