Cómo sacar el tiempo para escribir


Tiempo para escribir

La dura tarea de extraer tiempo para escribir a lo largo de nuestro día a día es, a menudo, una lucha para muchos de los que deseamos escribir.

Cada día parece que surjan pequeñas crisis que requieren nuestra atención inmediata, en las que nos centramos y dejamos de lado esa maravillosa posibilidad de tener tiempo para escribir. Eso conlleva a que nos invada esa sensación tan bien conocida de que mañana retomaremos ese trabajo pues hoy tenemos otras prioridades a las que atender.

Esto nos lleva a sentir otra desagradable sensación, la de sentirse impotentes ante el paso inevitable del tiempo, algo que no podemos detener. ¿Cómo hacemos para incluir tiempo para escribir en un horario que parece no dar ya más de sí?

ACEPTA LA IDEA: NO EXISTE UN TIEMPO IDEAL PARA ESCRIBIR.

Acepta la idea de que nunca tendrás un tiempo ideal y sin interrupciones para sentarte y escribir tu novela. Porque para poder tener ese tiempo, deberías abandonarlo todo: familia, trabajo, incluso los amigos; algo que, obviamente, es imposible de llevar a cabo.

Cuando te encuentras obstáculos semejantes, ¿Cómo continúas escribiendo? ¿Cómo concentrarse en la tarea que tienes que hacer?

He aquí algunas estrategias que funcionan:

1) INTEGRA

Para ser productivos, debemos incluir la escritura como una parte integrada en nuestra vida diaria. Establecer una rutina en la que cada día nos comprometamos a escribir durante un tiempo determinado o una cantidad marcada de páginas o de palabras. Da igual que sean mil que dos mil palabras, media hora que una hora, dos páginas que tres páginas. Lo importante es tener marcada una meta que debemos cumplir todos los días. Es recomendable realizarlo siempre a una misma hora, como si fueses al gimnasio o tuvieses clase todos los días a esa misma hora.

Muchos escritores, sobre todo los noveles, tenemos otro problema añadido: el de considerar la escritura un lujo especial que debemos realizar después de haber terminado con todas las tareas anteriores.

Bueno, pues no es así. Debemos darle la misma prioridad a la escritura que al resto de tareas, no dejarla en un segundo plano. De esta forma, si la consideramos otra tarea que realizar, el resto de quehaceres que ocupan nuestro tiempo se acomodarán a esta.

2) APROVECHA CIERTOS PERIODOS DE TIEMPO

Uno de las épocas más propicias para la escritura es el verano. El trabajo disminuye a favor de un incremento del tiempo libre, por lo que es más factible escribir durante las vacaciones.

Y si en el verano no te ha dado tiempo a escribir o a terminar ese libro ya comenzado, el hecho de comenzar de nuevo el trabajo o las clases no significa que renuncies a escribir tu novela. Es cierto que es mucho más difícil encontrar el tiempo para dedicarse a ello, pero no imposible.

Aquellas horas en las que el resto de la población (especialmente, aquella gente con la que vives) está durmiendo son perfectas para dedicarse a tu tarea. Ya sea por la noche o bien temprano por la mañana, seguro que si estás solamente tú despierto nadie va a interferir en tu trabajo.