Personajes

Uno de los elementos más básicos de una novela es que tenga buenos personajes. Para construir buenos individuos, debemos conocerlos a fondo, saber todo sobre ellos: sus miedos, sus deseos, sus traumas psicológicos, sus aspiraciones…
He aquí una lista de aquellas preguntas que deberíamos responder para crear un buen personaje:
- ¿Cuál es su nombre completo?
- ¿Dónde y cuándo nació?
- ¿Quiénes son o eran sus padres? (nombres, profesiones, personalidad...)
- ¿Tiene hermanos? ¿Cómo son?
- ¿Dónde vive ahora y con quién? Describe el lugar y las personas que viven con él.
- ¿Con qué tipo de gente se relaciona y por qué precisamente con ellos?
- ¿A qué se dedica?
- Escribe una descripción completa sobre él. Debes considerar altura, peso, raza, color de pelo, ojos y tatuajes, cicatrices o cualquier otra marca que le diferencie.
- ¿A qué clase social pertenece?
- ¿Tiene alergias, enfermedades u otras debilidades físicas?
- ¿Es diestro o zurdo?
- ¿Cómo suena su voz?
- ¿Tiene tics, manías, hábitos extraños u otras características que le definan?
- ¿Tiene alguna enfermedad psicológica que le diferencie?
- ¿Cuáles son sus deseos y aspiraciones?
- ¿Cuáles son sus características psicológicas, es decir, cómo es su carácter?
- ¿Cuáles son sus miedos, fobias y traumas psicológicos?
Estas son, entre otras muchas preguntas, aquellas básicas que todo escritor debe conocer sobre sus personajes, ya sean principales como si son secundarios (aunque, naturalmente, debemos indagar más en los primeros que en los segundos, eso no quiere decir que no nos interesemos por conocer aquellos individuos secundarios). Si respondes a estas preguntas, habrás obtenido ya un buen conocimiento sobre ese ser que estás creando y te resultará más fácil escribir sobre él, pues ya sabes cómo va a reaccionar en cada situación.
También debemos dividir los personajes en grupos.
Atendiendo al nivel de intervención o importancia en la narración de los distintos personajes, pueden clasificarse como:
- Principales o protagonistas. Son aquellos sobre los que recae el peso de la trama.
- Secundarios. Son personajes que sustentan a los principales, pero que no aportan nada fundamental a la trama.
- Portavoz. Es el personaje sobre el que recae la narración de la acción. Puede ser el protagonista, un personaje secundario, o un narrador impersonal y omnipresente que no participa de la acción.
Por último, si atendemos al tipo de caracterización, podemos encontrar una clasificación diferente que dividiría los personajes en:
- Personajes planos. Son aquellos descritos mediante una característica básica que se comportan de la misma manera a lo largo de todo el relato.
- Personajes redondos. Son aquellos que van caracterizándose a medida que transcurre la acción, evolucionando de forma natural a lo largo del relato.