Título: Ashes To Ashes

Autor: Harold Pinter

Editorial, año y lugar de publicación: Faber and Faber, 1996, London

En Ashes To Ashes sólo aparecen dos personajes, Devlin y Rebecca. Según nos indica el autor, ambos estan en la cuarentena. Aunque desconocemos el carácter exacto de su relación, Devlin juega la mayor parte del tiempo el papel de inquisidor y Rebecca de interrogada:

Devlin: So your legs were opening?

Rebecca: Yes

Devlin: Your legs were opening?

Rebecca: Yes

Devlin: Do you feel you’re being hipnotised?

El personaje de Rebecca esta escindido. Pasa del insulto a la confesión íntima. Del desconcierto al recuerdo. Parece afectada por algún grave trauma psicológico, que se va definiendo con el transcurso de la acción. Por el contrario, el de Devlin parece exhibir una autoconfianza casi obscena, que hace dudar casi desde el comienzo de la honestidad del interrogatorio, el cual acaba revelándose como un ejercicio de dominación.

Nada dice Pinter de la apariencia física o el vestuario de los personajes aunque  el apunte temporal “Time: Now” parece invitar a caracterizarlos de acuerdo con la contemporaneidad de la representación.

El espacio escénico aparece definido al comienzo de la obra: “A house in the country. Ground-floor room. A large window. Garden beyond. Two armchairs. Two lamps”. Tanto el espacio cerrado y sobrio como, especialmente, el muy significativo apunte de iluminación (“The room darkens during the course of the play. The lamplight intensifies”) parecen sugerir el carácter creciente de interrogatorio clandestino de la obra.

En una obra con sólo dos personajes, sin apenas movimientos ni cambios de escenografía se antoja clave la intensidad y el verismo en la ejecución de los diálogos para atrapar la atención del espectador.