Conociendo Palma de Mallorca
El archipiélago balear flota entre las aguas mediterráneas como destino turístico por excelencia durante todo el año. A la cabeza, Palma, la capital, aporta el glamour y la modernidad que atrae, sobre todo, al famoseo nacional e internacional
La capital, a dos pasos de cualquier punto perdido o de sobra conocido de la isla. Una gran ciudad definida por su carácter cosmopolita que choca con el ambiente rural de los pueblos que la rodean.
Aunque algunos la acusen de haber vendido su identidad a ese demonio llamado turismo, lo cierto es que Palma puede presumir de ser una de las ciudades más antiguas y con más tradición de España.
Toda plaza mediterránea que se precie tiene su privilegiado lugar en la historia. Y Palma de Mallorca se encuentra en medio de la cuenca central del mar Mediterráneo, que no es poco.
De su paso por los siglos quedan huellas por el centro de la ciudad. Y, llegado el siglo XX, ha sabido aprovechar el tirón del turismo europeo y el español más elitista, situándose a la cabeza de todo el tinglado de la movida veraniega y de las vacaciones fuera de temporada.
Aunque ha tenido que pagar un alto precio por ello. Más o menos la mitad del suelo de la isla es de propiedad alemana y algo semejante pasa con las inversiones de capital. El marco es una plaga que puede acabar tragándose lo puramente mallorquín que queda.
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Población y municipios
Las Illes Balears tienen una población de derecho de 878.627 habitantes. Esta cifra supone el 1.8 % del total del Estado español.
La distribución de la población balear es muy desigual, concentrándose en su mayoría en la isla de Mallorca, que congrega al 80,11% de los habitantes. El 11,07 % de habitantes vive en las Pitiusas y el resto, un 8,82%, reside en la isla de Menorca.
La población balear se concentra básicamente en 8 municipios que agrupan al 64,76% del total de la población: Calvià, Inca, Llucmajor, Manacor y Palma en Mallorca; Ciutadella y Maó, en Menorca; y Vila d'Eivissa (Ibiza ciudad), en Ibiza. De éstos, sólo el municipio de Palma cuenta con 304.250 habitantes, lo que supone un 40,01% y pone de manifiesto la desigual distribución de la población balear.
Si tenemos en cuenta la edad de los habitantes, la población balear puede distribuirse en municipios de uso turístico o residencial (municipios de población joven que aún registran una cierta inmigración y una mayor natalidad) y municipios de población envejecida donde predominan los mayores de 65 años. Éstos últimos se concentran, sobre todo en algunos municipios rurales de la serra de Tramuntana y el Pla de Mallorca mientras que Menorca y las Pitiusas presentan un nivel de juventud superior a Mallorca.
La reducción de la natalidad, unido al aumento de la esperanza de vida, ha contribuido al envejecimiento de la población balear, incrementándose los porcentajes de habitantes de más de 65 años hasta el 14,23% en 1991. Por el contrario, la población joven (menos de 15 años) ha sufrido una progresiva reducción desde 1975 hasta suponer el 19,46 % en 1991, cifra muy igualada a los habitantes de más de 65 años.
Las personas de edades adultas (15-64 años) suponen un alto porcentaje de la población balear, aunque se aprecia una tendencia hacia edades maduras (superiores a 40 años). Los adultos-jóvenes (15-40 años) se localizan en los llamados municipios de función turística, mientras que los adultos maduros se concentran en municipios como Palma y Maó y aquellos en donde se han desarrollado urbanizaciones residenciales.
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Información General
El sol, la tranquilidad de sus calas, sus aguas transparentes, su diversidad, su clima suave, una sucesión de paisajes donde cabe todo excepto la monotonía: cada palmo de terreno posee un encanto propio y diferenciado.
Desde las escarpadas cumbres mallorquinas de la Serra de Tramuntana en Mallorca, la gran variedad de hábitats del parque natural de s'Albufera des Grau en Maó, el encanto paisajístico de Ses Salines de Ibiza hasta los extensos remansos de los arenales de Formentera, la geografía de Illes Balears resulta inabarcable para quien quiera catarla y agotarla de un único trago.
Cada isla es un microcosmos con su afianzada personalidad, un espacio dotado de singularidad.
Las islas son punto de encuentro de numerosas personalidades del mundo político, social y cultural. Ilustres personajes como el archiduque Luis Salvador de Austria, Chopin, J.B.Lawrence, Errol Flynn, Winston Churchill, Rubén Darío, Robert Graves y Joan Miró visitaron o residieron en las islas.
Por ello, millones de turistas eligen año tras año nuestras islas para pasar sus vacaciones. Las encuestas no mienten: quienes visitan las Illes Balears tienen intención de volver a visitarlas tan pronto como esté en su mano.
Situadas en un área climáticamente privilegiada, con una importante infraestructura de transporte, abiertas a todas las culturas y, al mismo tiempo, celosas de su idiosincracia moldeada por los siglos, las Illes Balears enamoran a sus visitantes.