La isla de los feacios 

Al día siguiente, Alcínoo sorprendido por tus hazañas, te da todos los presentes y ordena que sus mejores hombres te acompañen en el trayecto de regreso a tu querida Ítaca.
Vencido por el sueño, los feacios lo bajan del barco junto con los regalos y lo dejan en la playa.

Has llegado a Ítaca