La verdad es que la informática nunca ha sido una parte importante de mi vida. No suelo utilizar mucho el Messenger, ni, de momento, he conocido a nadie a través de la red. Tan solo hace tres años que tengo Internet en casa, y lo cierto es que tampoco supuso ningún cambio importante en mi vida. Es más, hasta ahora en mi cuarto el ordenador era una mera herramienta más de trabajo. Quizás esto se deba a que no sé utilizar todos los recursos que nos ofrece Internet, o quizás a que me parece un medio de comunicación demasiado frio y para mí su único uso es académico. Además, cabe unir a todo lo anterior que nunca se me han dado bien los ordenadores, y siempre he tenido ahí a uno de mis primos, Miguel, que es informático y siempre ha tenido soluciones para esos virus que yo pillaba con el pen en reprografía, u otros tipos de casos que solo a mi me ocurren.
Continuando un poco con mi historia con la red, recuerdo aquel día en primero de periodismo cuando la profesora Mercedes Quilis intentó explicarnos de qué iba aquello del aula virtual y cómo podíamos hacer uso de ella. Entonces me di cuenta de que a partir de entonces la red iba a ser una parte más de mi día a día… de vez en cuando te pasabas por las carpetas del Aula Virtual, por si algún profe había puesto algo nuevo, le echabas un vistazo, y si era de importancia lo imprimías. Pero claro, en ese momento yo tan solo conocía el uso de menos de la mitad de los iconos que hay en la página de inicio. Que no me hablasen del Explorador de Ficheros, de eso de los Foros, ni mucho menos de la configuración. Es decir, mi interrelación con el aula virtual se reducía a eso, al aula virtual y, en contadas ocasiones (horarios y poco más), a la secretaría virtual.
De segundo de periodismo, casi voy a dejarlo estar… porque no recuerdo ningún uso del aula virtual más allá de los anteriores. Bueno, creo que me decidí a mandar los correos a los profesores a través de mi cuenta de usuario, porque antes utilizaba la de msn.
¿Y ahora qué llega; ¡Pues tercero de periodismo!, el gran momento. El día de la matrícula compruebo que íbamos a tener una asignatura llamada hipertexto de la que en un principio solo sabíamos que el horario era un coñazo. Poco a poco pasan las semanas y de la desesperación inicial por no saber hacer nada, y cuando digo nada, es nada, paso a la satisfacción. Había conseguido hacerme una página que ni yo misma podía creer, ya que aunque no es una gran maravilla, como tenía un listón tan bajo, pues cualquier cosa parecía magnífica. Van pasando las semanas y de nuevo vuelve la desesperación cuando aparece el famoso dossier de hipertexto. Yo intentaba leerlo, pero era imposible.
Finalmente, llega la solución. En un principio se llamaba Frontpage, pero luego pasa a llamarse Xhina. Y es que hasta ese momento veía casi imposible poder conseguir hacer un proyecto medio decente, con enlaces, fotos, varias páginas… y eso que tenía el manual de la Universidad de Murcia… pero no.
Ahora, una vez tengo casi acabado mi proyecto y ya sé como va a ser el examen me doy cuenta de que en el fondo esta ha sido una experiencia muy positiva y que en ningún momento ha sido para tanto. He aprendido a utilizar un wiki, he sido capaz de hacer únicamente con código html mi página, y además, me he dado cuenta de este mundo no es tan difícil como puede aparentar, únicamente tienes que cogerle el truquillo, y echarle mucha, mucha, mucha paciencia.