El teatro inglés de 1955 a 1967. Temas.

1955 es el año de publicación de Waiting For Godot, de Samuel Beckett; 1967, el de Rosencrantz and Guildenstern Are Dead, de Tom Stoppard. Entre esas dos fechas se ubica el grueso de las obras estudiadas durante este curso: Look Back In Anger (1956), de John Osborne; The Dumb Waiter (1957) y The Collection (1962), de Harold Pinter y The Kitchen (1962), de Arnold Wesker. Si bien no se puede hablar de una "escuela dramática" que una a estos autores sí que hemos detectado interconexiones temáticas a lo largo de estas obras. A continuación vamos a mencionar algunas de ellas.

Las huellas de la guerra

La Segunda Guerra Mundial finaliza en 1945, diez años antes de la publicación de Waiting For Godot. Inglaterra tuvo un papel muy importante en el conflicto. El propio Samuel Beckett participó en la resistencia francesa. Según el profesor Vicente Forés, de ese contacto traumático con el horror de la guerra surge el aliento para crear Waiting For Godot. Aunque no aparece directamente representada en ninguna de las obras consideradas aquí, el peso de la guerra se deja sentir en algunos personajes: tanto Peter, el personaje más relevante de  The Kitchen, como Jimmy Porter, el protagonista de Look Back In Anger han sufrido la pérdida de sus padres a causa de ella. Esta pérdida prematura parece ser el origen de su psicología inestable, caracterizada por la irascibilidad. Es lo que la crítica etiqueta como "angry young men".

El absurdo

A menudo Waiting For Godot  recibe el calificativo de "teatro del absurdo". Los dos personajes protagonistas, Estragón y Vladimir, son incapaces de encontrar un sentido a su existencia. Sentido que parece residir en un tal señor Godot, al que esperan pero nunca llega. La huella del absurdo parece reaparecer de nuevo en Harold Pinter, pero esta vez en una clave más surrealista que nihilista. En The Dumb Waiter, los sicarios Gus y Ben, que esperan en un sótano un mensaje que les indique la misión a realizar pero en vez de eso reciben ordenes de cocina a través de un montacargas. Por último, Rosencrantz y Guildenstern, protagonistas de Rosencrantz y Guildenstern Are Dead, parecen afectados pro el mismo nihilismo que Estragón y Vladimir y ni Hamlet, ni los actores ni el juego parecen revelarles su razón de existencia. El absurdo aparece  ligado a la falta de identidad y su búsqueda, por eso las parejas de personajes, de alguna manera simétricos, como Estragón y Vladimir o Rosencrantz y Guildenstern parecen la forma más propicia para representar esa identidad escindida, quebrada.

La incomunicación

En Waiting For Godot  se escenifica, entre otras cosas, la incomunicación humana. Los diálogos de los protagonistas se tornan por momentos incoherentes. No sólo no son capaces de entender su destino, ni siquiera se entienden entre ellos. En The Collection también reaparece el tema de la incomunicación. Los personajes ofrecen versiones cambiantes sobre un hecho, una supuesta infidelidad. Se pone de manifiesto así la inexistencia de una verdad objetiva, comunicable. También en The Dumb Waiter los personajes esperan un tipo de mensaje pero reciben otro muy distinto.

El descontento social

Tensión y trabajos precarios. Tanto en The Kitchen como en Look Back In Anger aparecen unos personajes que no están contentos con la vida que llevan y que, a la vez, se sienten incapaces de cambiar. Los "angry young man" expresan esta frustación existencial de la clase media-baja británica de los años 50 y 60. La explotación laboral aparece hiperbolizada en la relación de los personajes Lucky- Pozzo de Waiting For Godot.