My
mistress' eyes are nothing like the sun;
Coral is far more red than her lips' red;
If snow be white, why then her breasts are dun;
If hairs be wires, black wires grow on her head.
I have seen roses damask'd, red and white, 5
But no such roses see I in her cheeks;
And in some perfumes is there more delight
Than in the breath that from my mistress reeks.
I love to hear her speak, yet well I know
That music hath a far more pleasing sound; 10
I grant I never saw a goddess go;
My mistress, when she walks, treads on the ground:
And yet, by heaven, I think my love as rare
As any she belied with false compare. 14
Translation:
SONETO 130
Los ojos de mi amada en nada son como el sol;
El coral, mucho más rojo es que sus rojos labios;
Si la nieve es blanca, por qué sus pechos son pardos;
Si alambres los cabellos, negro alambre es su pelo.
He visto rosas rojas, blancas y adamascadas,
Pero tales rosas jamás vi en sus mejillas;
Y en ciertos perfumes existe mayor deleite
Que en el aliento que emana mi amada.
Me encanta oírla hablar, mas sé de buena tinta
Que la música tiene un sonido harto más grato;
Admito que jamás vi a una diosa caminar,
Pero mi amada, al andar, va pisando el suelo.
Y aun así, por mi dios, la considero tan única
Como esas que se esconden tras falsas metáforas.
In
faith, I do not love thee with mine eyes,
For they in thee a thousand errors note;
But 'tis my heart that loves what they despise,
Who in despite of view is pleased to dote;
Nor are mine ears with thy tongue's tune delighted, 5
Nor tender feeling, to base touches prone,
Nor taste, nor smell, desire to be invited
To any sensual feast with thee alone:
But my five wits nor my five senses can
Dissuade one foolish heart from serving thee, 10
Who leaves unsway'd the likeness of a man,
Thy proud hearts slave and vassal wretch to be:
Only my plague thus far I count my gain,
That she that makes me sin awards me pain. 14
Translation:
SONETO 141
De corazón, que no te amo con mis ojos,
Pues ellos, mil defectos aprecian en ti;
Pero mi corazón ama lo que ellos desprecian,
Que al no importarle el viso, con adorar le basta;
Mi oído no se deleita al oír tu voz,
Ni mi tierno sentir se anima al toqueteo,
Ni el gusto ni el olfato ansían ser invitados
A ningún festín sensual a solas con tu ser:
Mas ni mi intelecto ni mis sentidos podrán
Disuadir a este tonto corazón de servirte,
Quien deja a la deriva el retrato de un hombre,
Siendo tu alegre esclavo y desdichado vasallo.
Mas mi desgracia considero como victoria,
Pues la que me hace pecar, me otorga dolor.
Comentario:
Una vez traducidos todos los géneros literarios, podemos decir abiertamente que el género poético es con mucho el más complejo de todos; si ya es difícil mantener (o al menos intentarlo) el sentido original del texto, mucho mayor es la dificultad cuando además encontramos rima, un número determinado de versos, inversiones sintácticas, infinidad de recursos del lenguaje, que son prácticamente imposibles de respetar a la hora de cambiar de una lengua a otra. Por ello, en este caso y debido a una característica innata de la lengua española (su “polisilabeo”), no ha habido más remedio que prolongar los decasílabos ingleses a alejandrinos españoles: la traducción se convierte en una utopía si queremos mantener todo el sentido y ser fieles al texto en el mismo número de sílabas. Aun así, en muchas ocasiones, algunas de las cuales aparecen resaltadas en negrita, nos hemos encontrado con serias dificultades incluso para mantener esos catorce versos, problema que hemos intentado resolver buscando términos sinónimos y a veces no tan exactos al original para jugar con las sinalefas y así recortar el cómputo silábico. En otros casos, también ha habido problemas léxicos y semánticos, para lo que, por supuesto, los diccionarios han sido una fuente inestimable de inspiración, y también una versión española de los sonetos de William Shakespeare que se encuentra disponible en la siguiente dirección web: http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12048731998085961865624/ Este apoyo, en ciertos puntos, ha encendido una serie de luces que han dado otra perspectiva a algunos dificultosos versos. Para concluir, me gustaría resaltar que, en la medida de lo posible, se han intentado mantener las personificaciones que aparecen en el soneto 141 así como también se ha tratado de dotar al texto de ritmo mediante repeticiones léxicas y a la vez fónicas, imitando al inigualable maestro en sus propios versos.
Academic
year 2007/2008
© a.r.e.a./Dr.Vicente Forés
López
© Jesús Albiach Montes
jealmon@alumni.uv.es
Universitat de València
Press