El filósofo francés nacido en Alger Jacques Derrida ha tenido un enorme impacto en la vida intelectual alrededor del mundo. Tanto que su obra ha sido el tema, todo o en parte, de más de 400 libros. Sólamente en las áreas de filosofía y crítica literaria, Derrida ha sido citado más de 14,000 veces en artículos periodísticos durante los últimos 17 años. Apareció recientemente en una historia en The New York Times. Más de 500 disertaciones americanas, británicas y canadienses le tratan a él y a sus escritos como tema primario. Pasó a primer plano en America con su movimiento crítico o metodología o filosofía de la deconstrucción, y es esta línea de pensamiento la que le identifica todavía.
Durante los 60s Derrida varios fragmentos influyentes en Tel Quel, forum francés de teoría vanguardista de izquierdas. Entre este grupo no sólo estaban aquellos relacionados con el Postmodernismo, sino también Bataille, Barthes, Kristeva, y muchos otros. Más tarde se alejó de Tel Quel.
Enseñó filosofía en la Sorbonne de 1960 a 1964 y en la École Normale Superieure desde 1964 hasta 1984. Normalmente dirige la École des Hautes Études en Science Sociales de Paris. Desde 1986 ha sido también Profesor de Filosofía, Francés y Literatura Comparativa en la University of California, Irvine y continúa dando clase en instituciones académicas a ambos lados del Atlántico.
Derrida es "quizá el filósofo más famoso del mundo -- si bien no el único filósofo famoso," en palabras de Dinitia Smith, la talentosa e interesante autora de la previamente mencionada intervención en el New York Times "Philosopher Gamely in Defense of His Ideas." La señorita Smith desveló en el artículo, "Un experto ... previno de preguntarle [a Derrida] que definiese la 'deconstrucción,' el notablemente difícil y ampliamente influyente método de incisión que él inventó hace ya más de tres décadas. 'Que sea vuestra última pregunta,' aconsejó el experto, porque eso produce en los deconstructivistas 'paroxismos de ira.'"
Sin embargo uno valora los escritos de Derrida y las posiciones y tradiciones intelectuales de las cuales procede, sería de mala idea pensar en él como en el ocupante de una "torre de marfil". Derrida es el activista-teórico proverbial, quien, a través de los años, ha luchado por un gran número de causas políticas, incluyendo los derechos de los los emigrantes de Alger en Francia, el anti-apartheid, y los derechos de los 77 disidentes del Charter Checo. Acorde con su propia construcción del mundo y su propia autobiografía, ha admitido pocas, si bien alguna, dicotomías estrictas en su vida. Como aplicó en otro contexto, "Soy el Derrida aplicado."
Si Derrida y la deconstrucción no pueden ser tratados uno sin el otro, ¿qué es entonces la deconstrucción? Las definiciones varían, desde una de siete páginas a una de cuatro o a una referencia de once páginas. ¿Cómo lo define el Profesor Derrida mismo? Por supuesto como un gran acuerdo en numerosos escritos así como en entrevistas publicadas tales como la Deconstrucción en una cáscara de nuez: una conversación con Jacques Derrida. Lo que Smith escribió de su conversación en el Polo Grill es lo que sigue:
"Es imposible responder", dijo el señor Derrida. "Sólo puedo hacer algo que me dejará insatisfecho." Pero después de algún ruego, lo intentó. "Suelo describir la deconstrucción como algo que pasa. No es puramente lingüístico, implicando texto o libros. Puedes deconstruir gestos, coreografía. Esa es la causa de que ampliara el concepto de texto."
Derrida no pareció enfadarse al tener que definir su filosofía; incluso sonreía. "Todo es un texto; esto es un texto," dijo, señalando a los comensales a su alrededor en aquel restaurante pseudo-suburbial, picoteando su comida, completamente ignorantes de que estaban siendo "deconstruídos."
Translation:
© Ignacio Pascual Mondéjar
© a.r.e.a./ Dr.Vicente Forés López
Universitat de València Press
Notas de John Rawlings
©1999, Stanford University