Nuestro recorrido comienza en la Calle de la Acequia, recorrida por la llamada acequia de Arriba o del Molino la cual es brazo de la acequia Madre que nace en la presa de la Dynamis. Se alzan en esta calle importantes casas de propietarios enriquecidos por el comercio del vino que se produce a finales del siglo XIX. Una de ellas es la llamada "Casa del Enguerino", José Perez Guillem, personaje de gran prestigio en los años 30, fue jefe del Cantón Revolucionario Valenciano, republicano y masón La citada casa, sita en el número 32 de la calle, luce símbolos masónicos como los que podemos llegar a observar en los relieves existentes en su portalón de acceso. También reseñable en la misma calle la antigua Fabrica de Harinas Civera, de principios del XX y edificada sobre el molino de San José del cual aún se conserva su maquinaria de madera. |
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Siguiendo con nuestro caminar dirigimos nuestros pasos por la Calle de la Iglesia donde hallamos el Templo Parroquial de la Purísima Concepción. Se trata del monumento más importante de Pedralba, levantado en el siglo XVIII con portada barroca, pero enmarcada en una monumental fachada neoclásica. La torre, exenta en tiempos de los árabes, era minarete en su tramo basal. El altar mayor está presidido por la Purísima Concepción, reproducción de la destruida en la guerra civil pero conservando la cabeza de la escultura original que se encontró de forma casual en la presa del río Turia. |
Tendremos ocasión de encontrar por entre las calles de Pedralba no pocos detalles o elementos en las casas que llamen nuestra atención: vetustos portalones de dos cuerpos que daban entrada a las casas de labranza, donde siempre la hoja de arriba permanecía abierta para el visitante, abrigados con chapa metálica claveteada que nos cuenta su edad, algún reloj de sol como el de la Calle Mayor y diversos retablos cerámicos en honor a la Virgen, a San Antonio Abad o incluso uno dedicado a las almas del purgatorio que podemos hallar en la Calle Bugarra. |
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