DON QUIJOTE : LA PRIMERA NOVELA MODERNA
La novela antigua se extiende aproximadamente
entre los primeros siglos de nuestra era hasta el siglo XVI. En este período, no
logra la plenitud de su potencial narrativo. De alguna manera, la novela
cervantina inaugura el paradigma de la modernidad, contribuyendo a la
humanización y secularización.
Hay un conjunto de rasgos que caracterizan a la novela moderna, todos los cuales
se encuentran en la novela de Cervantes. Central es el conflicto entre el héroe
y el mundo, cuyo antagonismo inaugura el espacio cronotópico como ámbito social
estructurador, puesto que la novela moderna explora las coordenadas temporo-espaciales,
dándole más relevancia al mundo narrado que a la acción.
Pero también es importante la incongruencia entre el narrador y el mundo , a
nivel de la enunciación, lo que introduce un desfase entre la voz y lo dicho, lo
cual se percibe desde la primera frase de Don Quijote. En ambos casos, el mundo
representado es el que adquiere mayor autonomía, aunque en el segundo, es el
narrador interno el que asume un carácter independiente, personal, vivencial y
racional. Esta importancia del mundo va de acuerdo con la ampliación de los
niveles de realidad que caracterizan a la novela moderna, donde retrocede lo
sobrenatural, ingresando, en cambio, con gran fuerza, la vida cotidiana.
En general, puede decirse que la novela moderna, emergente en Europa, presenta
una estructura cronológica (valorizando el tiempo histórico) expuesta en un
modelo secuencial, altamente causalista, que la organiza como un continuum. Esta
forma discursiva es altamente racional (priman las ideas del yo) y realista,
donde la historia narrada concierta con el modo de presentación de ella a nivel
discursivo. Abierta a la representación de lo societal, asume muchos contenidos
típicos costumbristas, aunque desde una óptica crítica, donde la realidad social
se manifiesta como insuficiente frente a un narrador siempre controlador.
La novela moderna podría, fácilmente, entenderse como el conjunto de obstáculos
que encuentra el héroe para alcanzar su objetivo. Pero, además, ya empieza un
proceso en el cual el texto novelesco comienza a hablar de sí mismo y se
auto-refleja de diversas maneras. A medida que el héroe choca con el mundo y no
alcanza a generar una victoria sobre él, el lenguaje mismo comienza a
transformarse en el sujeto central.
Como las novelas antiguas, la novela moderna es una secuencia de micro-episodios
unidos por la figura de un sujeto central en un marco narrativo mayor. En ese
espacio discursivo donde se relativiza la figura del héroe (aunque esto
contribuye también a la formación del héroe), la novela moderna contiene
naturalmente las mismas características narratológicas que pertenecen a la
totalidad del género, manifestándose como obra heterogénea, heteromorfa,
híbrida, multiforme y abiertamente receptiva de géneros, lenguajes y
tradiciones. En este sentido, Julia Kristeva ha definido la novela como una
forma abierta no delimitable, siguiendo los planteamientos de Bajtín y
Tomachevski.
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-22012006000100003&script=sci_arttext