EL ÁGUILA Y EL ESCARABAJO ­

Estaba un día una liebre de fiesta e­n Guru, y no se le ocurrió otra cosa que enrollarse con el lío de su enemiga, el águila. Cuando el águila se entero de esto­ fue a pegarle a la liebre la mayor tunda nunca vista. La liebre le pidió ayuda a su amigo el escarabajo, que era pequeño y cinturón negro de Karate. El escarabajo intentó persuadir al águila para que no pegara a la liebre, pero el águila no hizo caso al pequeño escarabajo y acabó propinándo a la liebre una brutal paliza. Una paliza que le causó la muerte.

Desde entonces, el escarabajo juró vengarse, y cada vez que el águila ponía huevos el escarabajo subía al nido y los tiraba al suelo rompiéndolos. Viendo el águila que el escarabajo no paraba de darle problemas acudió a Zeus para colocar los huevos en su regazo. El escarabajo, además de ser cinturón negro era un cerebrito y, estando Zeus guardando los huevos,  hecho un moñigo más grande que él y lo dejó caer en el regazo de Zeus. Éste observó con mucho asco el moñigo del escarabajo y sin pensarlo dos veces se lo sacudió llevándose por delante también los huevos.

MORALEJA ­­

Más vale pequeño pero matón que grande y torpón.

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